Ivy Bridge, la generación de procesadores que viene a sustituir a Sandy Bridge, llego hace algo más de una semana. Poco antes de su lanzamiento oficial conocimos que Ivy Bridge tenía algunos problemas con el overclock, problemas que Sandy Bridge no tenía, la semana pasada supimos a que podía deberse ese problema, ahora Intel confirma los problemas que tiene la tercera generación de procesadores Intel Core.
Los problemas de Ivy Bridge son mayores a lo esperado. Los procesadores destinados a los consumidores tienen un margen menor de overclock que los que se utilizaron en los análisis oficiales, al parecer Intel seleccionó los procesadores para estos análisis. Los procesadores Ivy Bridge para análisis alcanzaban cerca de 4,8 GHz con refrigeración por aire, pero los procesadores destinados al mercado no pueden superar los 4,4 GHz.
Intel se ha visto obligada a aclarar estos problemas. Ivy Bridge utiliza una tecnología térmica diferente a la usada en Sandy Bridge, ya que la arquitectura Ivy Bridge está fabricada con un nuevo proceso de fabricación a 22 nm. Este nuevo proceso de fabricación tiene algunos inconvenientes, ya que el chip tiene una superficie menor y una mayor densidad, esto implica que el chip tiene una menor área de disipación, por lo tanto produce mayores temperaturas, las cuales se manifiestan cuando se realiza overclock.
Intel afirma que esto último no es ningún tipo de error, los chips han sido diseñados de esa manera y cumplen con lo esperado por Intel, en lo que a calidad y fiabilidad se refiere.
Según Intel, las especificaciones térmicas de Ivy Bridge y Sandy Bridge son las mismas pero los usuarios no podrán alcanzar el mismo nivel de overclock en estos nuevos procesadores que en los antiguos Sandy Bridge usando la misma refrigeración.