Los portátiles gaming son muy potentes e ideales para usuarios que quieren jugar en cualquier parte, pero una de las desventajas que tienen es que son más propensos a calentarse, pudiendo incluso generar problemas a causa de las altas temperaturas. Si tu portátil se calienta demasiado, sea o no gaming, en este artículo vamos a enseñarte qué puedes hacer para solucionarlo, incluyendo cómo cambiar su pasta térmica y bajarle la temperatura antes de que sea demasiado tarde.
Un portátil que se calienta demasiado genera varios problemas: los ventiladores funcionan muy rápido y hacen mucho ruido, puede ser incómodo poner las muñecas sobre él para jugar o escribir a causa del calor, e incluso puede llegar a apagarse a causa de la temperatura.
¿Qué hacer si el portátil se calienta?
A continuación vamos a ver qué es lo que puedes hacer para solucionar estos molestos problemas de temperatura, y ten en cuenta que no solo tendrás que pasar por esto si el portátil se calienta demasiado o tienes problemas de temperatura, sino que también son buenas prácticas para realizarle un mantenimiento periódico que te dure mucho tiempo en buenas condiciones.
Un ordenador portátil acaba acumulando polvo con el tiempo que resulta perjudicial para mantener la temperatura a niveles estables. Aunque el 90% de las aplicaciones a día de hoy no os van a subir la velocidad de reloj de la CPU y la GPU al punto de que su temperatura alcance niveles demasiado altos. Antes de meternos en cosas realmente complicadas, tienes que probar la siguiente solución que te ofrecemos y que puede evitarte disgustos.
Lo primero que podemos comprobar, aunque ya lo notaremos al tacto, es su temperatura, gracias a cualquier programa como CoreTemp. Al abrirlo podremos observar los grados de cada componente o núcleo del procesador, lo que nos podrá servir para tener una estimación de su posible riesgo, ya que no es lo mismo una temperatura que otra, pese a que tenga calor en ambas, ya que, dependiendo del modelo hay grados a los que se podría estropear, y de nada serviría ejecutar los pasos siguientes. Hay que hacerlos antes de que sea tarde.
Usa una base refrigeradora
Los portátiles suelen tener unas pequeñas «patas» de goma que, además de evitar que el portátil se mueva mucho de su sitio, lo elevan unos milímetros para permitir cierto flujo de aire en sus rejillas inferiores. Sin embargo, normalmente este espacio es bastante escaso así que añadir una base refrigeradora suele ayudar bastante a mejorar la temperatura y reducirla lo suficiente.
Puede parecer una tontería, pero el uso de una base refrigeradora puede llegar a reducir, en el mejor de los casos, hasta 10 °C la temperatura de funcionamiento de un portátil. Dependerá también del tipo y modelo que quieras adquirir, existen desde muy básicos a auténticas bases de 8 o más ventiladores. Te dejamos una bastante buena por aquí, que sirve incluso hasta para consolas.
Limpia la suciedad exterior del portátil
Lo primero que deberías hacer es una limpieza superficial del portátil con el objetivo de eliminar posibles tapones en sus zonas de ventilación. Para ello, lo ideal es utilizar un spray de aire comprimido, fijándote bien en dónde están las entradas de aire y aplicándolo ahí y no en las salidas (por las salidas saldrá la suciedad).
A la hora de hacer esto, ten en cuenta que si lo haces bien saldrá bastante suciedad por las rejillas de salida del portátil, así que pon ahí un trapo (cerca, no pegado) o alguna otra prenda para evitar que todo se ponga perdido de suciedad. También puedes aplicar el aire comprimido en las rejillas de salida después, pero luego vuelve a hacerlo en las de entrada para intentar evitar que la suciedad se quede dentro. Aprovecha y limpia todo el exterior con un paño de microfibra.
Pero si utilizáis aplicaciones que requieren de una alta potencia como por ejemplo los videojuegos, entonces la temperatura subirá y es muy importante hacerle mantenimiento a vuestro laptop para cambiar la pasta térmica y limpiar por dentro el portátil.
Ahora viene la parte complicada y debemos avisar que en la mayoría de los casos hacer esto anula la garantía del fabricante, así que te recomendamos que no lo hagas si no tienes experiencia o si tu portátil está todavía en garantía. En todo caso, hazlo bajo tu responsabilidad y solo si nada de lo anteriormente explicado funciona.
Limpieza del interior de un portátil si se calienta demasiado
Antes de tocar nada, confirma que tienes a mano el kit básico para llevar a cabo lo siguiente que te vamos a contar:
- Destornilladores (normalmente Philips y en algunos portátiles TORX).
- Pasta térmica.
- Paño de microfibra.
- Spray de aire comprimido.
Necesitarás obviamente destornilladores tanto para quitar la tapa inferior del portátil como para desmontar su disipador. El tipo dependerá de tu portátil y del tipo de tornillos que utilice, así que nunca está de más hacerte con un juego de destornilladores que incluya de todos los tipos y tamaños.
Si pretendes cambiar la pasta térmica, obviamente tendrás que comprar también este componente. No es caro y tienes decenas de marcas y modelos disponibles, pero te recomendamos que no escatimes y compres una de calidad, ya que uno no hace este proceso muy frecuentemente (como mucho un par de veces en la vida del portátil).
Finalmente, también necesitarás un paño para limpiar y aire comprimido, ya que si el portátil se calienta demasiado es probable que las aletas de aluminio de los disipadores o los mismos ventiladores estén obstruidos.
