De igual forma a como limpiamos nuestra casa o el coche o le cambiamos el aceite a este último, el ordenador también necesita cierto mantenimiento para que pueda permanecer en buen estado el máximo tiempo posible, y por supuesto limpiar a fondo el PC es una tarea que, si bien es ardua y a nadie le gusta hacerlo, sigue siendo necesaria cada cierto tiempo.
En este artículo te vamos a contar todo lo que deberías hacer y cómo hacerlo para realizar una limpieza y desinfección completa del interior de tu PC, de la manera más fácil posible y, por supuesto, segura, para que los componentes puedan rendir a su mejor nivel sin polvo o restos de cualquier material que haya caído sobre ellos.
La limpieza del interior del PC la deberías realizar de forma periódica, pero esa limpieza que todos solemos hacer cada cierto tiempo podríamos decir que es «por encima» y no una limpieza a fondo como tal, y es que para limpiar completamente tu PC lo primero que debes saber es que deberás desmontar hasta el último cable, de manera que puedas acceder a todos los rincones del interior y, todo sea dicho, puedas limpiar también los propios componentes.
¿Necesitarás desmontar todos los componentes?
Y cuando decimos todos, es todos. Si quieres de verdad realizar una limpieza a fondo de tu equipo tendrás que retirar uno a uno todos los componentes y eso incluye quitar incluso la placa base para poder limpiarla adecuadamente por delante y por detrás, así como la plancha metálica sobre la que se monta. Como siempre, os avisamos de que este tipo de tareas de mantenimiento deben llevarse a cabo con los materiales y herramientas adecuadas para evitar producir daños. Sobre todo a la hora de manipular líquidos.
Es muy importante que también desmontes todos los ventiladores de la caja y, de hecho, también el disipador para aprovechar y cambiar la pasta térmica. Lo de los ventiladores es porque son el componente que mueve el aire dentro y fuera de la caja y por lo tanto son los componentes que más polvo suelen acumular por norma general. Igualmente, puede ser una buena idea desconectar todos los cables para limpiarlos también, ya que también suelen acumular polvo y suciedad aunque parezca difícil.
Cómo limpiar el PC y todos sus componentes
Hay mucha gente que piensa que con darle con un spray de aire comprimido (o incluso con la aspiradora) al interior del PC ya queda limpio, pero nada más lejos de la realidad: haciendo eso solo estarás moviendo la suciedad de un lado a otro. Sí que te vamos a recomendar utilizar aire comprimido en algunos pasos de esta guía, pero solo para cosas concretas y, de hecho, te recomendamos hacerlo si te es posible en el exterior (ya que saldrá suciedad que se repartirá por el interior de tu casa de lo contrario). Existen otros elementos que debéis tener cerca para dejar el interior de vuestro PC como la patena.
Limpiar la caja del PC
Asumimos que ya has desmotado todos los componentes y te dispones a limpiar la caja del PC, que debería estar solo con el chásis y los laterales desmontados en este punto. Nuestra recomendación aquí es que utilices un paño de micro fibra con un poco de producto de limpieza (que perfectamente puede ser un quitapolvo) para limpiar bien los dos laterales, ayudándote si es necesario de una herramienta puntiaguda (como un destornillador) siempre cubierta con el trapo para llegar a los rincones difíciles.
En cuanto a la limpieza del resto de la caja, lo más fácil es utilizar ahora sí un spray de aire comprimido, siempre en el exterior, para quitar la mayor parte de la suciedad, para luego igual que hiciste con las tapas laterales, limpiar todo el interior y exterior con el trapo haciendo especial énfasis en las rejillas, ya que es donde más suciedad se acumula.
Si tu caja es de las que tienen muchos recovecos difíciles de llegar hay una solución alternativa, que si bien no recomendamos hacer puede llegar a ser bastante efectiva. Esta solución consiste, literalmente, en desmontar o sellar con cinta aislante el panel de conexiones (imprescindible) y meter la caja bajo la ducha, eliminando toda la suciedad con agua. Luego es importante secarlo todo en seguida con papel de cocina o similar, o incluso ayudándote de un secador de pelo. Es algo bastante radical y que puede llegar a dañar tu caja (especialmente el panel de conexiones), pero también es efectivo. En cualquier caso, repetimos que no recomendamos hacerlo así.
