Sin duda tres de los fabricantes más icónicos en la historia del hardware son Intel, AMD y NVIDIA. En el día de hoy nos hacemos eco de un artículo publicado por WCCFTech que nos ha servidor de inspiración para redactar este artículo y contaros cuatro cosas bastante curiosas que seguramente no conocíais de estos tres fabricantes.
Comenzamos desde el principio de la historia, antes incluso de que Intel, AMD o NVIDIA existieran. Todo comenzó con una compañía de Silicon Valley llamada Fairchild Semiconductor y el considerado genio Robert Noyce, el primero que fue capaz de utilizar un circuito integrado a nivel comercial, genio que actuó bajo el mismo tejado que el conocido Gordon Moore, autor de la ley de Moore.
Presentados estos dos personajes es hora de comenzar con las cuatro curiosidade que os hemos prometido.
1.- Los fundadores de AMD e Intel trabajaron juntos
Y es justamente en la compañía que os hemos presentado hace un momento, Fairchild Semiconductor. Tanto Noyce como Moore trabajaron en ésta codo con codo antes de que cada uno decidiera seguir su propio camino y fundar sendas empresas. Y es que Fairchild creció mucho hasta convertirse en Fairchild Camera and Instrument, dejando la división de semiconductores como subsidiaria.
A finales de los 60 la atmósfera cambió mucho, la empresa comenzó a perder “fuelle” porque no supieron recompensar y promocionar adecuadamente las innovaciones que creaban. Esto propició que Robert Noyce decidiera marcharse y convenció a Gordon Moore para que se fuera con él. Juntos, fundaron Intel en 1968. Un año más tarde, Jerry Sanders, que también trabajaba en Fairchild, decidió seguir los pasos de Noyce y Moore y fundar su propia compañía, Advanced Micro Devices (AMD) en 1969.
2.- El lema de Andrew Grove, el segundo CEO que más tiempo duró en Intel y el que más éxitos cosechó era “Solo los paranoicos sobreviven”.
Robert Noyce reclutó a Andrew Grove el mismo día que se fundó Intel, haciendo de éste el primer empleado de la compañía. Grove pertenecía a una familia húngara de clase media que sobrevivió al holocausto Nazi de la segunda guerra mundial, y a los 20 años se marchó de Hungría hacia los Estados Unidos donde comenzó su educación como ingeniero químico.
Grove fue el presidente de Intel entre 1979 y 1987, año en el que sucedió a Gordon Moore como CEO de la compañía. Dada su educación, centró sus esfuerzos en el apartado de la fabricación más que en el de negocio, y logró expandir todas las fábricas de Intel hasta pasar de ser una compañía con un par de fábricas pequeñas, al más grande fabricante de semiconductores que es a día de hoy.
3.- El lema de Jerry Sanders, fundador de AMD y el CEO que más años duró era “Primero las personas, los productos y los beneficios vendrán después”.
El eslogan habla por sí mismo, y a día de hoy continua siendo una de las filosofías principales de AMD junto con otro de los lemas del propio Sanders, “O investigas, o produces o innovas”. Y esto ha quedado muy arraigado en la compañía, pues desde que fundó AMD en 1969 ha sido su CEO hasta el año 2002. Durante su mandato, la capitalización de mercado de AMD ascendió de 1.505 millones a más de 30.000 millones de dólares.
4.- Jen-Hsun Huang trabajó en AMD antes de co-fundar NVIDIA y convertirse en su presidente y CEO.
A pesar de los orígenes de su nombre, Huang estudió ingeniería eléctrica en la universidad de Oregón desde la temprana edad de 16 años. Se graduó a los 21 y se casó con su compañera de laboratorio, Lori, con la que co-fundó NVIDIA en 1993. Antes de eso, Huang trabajó en un buen puñado de compañías que os sonarán, incluyendo LSI Logic y AMD, donde trabajó durante dos años y estuvo involucrado en el diseño de algunos de sus microprocesadores.
De acuerdo a unas declaraciones de Jen-Hsun Huang, la enorme dificultad para fabricar procesadores que encontró en LSI Logic fue lo que le motivó para entrar en AMD y buscar herramientas de diseño de chips más atractivas, y su tiempo allí le hizo enamorarse de los microprocesadores. Ahora, como sabéis Huang tiene incluso el logo de NVIDIA tatuado en un brazo.
Según Huang, antes de embarcarse en cualquier negocio cualquiera debería hacerse estas tres preguntas: ¿Va a salir rentable? ¿Será complicado? Y la más importante, ¿disfrutarás con ello?