Cómo abrir el portátil
Retirar la tapa inferior del portátil es normalmente muy sencillo:
- Dale la vuelta para acceder a la parte inferior.
- Quita todos los tornillos que veas.
- Haz un poco de presión en la tapa para retirarla.
- En algunos portátiles cuesta un poco y tendrás que ayudarte de un destornillador plano o, por ejemplo, de una tarjeta tamaño carnet o similar.
- Una vez retirada la cubierta inferior ya tendrás acceso al ventilador o ventiladores (que casi siempre son tipo blower como los que ves en la imagen de arriba),
- Si no quieres cambiar la pasta térmica, solo con quitar la cubierta ya podrás limpiarla con aire comprimido y el paño, pues esto podrá ayudarte también a mejorar la temperatura.
De hecho, incluso aunque vayas a cambiar la pasta térmica es algo que deberías hacer, para así poder trabajar con los componentes ya limpios. Si tu portátil se calienta demasiado, es probable que tenga bastante suciedad en su interior, en algunos de los componentes.
Desmontando los ventiladores
Antes de nada desconecta los ventiladores, fíjate en que cada uno tiene un cable que va conectado a la placa base. Pues bien, debes fijarte dónde está enchufado cada uno de ellos. Te recomendamos hacer una foto con un teléfono para que así te resulte más fácil volver a conectarlos de nuevo cuando tengas que volver a montar el portátil.
Hay portátiles en los que los ventiladores van unidos al sistema de refrigeración, pero lo normal es que no sea así. Tendrás que quitar entre uno y tres tornillos y poder sacar cada uno de ellos, lo cual te permitirá poder limpiarlos con un spray de aire comprimido. Cuando quites los ventiladores, asegúrate también de limpiar bien por debajo porque ahí suele acumularse también bastante suciedad.
Desmontando el disipador
Hecho esto ha llegado el momento de desmontar el disipador. Normalmente tendrá una serie de tornillos que dependen del portátil, pero que pueden ir desde solo 4 (en el socket del procesador) hasta multitud de ellos, dependiendo de si el portátil tiene gráfica dedicada y del tamaño del disipador en cuestión. Simplemente fíjate bien, saca fotos si es necesario y retira los tornillos necesarios. En el ejemplo de la imagen de abajo, son 8 los tornillos que hay que retirar, 4 en la zona de la CPU y 4 más en la de la GPU.
Ten en cuenta que te va a costar un poco quitar el disipador porque estará pegado por la pasta térmica y los posibles Thermal Pads incluso habiendo quitado todos los tornillos. No te preocupes, tira de él hacia arriba con firmeza, pero suavemente, y terminará despegándose. Hecho esto, puedes proceder a limpiar completamente el disipador, los ventiladores y la zona en la que estaban instalados.
Limpieza de la pasta térmica previa
Ahora debes limpiar los restos de pasta térmica tanto en la CPU y GPU como en el propio disipador. Hay líquidos específicos para ello, pero si no dispones de ello, puedes utilizar alcohol isopropílico y un poco de papel higiénico. Deben quedar limpios y brillantes.
Aplicar la pasta térmica
Una vez hecho esto, es hora de aplicar la pasta térmica. Aplica en el centro del die tanto de la GPU como de la CPU como un grano de arroz de pasta térmica y déjalo así. Cuando vuelvas a instalar el disipador, ese grano de arroz se extenderá por toda la superficie. En el caso de los portátiles, dado que no hay IHS hay que tener algo de cuidado al aplicarla.
Lo ideal es echar una cantidad ínfima de pasta térmica y extenderla haciendo una capa homogénea sobre el die, tras lo cual la dejaremos sin tocar los bordes del mismo. Si es TIM de metal líquido todo se complica, puesto que aquí sí que no nos podremos salir ni mover del die. Es recomendable pasar un bastoncillo de los oídos por los bordes para evitar que tras la presión del disipador esta rebose.
Y es que como seguro sabes, este tipo de pastas térmicas son realmente transmisoras de la electricidad, incluso la estática que generan los ventiladores y dado que estamos ante un sistema cerrado, que coge polvo y funciona a voltios y amperios realmente bajos y precisos, cualquier precaución para no cometer un error es poca.
Hecho esto, ahora debes volver a montarlo todo. Coloca con cuidado el disipador haciendo que coincidan todos los agujeros y vuelve a atornillarlo. Instala de nuevo el ventilador o ventiladores que desmontamos previamente y recuerda volver a conectarlos. Con todo ya conectado y atornillado, vuelve a poner la cubierta inferior y atorníllala también.
Con esto ya hemos terminado. Si tu portátil se calienta demasiado, cambiar la pasta térmica y limpiarlo bien por dentro y por fuera es una de las mejores cosas que puedes hacer para mejorar su temperatura.
Conclusión si un portátil se calienta demasiado
Como hemos visto, existen varios motivos por los que se puede sobrecalentar un ordenador portátil, y es que al final esto sucede también en cualquier tipo de hardware que sea de este estilo, y las soluciones suelen ser siempre las mismas. Y es que al final la acumulación de suciedad es un problema extremadamente grande que afecta a todos los ordenadores, sin importar el tipo del que sean, por lo que siempre debemos tener nuestro PC lo más limpio posible.
De todas formas, si hemos llegado al punto de haber hecho todo esto y seguimos teniendo problemas de temperatura, entonces es posible que sea necesario realizar un cambio, pero siempre debemos tener en cuenta que este contratiempo puede deberse únicamente a la suciedad acumulada o a una mala refrigeración.