Cuando compras un nuevo PC mucha gente se pregunta si podría vender el viejo para recuperar algo de la inversión, pero a veces es complicado saber cuánto dinero deberías pedir para no pasarte ni quedarte corto, y que la operación termine en un precio justo. En este artículo vamos a tratar de ayudarte para que puedas valorar cuánto cuesta vender tu viejo PC a la hora de ponerlo a la venta.
Son muchos los usuarios que deciden vender su viejo PC en lugar de reutilizarlo para otros menesteres, o regalarlo a algún familiar o amigo. Es algo normal, porque al fin y al cabo si no lo vas a utilizar, ¿para qué quieres tenerlo ocupando sitio? Máxime cuando en esto del hardware, cuanto más tiempo pasa y más viejo es un componente, más se devalúa. Así que es la hora de sacarnos unas perrilas para ver si, con lo obtenido, podemos hacer que el nuevo ordenador nos salga un poco más barato.
De todas formas, llegados a este punto en el que tienes claro que vas a cambiar de PC, lo mismo si la valoración que obtienes es muy baja te interesa quedarte con el ordenador y darle otro uso para tareas de almacenamiento ocrear un servidor dedicado par contenidos multimedia o fotos y vídeos. En Hardzone tenemos artículos que te ayudan a transformar esas viejas carracas en equipos con una utilidad muy definida que, seguramente, acaben por devolverte a la larga el dinero que has decidido no cobrar vendiéndolo a precio de saldo.
¿Por cuánto puedes vender tu viejo PC?
Lo primero que debes tener en cuenta, incluso antes de que te pongas a valorar cuánto te costó comprarlo en su momento, es la edad y el tipo de uso que le has dado. No es lo mismo un PC gaming que ha sido exprimido para jugar de manera intensa durante cinco o seis años, que un ordenador de oficina que ha disfrutado de vacaciones buena parte del tiempo. Igualmente, debes tener en cuenta que si tenías montado un sistema de minería de criptomonedas encendido 24×7, esos componentes de hardware habrán perdido mucho más valor.
Como referencia y dependiendo del componente, a continuación os dejamos una pequeña referencia del porcentaje de devaluación para los distintos componentes de hardware de un PC de segunda mano, dependiendo de la edad que tengan y del tiempo transcurrido desde su lanzamiento (ojo, no confundir con el momento en el que nosotros lo compramos):
- Menos de un año: resta 20% a su valor completamente nuevo.
- Entre 1 y 2 años: resta entre un 25 y un 30% a su valor original en tienda.
- Más de 2 años: estamos en el punto crítico porque ya no tiene garantía, así que hay que restar entre un 40 y un 50% de su valor original.
- Entre 3 y 5 años: resta un 60%.
- Más de 5 años: resta entre un 60 y un 75% a su valor nuevo.
Todo lo anterior, por supuesto, depende del tipo de uso que haya tenido, el estado en el que se encuentre y el componente que sea, ya que no envejece igual, por ejemplo, una fuente de alimentación o una tarjeta gráfica que unos cuantos módulos de memoria RAM o una unidad de almacenamiento SSD que haya tenido mucho trajín de escritura y lectura de datos sobre ella.
Una vez que has valorado el tipo y el tiempo de uso que ha tenido tu equipo, debes desglosar sus componentes de hardware. Aquí lo ideal es que busques las piezas concretas, o al menos similares, en foros y tiendas online de venta de segunda mano para comprobar cómo se valora dentro del mercado. Vender el PC completo está bien, pero lo mismo quien quiere comprarte prefiere solo un componente que necesita para completar su equipo en casa.
Por ejemplo, pongamos que tu viejo PC contaba con una GTX 970, una gráfica que en su momento era de gama media-alta y que costaba en torno a los 350 euros. Si has estado utilizándola en un PC gaming durante cuatro o cinco años no puedes aspirar a pedir 300 euros por ella, ni tan siquiera 200 porque aquí hay que tener en consideración su equivalencia en rendimiento dentro del mercado actual del hardware equivalente.
