Cuando vamos a comprar un ordenador, está claro que una de las cosas que buscamos es que funcione perfectamente, pero el coste de uno completamente nuevo puede suponer un gran problema teniendo en cuenta que las piezas nuevas pueden ser muy caras. Por ello podemos optar por comprar hardware de segunda mano, que ya se ha usado, y que suele ser bastante más barato, pero existen una serie de problemas al hacer esto que debemos tener siempre en cuenta.
Los componentes de nuestro ordenador pueden sufrir un desgaste muy grande dependiendo del uso que le demos, por lo que cuando compramos alguno de segunda mano debemos siempre verificar para que se ha utilizado, ya que puede ser que por intentar ahorrar dinero, terminemos teniendo que hacer varias compras adicionales.
El principal problema de comprar hardware usado
Una de las cosas que nos ha enseñado el mercado de reventa, es que el vendedor siempre va a intentar sacar el mayor precio posible por el producto, incluso si este no se encuentra en las mejores condiciones posibles. En el caso de los componentes para PC esto es un problema extremadamente grande, al igual que si comprásemos un coche, una moto o una televisión, las piezas de un ordenador pueden haber sufrido un trato bastante malo por parte de su anterior dueño, haciendo que comprarlas pueda suponer un riesgo para nuestro presupuesto.
En estos casos nos referimos a aquellos productos de segunda mano cuyo uso tiene que ver directamente con prácticas que les hacen pasar por un estrés considerable, como por ejemplo las tarjetas gráficas que se han utilizado para minar criptomonedas. Para evitar que esto suceda, debemos tratar de conseguir la máxima información posible sobre el producto, pero también podemos tratar de averiguarlo por nosotros mismos una vez lo tengamos, aunque por si acaso, es mejor comprobarlo antes de comprarlo, por lo que pueda pasar más tarde.
Esto no implica que todo el hardware de segunda mano que hay en el mercado sea de mala calidad por el uso extremo que le ha dado su antiguo dueño, pero si que debemos saber que hay una gran cantidad de productos así. En conclusión, uno de los mayores problemas que vamos a encontrar con el hardware de segunda mano no son las estafas como tal, sino más bien un producto legítimo que tiene un desgaste extremadamente alto.
Cómo evitar problemas a la hora de comprar componentes de segunda mano
Para empezar, como bien hemos dicho antes, una de las formas más sencillas de evitar que nos pase cualquier cosa cuando compramos hardware usado es verificar (a poder ser con el vendedor delante), que el producto que vamos a comprar funciona en condiciones óptimas. Para evitar esto, podemos optar por utilizar tiendas que nos permitan reclamar en caso de que algo no funcione como debería, evitando el trato directo con el vendedor.
Pero por otra parte, existen los productos reacondicionados, que realmente no se pueden tratar como de segunda mano ya que técnicamente la mayoría no se han llegado a usar, y es que muchos de ellos son productos no deseados o defectuosos que se han devuelto a la tienda para su reparación y reventa. El mercado de los reacondicionados nos ofrece una alternativa más fiable teniendo en cuenta que hay tiendas especializadas que los ofrecen, junto con una garantía que podemos aprovechar en caso de que este vaya mal