Con el paso del tiempo, al final todos los PCs y portátiles terminan quedando obsoletos y tenemos que comprar uno nuevo. Llegado ese caso, ¿qué es lo que deberías hacer con tu PC viejo? En este artículo vamos a contarte los pasos que deberías seguir para convertir un viejo PC en un servidor casero de lo que necesites, y sin gastar nada de dinero.
El concepto «servidor casero» es tremendamente amplio, y ahí dependerá de ti y de tus necesidades. Por ejemplo, podrías crear un servidor para streaming multimedia en los dispositivos de tu hogar, un servidor de archivos, de descargas, de FTP, de Minecraft… lo que se te ocurra. Eso queda en tus manos, porque lo que nosotros vamos a explicarte a continuación son las pautas y recomendaciones a la hora de preparar el viejo equipo para convertirlo en lo que necesites.
Cómo montar un servidor casero
Si tienes un ordenador que ya no utilices, le puedes dar una nueva vida en forma de servidor casero. Es por ello que os vamos a describir los pasos que tienes que seguir para poder realizar dicha adaptación de la forma más fácil posible. La idea del servidor es que pueda acceder a sus funciones no solo desde tu propia red local, sino también si es necesario desde cualquier dispositivo conectado a internet. Por otro lado, recuerda que el objetivo es que este se encuentren encendido las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Por lo que de entrada retira cualquier dispositivo que aumente de forma exponencial su consumo.
Recuerda que el tirar a la basura sin causa justificada nuestros equipos de hardware en muchos lugares esta penado con multas si no se hace de manera correcta. Y si tu viejo PC es totalmente funcional, ¿por qué no darle una nueva vida?
Limpia a fondo tu «nuevo» servidor casero
Con el uso es inevitable que entre suciedad al interior del PC, y si hablamos de un PC viejo es bastante probable que esté bastante sucio. El primer paso que deberías realizar es una limpieza a fondo de tu antiguo PC y, de hecho, si tienes algo de experiencia en montar hardware, deberías desmontar completamente cada una de sus piezas para poder limpiarlas correctamente, y volver a montarlo todo de nuevo una vez limpio.
Incluso si no tienes experiencia, deberías abrir el equipo y limpiarlo bien por dentro, con cuidado de no dañar ni desconectar nada, con el objetivo de que quede lo más limpio -y silencioso- posible y que así pueda seguir funcionando durante el mayor tiempo posible.
Opcional: instalar más discos
Ya que vas a abrir el equipo para limpiarlo por dentro, y siempre dependiendo del uso que vayas a darle a tu «nuevo» servidor casero, puede ser una buena idea aprovechar para instalarle más almacenamiento, siempre que tengas discos duros por casa sin utilizar. De esta manera, dotarás al equipo de una mayor capacidad de almacenamiento que podrás aprovechar, y esto te vendrá especialmente bien si pretendes usarlo como servidor de almacenamiento de archivos o como servidor multimedia.
Igualmente, este paso opcional dependerá de si tienes discos duros disponibles, así como si en la caja hay espacio para instalarlos, si la placa tiene conectores SATA suficientes, y si tienes cables (tanto de alimentación como de datos) disponibles. En todo caso, tener un servidor casero de gran capacidad donde almacenar el contenido multimedia, la fotos, vídeos y demás recuerdos siempre es algo que se agradece tener a mano.
Formatea el equipo
Partiendo de la base que has comprado un PC nuevo y que ya lo tienes funcionando con todo lo que necesitas, asumimos que ya no tienes que hacer copia de seguridad de ningún dato del PC viejo que vas a reutilizar, así que el siguiente paso es formatearlo. De esta manera, tendrás un sistema operativo limpio y listo para funcionar, sin restos de programas o documentos.
Si tienes claro para qué vas a usar tu servidor casero, puedes aprovechar la coyuntura para instalar el sistema operativo que más te convenga. Por ejemplo, si quieres un servidor de FTP o de Minecraft no necesitas Windows y una distribución de Linux te dará mejor resultado, de hecho. Depende de tus necesidades, preferencias y conocimientos, pero en todo caso la recomendación es que si vas a reutilizar un PC viejo como servidor casero, lo formatees para tenerlo «limpio» también a nivel de software.
Si buscas convertir tu servidor casero en una unidad de almacenamiento en exclusiva, te recomendamos tirar de TrueNAS Core, un sistema operativo basado en FreeBSD que transformará tu viejo ordenador en un servidor de almacenamiento en red o NAS. El problema es que las exigencias de este sistema operativo son un poco altas. Aunque siempre puedes tirar de las versiones anteriores, conocidas como FreeNAS si el ordenado que quieres convertir es bastante viejo.
Configura tu servidor casero
Ya tienes el equipo limpio por dentro y por fuera, así que ahora toca configurarlo para darle una utilidad. Recuerda que un servidor puede servir para muchas cosas diferentes, pero la recomendación es que lo configures para un solo propósito. Es decir, si quieres utilizarlo como un controlador de dominio, por ejemplo, no lo configures al mismo tiempo como servidor de Minecraft, y por supuesto no instales software que no sea necesario como el paquete Office. Es decir, procura mantener las cosas lo más simples posibles.
Teniendo en cuenta que hablamos de un PC viejo, seguramente su rendimiento no sea demasiado elevado, y por lo tanto cuantas menos cosas tengas instaladas y cuantas menos labores le exijamos, mejor que mejor.
Compra una buena tarjeta de red
Un elemento importante para un servidor casero es tener una buena tarjeta de red para que el resto de ordenadores se conecten sin problemas al servidor, desgraciadamente muchos ordenadores tienen limitada esa parte, ya que para el 99% de los usuarios domésticos la conectividad que traen de serie sus placas base es suficiente.
Es por ello que te recomendamos una tarjeta de red multipuerta, las hay por menos de 100 euros y dan una velocidad de conexión mucho mayor que la que puedas obtener a través de una interfaz WiFi al uso.