Aproximadamente, esa GTX 970 es inferior a una GTX 1660 en cuanto a rendimiento, y éstas tienen un precio que ronda los 200-230 euros hoy en día. Teniendo eso en consideración y si añadimos el hecho de que la gráfica tiene entre cinco y seis años, nuestro precio de venta debería rondar los 100 ahora mismo, incluso menos si tienes en cuenta la competencia que te vas a encontrar de otros usuarios intentando vender sus GTX 970 al mismo tiempo.
¿Afectó el bum de la minería de Ethereum?
Las criptomonedas ya sea Bitcoin, Ethereum u otras, tienen ciclos alcistas y bajistas. Esto quiere decir que hay periodos donde el precio sube mucho y luego este vuelve a bajar hasta ciertos límites. Durante los procesos alcistas se da una importante adquisición de tarjetas gráficas para realizar el proceso de minería y cuando es al revés, todo ese excedente de hardware invade el mercado a precios de auténtica ganga, aunque muchos de esos componentes ya han perdido buena parte de su nivel máximo de rendimiento.
Bitcoin tiene un algoritmo que lo hace amigable con los ASIC y poco interesante para la minería con tarjetas gráficas. Ethereum está desarrollado para que la minería se realice mediante tarjetas gráficas. Para esta criptomoneda se integra un archivo denominado DAG que aumenta su tamaño cada 14 días (aproximadamente) y que se almacena en la VRAM de la gráfica. Sin este archivo no se puede realizar la minería.
Al haber existido una fuerte demanda de gráficas para la minería de Ethereum, el precio aumentó. Y no solo su coste, también su valor en el mercado de segunda mano. Esto se debe a que los modelos nuevos son extremadamente caros e inaccesibles y los usuarios optan por estas gráficas ya usadas. Al aumentar mucho la demanda en el mercado de segunda mano, los precios aumentan rápidamente. Para el comprador gaming que solo quiere jugar esto es un gran problema, pero para quien vende es un negocio redondo.
Habitualmente estos periodos duran entre 12 y 16 meses. Así que si te encuentras en una de estas zonas valle de caída de la minería de criptomonedas (como el actual y tiene pinta de que va a or para largo) es posible que el precio se haya devaluado un poco. Pero si no tienes prisa, espérate por si produce un alza y, así, aprovechas para sacarte unos euros de más. En el caso de las gráficas no creáis que se valoran muy bien si han sido muy explotadas trabajando a destajo con la minería por lo que ten en cuenta también estos pequeños inconvenientes.
Estudia bien el mercado de segundo mano
Antes de vender asegúrate de dar una vuelta por las páginas web, aplicaciones y lugares comunes de venta de segunda mano para recabar información para vender tu viejo PC, con ello podrás hacerte una idea de lo que está dispuesta a pagar la gente y crear relaciones persona a persona donde siempre podrás obtener más beneficio que en una tienda de productos usados.
Es importante estudiar el escenario, no sea que malvendas tu PC por un precio por debajo de lo esperado, o que te pases de precio y no encuentres potenciales compradores, alargando el proceso de venta y, al mismo tiempo, ayudando a que se devalúe todavía más. Así que es clave para acertar intuir cuál es el instante en el que bajamos el precio lo justo para que termine por sernos rentable.
Lo mejor, si tenemos poca idea del precio de venta real, es buscar modelos parecidos y poner un valor por encima de ellos. Comenzaremos a obtener ofertas mucho menores, algo muy habitual en plataformas como Wallapop. En ese momento podemos quedarnos, una vez que hayamos recibido bastantes, con la más alta, y ver si realmente nos compensa reducir su precio hasta ese punto o no, y de ser así, intentar sacarle un poco más o dejarlo ahí.
La venta por piezas puede ser una solución más sencilla
En muchas ocasiones, vender un ordenador completo puede resultar bastante complicado, por lo que tendríamos que optar por tasar cada uno de los componentes y desmontarlos para poder recuperar algo del dinero que invertimos a la hora de comprar nuestro ordenador. En caso de los ordenadores más antiguos, es posible que hayamos actualizado ciertas piezas en los últimos años, lo que nos ha llevado a invertir un poco más antes de tener que cambiarlo por completo, pero está claro que aun así es posible que estas no podamos venderlas por demasiado.