Limpiar el disipador (o radiador)
Dependiendo del tipo de disipador que tengas la limpieza puede ser más fácil o más difícil. Si tu disipador es de aire y de tipo torre o doble torre es bastante sencillo limpiarlo porque literalmente, tras desmontarlo puedes meterlo bajo el grifo y luego secarlo con papel de cocina y un secador. Aquí no hay peligro de que se estropee nada por culpa del agua ya que los disipadores tienen una capa anti corrosión, y si los secas en seguida no se oxidarán.
Si el disipador es de tipo concha también puedes hacerlo así, pero asegúrate de desmontar antes el ventilador, claro, ya que éste si se dañará si se moja. En cualquier caso también tienes la opción de limpiarlo con el paño de microfibra despacio y con cuidado de no doblar ninguna de las aletas de aluminio, ayudándote si quieres inicialmente con un spray de aire comprimido para eliminar la mayor parte de la porquería.
Si tu disipador es de refrigeración líquida y necesitas limpiar el radiador, no te recomendamos meterlo bajo el grifo bajo ningún concepto; lo que te recomendamos es darle con un spray de aire comprimido en una zona exterior, o si tienes mucho cuidado con un aspirador de mano, ya que eso eliminará casi toda la suciedad. Luego repásalo todo con el paño de micro fibra para dejarlo bien limpio y retirar la suciedad. Confirma que la estás quitendo, no repartiendo por la superficie o moviéndola de sitio.
Cómo limpiar adecuadamente los ventiladores
Como hemos mencionado antes, los ventiladores son el componente más propenso a llenarse de polvo y por lo tanto su limpieza es de suma importancia. Con el ventilador desmontado y en una zona exterior puedes empezar quitando la mayoría de la suciedad con aire comprimido, pero sujeta una de las aspas porque de lo contrario harás que gire. También puedes limpiarlo con una brocha y luego, metiendo los dedos con cuidado, utilizar el paño de micro fibra para dejarlo completamente limpio.
De hecho, en cualquier caso es siempre recomendable darle una buena pasada final utilizando el paño de microfibra, que será tu mejor aliado a la hora de limpiar el PC por dentro. Si quieres puedes ayudarte de bastoncillos para los oídos para las zonas de difícil acceso hazlo porque así eres más preciso retirando la suciedad. No intentes utilizar otras herramientas menos amigables y que no permitan un accesos fácil a estas zonas.
Limpia bien la tarjeta gráfica
La tarjeta gráfica es un componente bastante delicado, así que te recomendamos extremar las precauciones a la hora de limpiarla. Si se pueden desmontar los ventiladores sin desmontar el disipador, entonces te recomendamos hacerlo y limpiarlos igual que en el punto anterior; si no, intenta limpiarlos con el paño metiendo el dedo debajo de las aspas pero intentando no doblarlas. Lo que no te recomendamos con la gráfica es que uses aire comprimido porque podría dañarse algo.
Si la suciedad está muy incrustada, puedes utilizar alcohol isopropílico en un papel de cocina, pero no te recomendamos usar toallitas de bebé porque tienen producto que puede ser nocivo para el plástico y dañar las zonas por las que restreguemos. En este punto, recuerda usar el producto que te indicamos, no intentes hacerlo con otros.
Si tu gráfica tiene ya mucho tiempo y estás empezando a tener problema de temperaturas podría ser hora de desmontarla completamente para limpiar en condiciones el disipador y de paso cambiar la pasta térmica, pero eso ya es arena de otro costal ya que requerirás de echarle más tiempo, quitar piezas y luego volver a montarlas para que la gráfica siga funcionando con su mejor cara.
Cuidado con la fuente de alimentación (y la placa base)
De nuevo estamos ante componentes que son bastante delicados. Con la fuente de alimentación no te recomendamos abrirla para limpiarla salvo que esté extremadamente sucia, e incluso así, te recomendamos tener muchísimo cuidado y utilizar el paño de micro fibra con alcohol isopropílico y no aire comprimido. Con la placa base exactamente igual, no utilices aire comprimido para que no se dañe nada y en su lugar usa un paño y alcohol isopropílico para su limpieza.
