Volvemos con MSI y esta vez para analizar una placa con un chipset que no vamos a ver muy a menudo pues está destinado a un sector del mercado muy restringido. Si buscas un sustituto barato para el famoso chipset Z87 puedes elegir entre tres chipsets: El Q87, el Q85 y el B85. Está enfocado principalmente para empresas por su limitación en cuanto a funcionalidades, aunque algunos fabricantes como MSI han querido convertirlos en una alternativa barata para el chipset Z87 dotando a una placa con este chipset de las últimas tecnologías en cuanto a juegos se refiere con una tarjeta de red y una tarjeta de Audio propias de placas de gama alta.
Si desde el punto de vista del chipset, lo que buscas son las funcionalidades más básicas posibles, sin duda estás ante una placa muy apropiada para ello. Pero si ademas lo que buscas es armarte un PC gaming desde un presupuesto muy limitado estamos ante la placa idónea.
Con la tabla que tenéis más arriba ya podemos conocer un poco mejor los tres chipsets destinados a los negocios y si os fijáis, el B85 es el más básico de todos ellos. Rápidamente podemos destacar que puede soportar hasta un máximo de 4 puertos USB 3.0 y 4 puertos SATA 6Gb/sg. Con respecto a los anteriores Q87 y Q85 vemos que no soporta ni la tecnología Intel vPro ni iSIPP (Intel Stable Image Platform Program).
La tecnología Intel vPro es aquella que incluye un conjunto de características de hardware que todos hemos oido en mayor o menor medida como es el caso del Multi threading, el Intel Active Management, el Intel trusted execution, el Intel VT o tecnología de virtualización Intel Disable Bit y una serie de características que son personalizables desde la Bios y pueden ser muy útiles a la hora de encontrar una configuración óptima de nuestro PC.
Como conclusión a este primer acercamiento a este chipset tener en cuenta que es un chipset muy básico que no soporta, entre otras cosas, el famoso overclocking que la mayor parte de los entusiastas de PC nos gusta usar para poner a prueba a nuestro procesador. De esta forma a una placa con tan limitadas funcionalidades le corresponde un procesador igual de limitado, obviando en todo caso aquellas características que hacen grande a los procesadores de gama alta como la K o la posibilidad de Multi Threading.
Comenzamos con el análisis de
Y como siempre comenzamos con las especificaciones extraídas de la propia pagina web.
Rápidamente, estamos ante una placa con formato de forma Micro-ATX y que, a pesar del chipset, está orientado al segmento gaming gracias a su tarjeta de red y tarjeta de audio que tendremos oportunidad de analizar más adelante.
ANÁLISIS EXTERNO
Y como siempre empezamos con el embalaje, al más fiel estilo gaming de MSI y utilizando los típicos colores negro y rojo damos pie a una caja en cartón duro que sigue exactamente los mismo patrones que todos los productos de la serie de MSI. Continúa, el fabricante, rentabilizando el esfuerzo brutal en marketing que ya hicieron el año pasado para presentar su línea gaming.
Como os digo, la parte frontal es exactamente igual que la de todas las placas de la serie, lo único que varia, obviamente, es la denominación de la placa. Y en la parte trasera más de lo mismo. Una detallada descripción de los puntos fuertes de esta línea que sin duda está dando sus frutos. Todo sea dicho de paso, la combinación de colores así como la distribución de los detalles a lo largo de la caja es extraordinaria. Desde mi modesto punto de vista el departamento de marketing de MSI ha hecho un extraordinario trabajo.
Los laterales de la caja no presentan ningún extra excepto aquel en el cual, en veinte idiomas, nos dan las principales características de la placa.
Procedemos a abrir la caja y lo primero que encontramos es su placa bien protegida dentro de una bolsa antiestática. Como siempre para las placas de gama media baja la separación entre la placa y los accesorios se realiza en dos módulos, separados exclusivamente por un cartón. Hay que reconocer que la política de precios de MSI con estas placas es bastante ajustado y el fabricante no se puede permitir el lujo de realizar excesivos esfuerzos económicos en el tema embalaje.
Al menos, la integridad de la placa está más que asegurada que es al fin y al cabo lo que el consumidor busca cuando recibe impaciente sus componentes.
