La minería de criptomonedas requiere de equipos especializados para obtener el mejor rendimiento posible. El problema de estos equipos es el elevado coste de adquisición y también, el elevado coste de energía. Aunque te parezca increíble, puedes realizar minería con una Raspberry Pi, aunque debes saber que esto tiene cierto truco.
El mecanismo de minería más conocido es el de prueba de trabajo o PoW introducido en Bitcoin. Realmente, existen otros muchos métodos de minería, algunos mucho más eficientes como la prueba de participación o PoS. Este mecanismo ha sido adoptado por Ethereum, que ha pasado de usar el sistema PoW a este nuevo sistema PoS.
PoS es un mecanismo de validación de transacciones más sencillo que requiere de menos potencia de cómputo y menos consumo de energía. Debido a estas características, este proceso de validación se puede realizar con una simple Raspberry Pi, aunque, tiene ciertas condiciones.
¿Cómo funciona la minería de criptomonedas?
Sin entrar en detalles técnicos, la prueba de trabajo o PoW requiere que cada transacción realizada deba ser validada y agregada en un bloque. Alguien debe verificar que quien manda los fondos realmente los tenga y así los pueda obtener el receptor. Pero, ¿quién verifica este proceso?
Pues en las criptomonedas este proceso lo realizan los nodos validadores o mineros. Se encargan de verificar esta información de manera aleatoria. No se asigna una transacción a un minero, sino que van a un «pool» o una especie de zona donde van todas las transacciones. Las transacciones se quedan ahí hasta que un nodo validador la coge. Vale, pero, ¿qué criterio se sigue?
El criterio es muy simple: depende de la comisión o fee de la transacción. Los nodos validadores cogerán las transacciones según la cantidad de comisión establecida en la transacción, que será su pago por verificar que la operación es correcta. Esto quiere decir que, cuanto mayor sea la comisión, antes se validara la transacción.
Una vez la transacción es validada, esta se manda al siguiente paso, que es una especie de cola de espera para ser incluida en un bloque. Aquí las transacciones se meten en bloques por orden de llegada y hasta un cierto límite, que depende del tamaño del bloque.
Pongamos que estamos en una estación de tren y hay 500 pasajeros en fila esperando a subir al tren. El tren solo tiene capacidad para 300 pasajeros, así que se subirán los 300 primeros, el resto deberá esperar al siguiente tren. En Bitcoin, los bloques se generan cada diez minutos (aproximadamente), así que hay «trenes» cada diez minutos.
Generar un bloque es muy complicado, ya que requiere de gran potencia de cómputo debido a sus características. El hash o dirección del bloque depende del bloque anterior, las transacciones contenidas y otros parámetros adicionales.
Algo que pocos saben es que las transacciones se pueden modificar o revertir. Esto se puede realizar, siempre y cuando, la transacción no este ya en un bloque. Una vez la transacción está en un bloque es imposible de alterar, ya que cualquier intento de modificar la transacción altera el hash del bloque y la red lo rechazará. Cualquier actor malicioso que intente esta operación será expulsado de la red.
Cómo funciona el stacking
El proceso de validación de la prueba de trabajo requiere una enorme cantidad de capacidad de computo y energía. Debido, sobre todo al consumo de energía, muchos atacan a las redes que utilizan este mecanismo, destacando su ineficiencia. Así que se han propuesto diferentes modelos alternativos más amigables con el medio ambiente, por decirlo de algún modo.
Actualmente, el mecanismo más habitual es la prueba de participación o PoS. Este mecanismo no requiere de tanta capacidad de computo para realizar el proceso de validación de transacciones y generación de bloques. Se sigue realizando este proceso, pero de una manera muy simplificada.
Los nodos que realizan este proceso se les denomina validadores, ya no se les llama mineros. Simplementen verifican las transacciones de manera agil y validan los bloques creados de manera aleatoria.
Para suplir posibles riesgos de actores maliciosos, se establecen varios criterios de seguridad. El primero es una reserva de la moneda de la red a la que pertenece el nodo. Dicha reserva es una cantidad sustancial que se le quitara en caso de actuar de mala fe tratando de introducir transacciones o bloques falsos. Estos fondos se repartiran entre el resto de validadores legitimos.
Seguidamente, tenemos el criterio de volumen de reserva. La red establece una cantidad mínima, pero, el minero puede agregar tantas monedas como quiera de la red en cuestión. Cuanta mayor cantidad de monedas apueste (stacking) mayor será su peso en la red y mejor reputación tendra.
Adicionalmente, hay un terecer criterio y es el tiempo de conexión. Cuanto mayor sea el periodo que un nodo validador a esta operativo, mayor reputación tendra para la red.
Precisamente este es el modelo adoptado por parte de Ethereum desde 2021, que cambio su mecanismo PoW a mecanismo PoS. Los requisitos para ser nodo validador no son muy grandes y se puede hacer con, practicamente, cualquier sistema. El mayor requisito es una unidad de almacenamiento SSD de al menos 500 GB, ya que deberá almacenar toda la blockchain de Ethereum.