Para la placa base puedes ayudarte de una brocha de pelo suave para quitar la mayor parte de la suciedad en primera instancia, algo especialmente útil para limpiar los zócalos PCIe, los de la memoria RAM y las conexiones. Realmente con tal de tener el máximo cuidado posible no debería haber ningún problema, recomendamos principalmente utilizar una brocha por el simple hecho de que si ejercemos demasiada fuerza sobre ciertos componentes que tiene la placa base, podríamos terminar rompiéndolos, algo que obviamente no queremos que pase.
Estos son los dos componentes con los que más cuidado debemos tener por motivos obvios, y es que un fallo en uno de los dos puede terminar destrozando el resto de piezas que tiene nuestro ordenador, poniendo el foco de atención, obviamente en la fuente de alimentación. En caso de tener una modular, también recomendamos que echéis un vistazo si alguno de los conectores que habéis dejado sueltos tienen polvo, ya que se nos puede pasar por alto revisar esto, y al final sigue siendo una acumulación de suciedad que puede afectar al rendimiento del PC.
Discos duros, SSD y demás componentes
Para limpiar los discos duros mecánicos y SSD en formato de 2,5 pulgadas tan solo deberás limpiarlos con la brocha inicialmente y luego con nuestro gran amigo el paño de microfibra para dejarlos como los chorros del oro. Para este tipo de componentes obviamente no hay mucho más que decir, ya que al final debemos poner el foco en la suciedad que puede tener la propia estructura así como los conectores y los cables, para eliminar el mayor rastro de polvo posible, ya que el interior no debería acumular suciedad al estar sellado.
Ahora bien, si tienes SSDs en formato M.2 deberás desmontarlos y te recomendamos darles solo con el paño para evitar posibles daños, en caso de tener un disipador incorporado no hace falta que retiréis este, ya que con el mismo paño podéis eliminar todo el polvo posible que se haya acumulado. No hay mucho más que añadir aquí, ya que estos componentes realmente no presentan ningún tipo de dificultad al limpiarlos, pero al final siempre os recomendamos que tratéis todas y cada una de las piezas de vuestro PC con el mayor cuidado posible.
Para finalizar, también podemos indicaros que limpiéis a fondo los cables que hay en el ordenador, siendo estos, seguramente, con los que menos cuidado podéis tener ya que a no ser que estén en mal estado no deberían presentar ningún tipo de problema. Obviamente en el caso de que veáis un cable que tiene algún tipo de rotura o similar, lo más recomendable es que lo cambiéis, si podéis hacerlo obviamente, ya que puede ser que sea un cable de la PSU que no ha pasado por su mejor momento.
Aprovecha y cambia la pasta térmica al disipador
Ya que tienes ahora todo desmontado y limpio, tendrás que volver a montar el disipador así que no te queda otra que cambiar la pasta térmica que tenías. En esta web tienes un tutorial para hacerlo, pero te recomendamos tener a mano las instrucciones de montaje de tu disipador si no tienes práctica. No es demasiado complicado y tampoco deberías tardar mucho tiempo, teniendo en cuenta que es sencillo y realmente importante, lo mejor que puedes hacer es tener en mente cambiarla siempre que vayas a hacer una limpieza completa del PC, ya que suelen hacerse cada 5 o 6 meses.
Tener un tubo de pasta térmica en casa siempre es una buena idea (ya que lo recomendable es cambiarla cada 6 meses o un año), y no son demasiado difíciles de conseguir, además de que los precios que tienen son bastante bajos.
Tras limpiarlo, será como tener un PC nuevo
Ahora que ya tienes todos los componentes limpios de forma individual, es el momento de volver a montarlo todo, y para ello ya te hemos enlazado una guía al principio de este artículo. Simplemente, mientras realizas el montaje te aconsejamos fijarte, ya que todos los componentes van a pasar de nuevo por tus manos, que están completamente limpios, o de lo contrario puedes repasarlos de nuevo antes de montarlos.
No hagas como en los gag cómicos en los que alguien desmonta un aparato y, al volverlo a montar, se encuentra con que tiene más tornillos de los que había al principio. Es importante que cada uno de ellos, así como los cables, fajas, adaptadores, etc. los tengas bien localizados en la mesa de trabajo, si cabe con post-it en los que dejes escrito a qué parte del PC pertenecen. Todo con el objetivo de que a la hora de volver por nuestros pasos, no quede nada sin atar, sin apretar o sin conectar. Porque si no es así, lo mismo podríamos tener un precioso ordenador limpio como una patena pero que ha dejado de funcionar.