El mando de la Xbox One pudo haber tenido pantalla y emisión de olores
En la carrera de las videoconsolas next-gen hasta el último detalle cuenta. Ya no es solo en los títulos exclusivos para cada plataforma, el juego en la nube, la velocidad de arranque, la memoria de almacenamiento, el hardware interno, y un largo etcétera. La batalla Xbox One contra PlayStation 4 comenzó desde el mismísimo diseño del mando. Hoy os vamos a hablar un poco sobre el mando de la Xbox One y qué hizo a Microsoft decidirse por el diseño final.
Hace ya unas cuantas semanas os estuvimos contando que Microsoft descartó decenas de prototipos de diseño para la consola en sí, pero también en esa misma noticia destacamos que Microsoft llegó a valorar más de 200 prototipos de mando diferentes. De hecho, Microsoft destinó más de 100 millones de dólares a la evolución del mando para Xbox One, aunque finalmente decidieron mantener la línea del mando de la Xbox 360 pero introduciendo algunas mejoras. Como ya sabréis, el mando de la Xbox One y el de la Xbox 360 son prácticamente idénticos en cuanto a ergonomía. Pero, ¿qué pudo ser el mando de la Xbox One que al final no fue?
En GamesBeat nos cuentan la historia, y destacan una de las factultades más «raras» que es la que hoy os contamos.
El mando de la Xbox One pudo tener pantalla y un cartucho de emisión de olores.
Uno de los prototipos de mando que más papeletas tuvo para llegar a convertirse en la versión final fue uno con una pequeña pantalla y un sistema de cartuchos capaz de emitir olores. Este tipo de tecnología es muy similar a algo que ya se usó hace muchos años con algunos juegos, aunque antiguamente era un sistema mucho más «arcaico». La pantalla no sabemos qué funciones tendría (al fin y al cabo, ¿quién mira al mando mientras juega?), pero el tema de los cartuchos de olores podría haber sido una fuente de ingresos secundaria para Microsoft vendiendo los recambios para dichos cartuchos.
Finalmente, los mandamases de la compañía decidieron optar por el diseño que todos conocemos ya, mucho más clásico, echando para atrás todos estos prototipos alegando que todas esas funcionalidades le restarían duración de batería al mando que, recordemos, es inalámbrico, y de hecho siempre ha destacado por tener una gran autonomía.