MSI B85M Gaming. Nuestro análisis.

MSI B85M Gaming. Nuestro análisis.

Miguel Ángel Rodríguez

Continúa MSI sacando partido con su serie gaming. Precios muy ajustados y grandes prestaciones caracterizan a esta serie del fabricante taiwanes. Esta vez prueban con una placa Micro-ATX pero que viene lastrada por el chipset utilizado. El desconocido B85. Grandes limitaciones que sobre el papel no armoniza con lo que un amante de los juegos puede demandar de una placa gaming.

Quien haya probado una placa MSI de la serie gaming sabe a qué me refiero. A nadie defrauda haciendo una apuesta segura montando un audio y una tarjeta de red espectaculares. Sin duda es la principal baza con la que cuenta MSI. Pero en cualquier caso yo no soy partidario de explotar esta idea a cualquier precio y con cualquier chipset. Es mi modesto punto de vista. Normalmente aquel que se define aficionado a los juegos se define igualmente amante del buen hardware y eso a MSI le sobra. El problema es que a un amante del buen hardware le encanta sacar el máximo partido a lo que tiene delante y eso está peleado con un chipset que no tiene posibilidad de OC. El hecho de no tener posibilidad de OC obliga a adquirir un procesador con dicha limitación y a mi particularmente no me cuadra mucho el amante de los juegos que no le gusta poner a prueba su PC.

Fuera de este modesto punto de vista hay que reconocer que MSI ha dado con la clave para todos aquellos que quieren disfrutar de los últimos títulos con una configuración digamos económica. Sobre esta idea siempre podrán invertir más en una tarjeta gráfica de mayor calidad pero también es cierto que se verán muy limitados a la hora de utilizar configuraciones Multi-GPU. En fin, la placa como tal tiene un diseño y prestaciones espectaculares. No sé como afectará el uso de un chipset tan pobre.

Bienvenidos al análisis de la MSI B85M Gaming.

 

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