Hace más o menos año y medio, los principales fabricantes de SoC para smartphones presentaban los primeros procesadores de ocho núcleos, y ya entonces nos preguntábamos si de verdad eran necesarios tantos. Hoy volvemos a hacernos esa pregunta, avalados por la presentación del nuevo MediaTek Helio X20, el primer procesador de diez núcleos para smartphones.
El lanzamiento del MediaTek Helio X20 no es el único que nos espera, ya que Qualcomm también prepara su próximo SoC Snapdragon 818, también deca-core. Por ello, de nuevo volvemos a lanzar la pregunta al aire: ¿cuántos núcleos necesita tu smartphone de verdad? ¿Se utilizarán estos diez núcleos o es puro márketing, o como dijimos en su momento, una guerra de núcleos?
Pero antes de nada: ¿Qué hacen los núcleos?
Vamos a comenzar por el principio, aunque los lectores asiduos de esta web ya lo sabrán más que de sobra: ¿Qué es un núcleo y cuál es su función? En términos que nos entendamos, un núcleo es unas parte del procesador encargada de ejecutar una tarea. Múltiples núcleos permiten ejecutar múltiples tareas de manera paralela, así que cuantos más núcleos tenga el procesador, mayor número de tareas es capaz de ejecutar de manera simultánea. Esto es bueno, ¿verdad?
En teoría, sí, pero solo a nivel básico dado que esto no depende únicamente del hardware, sino del software, y en el caso de los smartphones del sistema operativo y las aplicaciones que se ejecutan en éste. Es decir, si un desarrollador ha programado su aplicación para funcionar en un único núcleo, de nada sirve tener diez.
No obstante, los desarrolladores cada vez optimizan mejor sus aplicaciones para sistemas multi núcleo. Por contra, ya es complicado encontrar, incluso en PC de sobremesa, aplicaciones capaces de utilizar más de cuatro núcleos. Esto se extrapola a los smartphones de igual manera.
¿Cómo funcionaría un procesador de 10 núcleos?
La idea de MediaTek con este Helio X20 es la de tener tres «packs», dos de ellos de cuatro núcleos y otro más de doble núcleo, todo en el mismo SoC. Los primeros cuatro núcleos son ARM Cortex-A53 que funcionan a 1.4 Ghz, y su misión es la de manejar las tareas más básicas (menús del sistema operativo, navegación, etc.).
El segundo «pack» de cuatro núcleos está formado por cores Cortex-A57 que funcionan a 2 Ghz, bastante más potentes y rápidos y por ello destinados a procesos más exigentes de carga de procesador, como los juegos.
Por último, ese «pack» de doble núcleo consiste en dos cores Cortex-A72 que funcionan a 2.5 Ghz, especialmente dedicados a las tareas más pesadas como reproducción y grabación en resolución Ultra HD / 4K, o fotografías en 3D. Por supuesto, que este pack de doble núcleo sea el encargado de las tareas más pesadas nos lleva a la siguiente pregunta.
¿De verdad hacen falta tantos núcleos?
Bueno, la respuesta de la mayoría sería que no, aunque a la mayoría nos gusta fardar del procesador de nuestro smartphone y hablar de multi tarea, ¿verdad? Aunque a decir verdad solo tenemos una aplicación en primer plano, aparte de algunos servicios en segundo plano y otras aplicaciones «dormidas». Además, ¿cuántas cosas podrías hacer al mismo tiempo en una pantalla de smartphone?
Tener muchos núcleos implica por supuesto un mayor consumo de recursos (batería en el caso de los smartphones) y generación de calor. Por ello nosotros finalmente nos «mojamos» y respondemos que no, no hacen falta tantos núcleos.
¿La prueba? La tiene Apple.
Apple dice que no
Se puede criticar a Apple por un montón de cosas, pero si por algo destacan sus equipos es por estar siempre en la parte alta de los ránking de benchmarks y de funcionar siempre de manera muy fluida (al contrario que los terminales Android, que al cabo de unos meses pierden una buena parte de su rendimiento inicial). Prueba de ello es el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus, que funcionan con el SoC Apple A8 de tan solo doble núcleo.
Esto es así porque un menor número de núcleos permite al sistema funcionar a una mayor velocidad, siendo más eficiente energéticamente. Por ello Apple siempre se ha enfocado en mejorar sus procesadores, implementando más ancho de banda de memoria, menor latencia y GPUs más rápidas en lugar de aumentar el número de núcleos. Y mal no les va, oye.