Siendo realistas, el mercado de los componentes de segunda mano atrae a mucha gente que quiere comprar hardware barato, pero que tampoco quiere que hayan sido utilizados de una forma excesiva, lo que implica que los ordenadores o componentes que tengan muchos más años serán más complicados de vender. Si tomamos como ejemplo las tarjetas gráficas, actualmente es posible que haya personas que puedan buscar comprar una 2080 de segunda mano, pero lo que es posible que no veamos es a alguien tratando de comprar una 1080.
Esto implica que si por ejemplo tenemos un procesador de hace unos dos o tres años que cambiamos junto con la placa base y la RAM, pero tenemos una gráfica mucho más antigua, es posible que tengamos que vender el procesador, la placa base y la RAM, mientras que nos tendríamos que quedar con la tarjeta gráfica. Esta al final es una de las mejores soluciones que podemos encontrar si queremos recuperar un poco del dinero invertido, ya que en muchos casos habrá componentes que no vamos a poder vender.
Además, como recomendación final, a la hora de vender un ordenador antiguo o por piezas, siempre hay un componente que no deberíamos vender, el disco duro, principalmente por el hecho de que aunque sea antiguo, mientras siga funcionando siempre podemos incorporarlo en otro PC para aprovechar un poco de almacenamiento extra.
Caso práctico
Supongamos que tenemos un PC gaming equipado con el siguiente hardware que, todo hay que decirlo, ya tiene un cierto tiempo:
- Procesador: Intel Core i5-6600K
- Disipador: Scythe Mugen 5
- Placa base: ASUS Prime Z270M-Plus
- Memoria RAM: 2×8 GB G.Skill Trident Z DDR4-3000 MHz
- SSD: Crucial MX500 250 GB
- Tarjeta gráfica: AMD Radeon Vega 64
- Fuente de alimentación: Corsair RM650x
- Caja: Thermaltake Core V21
- Ventiladores adicionales: 2x Corsair ML120
El equipo tiene ya más de seis años (2018) en el momento que lo queremos vender, y su utilización ha sido para gaming esporádico, no intensivo, de aproximadamente 8-10 horas semanales. Comprado nuevo, el precio de este PC rondaba en su momento los 1.500 euros (sobre todo por la gráfica) pero, ¿cuánto podríamos pedir por este viejo PC en el mercado de segunda mano unos años más tarde?
Teniendo en cuenta la edad, el uso y el hardware del equipo, una tasación realista por sus componentes sería aproximadamente el siguiente que os dejamos justo aquí debajo (no es una regla invariable pero sí una media aproximada de lo que es posible conseguir).
- Procesador: unos 50€.
- Placa base: unos 30€.
- Disipador: unos 15€.
- Memoria RAM: unos 20€.
- SSD: unos 20€.
- Tarjeta gráfica: unos 60€.
- Fuente de alimentación: unos 40€.
- Caja: unos 20€.
- Ventiladores extra: unos 15€.
En total, esta tasación suma unos 270 euros, así que para redondear podríamos vender este viejo PC por unos 300 euros sin miedo a creer que lo estamos rebajando demasiado. Fijaos que, tras menos de tres años, el equipo se vendería por un tercio de lo que costó, porque ha pasado el punto crítico de los dos años que es cuando la mayoría de componentes comienzan a perder su garantía (aunque ahora en España esta es de 6 años, por lo que podrían aguantar un poco más por encima de su valor) y los usuarios dejan de interesarse por ellos salvo que medie un precio que los convierta en irresistible. Y ese será, precisamente, tu cometido.
Si este fuese mucho más viejo, la mayoría de esos componentes no valdrían nada y lo mejor sería intentar vender, de forma individual, las piezas que aún tuvieran algo de valor. O, incluso, adquirir un nuevo PC sin las que pudiésemos reutilizar del antiguo, ahorrándonos así un buen pico en el nuevo. La unidad SSD, caja o incluso los ventiladores o RAM podrían servir perfectamente para montar uno superior.