Y terminamos nuestro repaso al embalaje para realizar nuestras primeras incursiones en la placa. Lo primero a lo que vamos a echar un detallado vistazo es a los accesorios. Siguiendo la política de austeridad, los accesorios no son muchos pero suficientes para poner en marcha nuestro equipo y por supuesto no se olvidan del cartel de «No molestar» y la pequeña chapita con el logo de MSI. Los demás accesorios son los dos típicos cables SATA 6G, la guía de usuario, un pequeño folleto explicativo de como montar la placa, el DVD con los drivers y aplicaciones de la placa así como I/O Shield o chapita trasera y dos adaptadores, uno para poder conectar con más facilidad el speaker de la placa y otro para conectar los diferentes cables para botones de power y reset y leds de HDD y estado.
Por fin comenzamos con el aspecto externo de la placa. Y para ello la sacamos de la bolsa antiestática.
Como ya os habíamos dicho más arriba, la MSI B85M gaming es una placa de formato Micro-ATX con una dimensiones de 24,4 x 24,4 cm siguiendo el estándar de dicho formato y con soporte para los actuales procesadores Intel Haswell de cuarta generación de socket LGA 1150.
Aquí os dejamos una vista general de la placa antes de empezar a desgranar las diferentes partes de la misma. La parte posterior, como podéis observar, no presenta ninguna zona que presente alguna característica interesante. La vemos totalmente limpia más allá del propio anclaje para el zócalo LGA 1150. En cuanto a la parte frontal, exactamente los mismos colores utilizados en todas las placas de la serie gaming predominando el rojo y el negro como en el embalaje. El color rojo impera en los dos principales disipadores, el del chipset y el de los VRM.
Echando un primer vistazo a la zona del socket ya podemos dar nuestras primeras conclusiones. La utilización de disipadores de gran tamaño parece que no va a ser un problema teniendo en cuenta que toda la zona de alrededor está totalmente limpia. No podía dejar MSI de hacer alusión a su archiconocido uso de materiales «Military Class» que les viene acompañando desde hace muchos años y que actualmente están en la versión 4.
A la derecha los bancos de memoria RAM siendo la memoria máxima admmitida de 32GB hasta los 1600 Mhz en doble canal.
Los dos disipadores son bastante primarios teniendo en cuenta que el chipset B85 es bastante sencillo como habíamos comentado al principio de esta review y la capacidad de calentarse no es especialmente alta. Por otro lado el Módulo Regulador de Voltaje o VRM es de tan solo 3 fases aunque como podéis imaginar es más que de sobra para un chipset que no admite opciones de OC y por tanto no tiene que dar estabilidad a la placa ante potenciales puntas de tensión que en esta placa nunca se van a producir. Lo que sí cabe destacar es el guiño de MSI al disipador del VRM pues como ya ha hecho en anteriores placas de esta serie, tiene un perfil con la cabeza del dragón típico de la serie.
Para la CPU se utiliza una conexión de 4 pines, puede parecer poco pero, como os hemos dicho antes, no es necesario más para este chipset que tiene muchas limitaciones. Os dejamos la foto con los dos principales conectores de la placa a la PSU. La conexión de 20+4 pines y la de 4 pines para la CPU.
Pasamos a la zona de los zocalos PCIe y continuando con las limitaciones del chipset nos encontramos con cuatro ranuras de las cuales las dos ranuras para GPUs son la PCIe1 y la PCIe 4, la primera de las cuales es de x16 y la otra x4. Por lo tanto está claro que para configuraciones mono-GPU es necesario usar la x16 que es la PCIe 1.
Por supuesto os dejamos una zona de detalle de las ranuras PCIe
Y continuamos buscando parecidos con sus hermanas mayores y esta placa no lo es menos en cuanto a la riqueza de chips que despliega. Los dos grandes protagonistas vuelven a ser, como en todas las placas de la serie «gaming», los chips de audio y de red.
El audio está una vez más protagonizado por el codec Realtek ALC1150 con lo que la calidad de audio está garantizada, pero para evitar las interferencias de los demás circuitos y chips que acompañan a esta placa, el propio codec queda encerrado dentro de una carcasa que lo aisla, como os hemos dicho, de las más que fatídicas Interferencias Electromagnéticas (EMI) de los demás componentes electrónicos. En esto MSI nunca nos defrauda y sea cual sea la placa utiliza esta solución que le da magníficos resultados. El mismo codec y el mismo aislamiento acompañan a la gran mayoría de las placas MSI de última generación dando ese valor añadido en algo tan importante como es el audio integrado.
