Modificando el sustrato de silicio de una controladora programable tipo FPGA, un grupo de investigadores del instuto tecnológico Georgia Tech ha conseguido llevar el agua a tan solo unos cuantos micrones de distancia de donde más se necesita: los transistores en el interior de la controladora. Este gran avance supondría que ya no serían necesarios los bloques de agua externos para referigerar los chips en el futuro.
Vamos a empezar recordando de qué consta y cómo funciona un sistema de refrigeración líquida. Uno de estos circuitos (da igual que sea auto contenido como que sea un circuito a medida) cuenta de una reserva de liquido (agua, generalmente) de donde se dirige ésta a el o los bloques de agua del circuito, donde se hace el intercambio de calor entre el componente a refrigerar y el líquido, seguido de un radiador donde se hace el segundo intercambio de calor, entre el líquido y el aire. Este método de refrigeración, bien implementado, es considerablemente más eficiente que las tradicionales refrigeraciones a base de radiadores de láminas de aluminio por aire en contacto directo con el chip.
Esta tecnología era, hasta hace algunos años, solo interesante para los amantes del overclock dado que la mayor eficiencia en la refrigeracioón permitía una menor temperatura de funcionamiento de los chips y, en consecuencia, la capacidad de poder exprimirlos hasta mayores límites. Sin embargo, montar un circuito a medida requería de bastante planificación, información e investigación previa por parte de los futuros usuarios de este tipo de circuitos, algo que en gran medida se alivió con la llegada de los kits auto contenidos donde todos los componentes forman un circuito cerado preensamblado cuyo montaje y puesta en marcha es coser y cantar.
La cuestión que siempre ha impedido en gran manera que esta tecnología haya seguido avanzando realmente es que no se podía salvar el obstáculo que representa el propio bloque de agua que ha de estar en contacto con el chip, dado que uno no puede mezclar agua y electricidad sin que el resultado vaya a ser bueno. Hasta ahora, que empleando nano tubos de carbono y realizando una micro grabación en el sustrato de silicio del chip, se ha conseguido crear el primer chip que funciona por refrigeración líquida directa de manera efectiva.
Que se haya conseguido desarrollar esta tecnología es el sueño de todo aficcionado a este tipo de refrigeración que siempre ha deseado que el agua entrara en contacto directo con la zona donde realmente está el calor, que es en el interior del chip. De hecho, durante los experimentos llevados a cabo por los investigadores, se llegó a comprobar una eficiencia enegergética de hasta un 60% frente a los tradicionales disipadores a base de láminas y ventiladores.
Qué bien le hubiera venido esta tecnología a AMD con sus gráficas de la serie 290 y 290X.