Un disipador es un dispositivo desarrollado para eliminar el calor de un componente, y en el mercado actual hay cientos y cientos de modelos diferentes. Es por ello que, en este artículo, vamos a ver cuáles son estos tipos de disipadores y, sobre todo, qué tipo de disipador es el que más te conviene dependiendo del tipo de PC que tengas y del uso que le des.
Aunque ya hemos dado la definición de lo que es un disipador al comienzo del artículo, cabe decir que en dicha definición también podrían entrar las refrigeraciones líquidas (ya sean custom o AIO). Sin embargo, en este artículo nos vamos a centrar únicamente en la refrigeración por aire.
A grandes rasgos, hay dos tipos de disipadores: los que refrigeran de manera pasiva y los que lo hacen de manera activa.
¿Qué son los disipadores pasivos?
Un disipador pasivo es aquel que emplea la radiación para desprender el calor a la atmósfera. Pero lo hace sin la ayuda de la corriente de aire que suministra un ventilador. En esta categoría podemos encontrar, desde pequeños disipadores de aluminio o cobre, que se usan a veces para refrigerar chips individuales. Los podemos encontrar en productos de baja potencia, cómo pueden ser dispositivos del tipo SBC como por ejemplo las Raspberry Pi, tabletas y portátiles ultraligeros.
No obstante hay que tener en cuenta que la mayoría de los disipadores son pasivos de base y es la implementación de un ventilador para hacer entrar y salir aire caliente lo que los diferencia. A día de hoy con tal de reducir la cantidad de ruido tanto las tarjetas gráficas cómo las CPU apagan el ventilador de sus disipadores que pasan a funcionar como un disipador pasivo. Esto ocurre cuando hay reducciones de la velocidad de reloj por bajas cargas de trabajo.
Disipadores pasivos para procesador
Otro de los tipos de disipadores pasivos son los que se utilizan para las CPU, los cuales ya estaréis acostumbrados a ver de manera habitual. Se suelen ver con procesadores de bajo consumo, especialmente en equipos que buscan más el máximo silencio al funcionar, que no las prestaciones de rendimiento en bruto. Sin embargo, al depender tanto de la corriente de aire que los rodean, siempre será necesario que la caja tenga, al menos, dos ventiladores que creen la corriente de aire necesaria para expulsar todo el aire caliente que se va acumulando en el ambiente.
Es por ello que cuando llegamos a ciertos niveles de rendimiento y, por tanto, de calor emitido por un procesador es altamente recomendado que para este se use un disipador del tipo activo. En muchos casos nos encontraremos que este viene incluido en la caja, pero en otros no y deberemos proporcionarle uno. Tristemente, hay muchas CPU que no alcanzan todo su potencial por el hecho que sobre ellas se encuentra montado un disipador pasivo que le impide alcanzar su máximo potencial.
De paso recordaros que estos disipadores no son recomendables para ejercicios de overclock o de subida de reloj de la velocidad de reloj del procesador. Por lo que si estáis montando una estación de trabajo o un ordenador gaming entonces lo más recomendable es que prescindáis de este tipo de disipadores.
¿Qué es un disipador activo y de qué tipo hay?
En esta categoría se incluyen la gran mayoría de tipos de disipador para procesador y tarjeta gráfica. En ellos, un ventilador incorporado se encarga de generar una corriente de aire que impacta con las aletas de refrigeración. De esta manera, el calor se desprende de su superficie.
Los disipadores activos suelen acompañarse por materiales que ayudan a la eliminación del calor y a la reducción de la temperatura de los chips gracias a sus propiedades térmicas. Por lo que el coste de estos suele ser más caro de acorde con los materiales utilizados para su fabricación, dado que tienen mejores propiedades de disipación del calor. De ahí a que los diferentes materiales hagan hincapié en cómo están construidos los tipos de disipador de su hardware y que tengan más capacidades que los del tipo pasivo.
A continuación os vamos a describir las diferentes categorías de tipos de disipadores activos que podéis encontrar en el mercado de los componentes de hardware para PC. Todos ellos se utilizan ordenadores de sobremesa donde el mayor espacio disponible permite colocar unidades de
Disipadores por extrusión
Estos modelos se basan en un bloque de aluminio o cobre en el que se extruden las aletas de refrigeración. Suelen ser disipadores bastante básicos, con un rendimiento térmico bastante limitado. Muchos de los disipadores de serie de Intel y AMD se han fabricado siguiendo este esquema.
De hecho, este tipo de disipador es tan básico, que carece de heatpipes, por ello su rendimiento está por norma por encima de los pasivos, a menos que estos últimos sean de gama alta, donde sin ventiladores podrían superar a este tipo tan básico.
Disipadores de tipo concha
Estos modelos son más avanzados que los anteriores que acabamos de discutir. Suelen ser modelos con un perfil más reducido. Esto los hace perfectos para ser usados en cajas de tipo HTPC o similares, donde no hay demasiada altura disponible para el disipador. La gran ventaja que tienen este tipo de disipadores frente a los de tipo torre, es que refrigeran las zonas aledañas al socket de la placa base, ya que disponen de ventiladores de mayor tamaño y un sistema de fins más optimizado.
Disipadores tipo torre
Probablemente, el formato de disipador más extendido entre los usuarios. Estos modelos se caracterizan por tener las alteas de refrigeración apiladas en vertical, formando una torre (o varias). A fecha de hoy, este tipo es el que mejor rendimiento térmico es capaz de obtener. Su principal inconveniente sería que su gran tamaño hace que las cajas donde se instalen deban de tener la suficiente anchura para poder montarlos.
Si necesitas bajar mucho la temperatura de tu CPU sin duda debes optar por este tipo de disipador, ya sea en sus versiones de una sola torre como el que muestra la foto superior, o de doble torre, sin duda los más extremos a día de hoy.