Y por supuesto este codec viene acompañado de su inseparable compañero que no es otro que el amplificador operacional fabricado por Texas Instruments OPA1652.
Toda esta solución de audio es compatible con el software Sound Blaster Cinema y en su conjunto forman el ya conocido Audio Boost de MSI. Digo el ya conocido porque esta misma solución de audio es la solución que han montado algunas placas de gama alta como son la ya conocida y premiada MSI GD65 Gaming. Simplemente espectacular.
Pero el otro gran pilar de esta placa y de todas las placas de la serie gaming es la tarjeta de Red. La Killer E2205 de Qualcomm Atheros es la gran protagonista de esta placa que gracias a su función Advanced Stream Detect se encarga de dar prioridad a los juegos, videos y audios (que son aquellas aplicaciones que más conectividad de red necesitan) a través de la red. Igualmente te ofrece la posibilidad de controlar en todo momento el uso de las aplicaciones que están usando internet gracias a la función Visual Bandwidth Control que nos deja ajustar el rendimiento de cada aplicación para dar prioridad a aquella que estemos utilizando en un momento determinado. Es cierto que esta funcionalidad la usan ya un gran número de fabricantes y la tarjeta de red Killer está presente en un gran número de placas de diferentes fabricantes pero eso no quita el mérito a una placa que a un pecio muy económico encuentra la posibilidad de montar esta tarjeta.
Ell Nuvoton NCT6779D y el PTN33600BS son dos importantes controladores que se encargan de importantes funciones dentro de la placa aunque en la mayoría de las reviews pasan desapercibidos. El primero de ellos controla varios parámetros críticos en un PC como son las tensiones de alimentación, la velocidad a la que giran los ventiladores conectados a la placa (a traves de la tecnologia SmartFan) e incluso las temperaturas. El PTN3360DBS es el encargado de controlar la interfaz de salida HDMI que lleva por defecto nuestra placa.
Las limitaciones del chipset se siguen haciendo patentes en esta placa que tan solo nos deja montar 6 puertos SATA de los cuales 4 pueden ser SATA 6G. Digo tan solo aunque no con mucho convencimiento porque la gran mayoría de los aficionados no usamos más de 4 discos pero no deja de ser una limitación del chipset y es nuestra obligación ponerla de manifiesto. En este caso la placa no los diferencia con diferentes colores pero así es la disposición de los puertos de esta placa.
La última parada en nuestro análisis de la placa lo hacemos con el back panel de la placa. Para la conectividad esterna de nuestra placa podemos disponer de izquierda a derecha:
- Un puerto PS2
- 4 puertos USB 2.0 y 2 puertos USB 3.0
- La tarjeta RJ45 Gigabit ethernet de la que hemos hablado largo y tendido
- Conexiones de video HDMI, DisplayPort, VGA y DVI
- Los 6 jacks de audio analógico y la conexión de audio óptica SPDIF
Finalizamos nuestro análisis con otros detalles de la placa en una breve galería fotográfica.
CONCLUSIÓN
MSI nos vuelve a dejar un buen sabor de boca a un precio al alcance de todos los bolsillos en esta época de crisis en la que un PC, no nos olvidemos, es un artículo de lujo. MSI intenta fundir precio competitivo con ese aroma gaming que suele ser sinónimo de lujo en la mayor parte de los casos. Ya puso en marcha esta experiencia con placas como la ya premiada MSI G45 Gaming que tuvimos oportunidad de analizar y esta vez pone en marcha la experiencia con un chipset bastante limitado y bastante desconocido entre aquellos que somos entusiastas de la tecnología. No nos extraña que siga intentando este tipo de experiencias pues el éxito ha sido muy grande.
Una vez más hace hincapie en dos grandes patas en las que se soporta una gran experiencia gaming como es el audio y la red. El único pero son las propias limitaciones que el propio chipset nos pone a la hora de utilizar configuraciones Multi-GPU, pero también es cierto que aquellos que son amantes de este tipo de configuraciones suelen ir a por placas mucho más completas y por ende de un precio mucho más elevado.
PROS
- Audio y red espectaculares
- Facilidad de montaje de disipadores de gran tamaño
- Gran número de conexiones de video
- Precio muy contenido
CONTRAS
- Las propias del chipset B85, sobre todo la imposibilidad de OC.