Ethereum ha establecido un mínimo de 32 Ether para entrar a ser un nodo validador. Hablamos de bastantes miles de euros, una cantidad elevada que busca disuadir a los posibles agentes maliciosos en la red.
Ahora que ya conoces los conceptos básicos, es hora de averiguar qué podemos hacer los usuarios de a pie para participar en el proceso.
¿Stacking de criptomonedas en una Raspberry Pi?
Ganar dinero en el mercado de las criptomonedas ha sido posible desde que el Bitcoin introdujo el concepto de la minería. Sin embargo, minar criptomonedas requiere una gran inversión inicial en hardware, y los requisitos de recursos que hacen posible que esto sea rentable son realmente muy elevados. El hardware utilizado para minar criptomonedas a gran escala puede ser increíblemente costoso de tener e incluso de mantener (no olvidemos los costes eléctricos), provocando que minar criptomonedas ya no sea rentable salvo para unos pocos afortunados.
Ethereum es la segunda criptomoneda más grande, adoptando el mecanismo de prueba de participación como hemos indicado antes. Esto significa que siempre que tengas una cierta cantidad de ETH en tu cartera, podrás participar en el proceso de validación de nuevas transacciones a cambio de recompensas, y es ahí donde el contar con una Raspberry Pi preparada para ello entra en escena.
Así pues, ¿es posible hacer stacking de criptomonedas con un hardware tan liviano como el de una Raspberry Pi? La respuesta es sí, pero con una advertencia importante: la memoria. Para hacer stacking de criptomonedas en una Raspberry Pi necesitas el modelo más nuevo de este pequeño PC en su variante de memoria más alta; la Raspberry Pi 4 de 8 GB es la única que puede hacer frente al algoritmo Ethereum Proof of Stake debido a los altos requisitos de RAM del software de validación.
Otra pieza de hardware no opcional que necesitarás es una unidad de estado sólido externa de al menos 1 TB de capacidad. La cadena de bloques de Ethereum ocupa ahora mismo unos 200 GB y crece cada día, así que 1 TB de capacidad debería mantenerte en funcionamiento durante varios años sin demasiados problemas, pero no recomendaríamos una capacidad menor por ahora. Además de estas dos consideraciones, el proceso de stacking de criptomonedas no es extremadamente potente ni requiere de muchos recursos, así que una Raspberry Pi te dará toda la potencia necesaria para ello sin demasiados problemas.
Existe un requisito adicional para poder participar en este proceso y obtener ingresos sin tener que hacer nada, y es que el mínimo de ETH que necesitas tener en tu cartera es de 32, que en el momento de escribir este artículo equivaldrían a unos 53.600 euros, una cantidad considerable que se ha establecido así para que no se sature la red de activos intentando ganar dinero de manera pasiva por este método.
Cómo configurar Raspberry Pi para hacer stacking de ETH
Existen dos enfoques diferentes para comenzar a hacer stacking de Ethereum en una Raspberry Pi: el primero es un script automatizado que buscará e instalará automáticamente el software necesario, mientras que el segundo enfoque implica configurarlo todo manualmente. Si no estás familiarizado con la Raspberry Pi o cómo funciona el sistema operativo Linux, sin duda apreciarás la existencia del primer método.
Una vez que tengas tu Raspberry Pi en funcionamiento, simplemente visita la página web de documentación de Prysm para obtener las instrucciones más recientes. Asegúrate de seguir los comandos de la pestaña ARM64, ya que esa es la arquitectura de hardware en la que se basa la Raspberry Pi.
Lo siguiente que debes hacer es elegir entre ejecutar tu nodo de stacking en la red de prueba de Ethereum o en la principal. Como sugiere su nombre, la red de prueba se utiliza para experimentar con los nuevos cambios y, en consecuencia, no implica dinero ni ETH reales. Esta red de prueba, llamada Pyrmont, es perfecta para probar si tu hardware y configuración funcionan adecuadamente. Cuando decidas pasar a la red principal, en este manual de explican todos los pasos que debes seguir.
Al final de esta guía, tu Raspberry Pi debería quedar ya configurada y funcionando como nodo de validación de Ethereum. Desde este punto, simplemente debes procurar que el dispositivo quede encendido 24/7 para una mayor rentabilidad.
¿Y qué hay de otras criptomonedas que no son Ethereum?
Como has visto, en realidad no se trata de minar criptomonedas con una Raspberry Pi sino de hacer de nodo de validación, así que es inevitable preguntarse si esto es válido solo para Ethereum o si se puede utilizar con otras divisas, especialmente teniendo en cuenta ese requisito de poseer 32 ETH para poder entrar.
La respuesta es que hay otras criptodivisas que también utilizan este mismo método y cuyos requisitos son inferiores, si bien es cierto que los beneficios también lo son. Criptomonedas como NAV Coin, VeChain y NEO también funcionan de manera similar con una Raspberry Pi, así que siempre puedes valorar si te sale a cuenta iniciarte en ello o no.