Por fin llegó el día tan esperado por todos, donde se desvela el todo lo relacionado con AMD y sus nuevas CPU Ryzen 3000 bajo la nueva arquitectura Zen 2. Hoy tenemos con nosotros dos de estos procesadores, en concreto el AMD Ryzen 7 3700X y el Ryzen 9 3900X, dos de las CPUs más esperadas en sus respectivas gamas y que analizaremos en profundidad en esta review.
AMD trae sendas modificaciones en sus nuevas CPUs, no solo en su arquitectura como tal, sino en el uso de la tecnología MCM para sus procesadores, donde como ya sabemos los núcleos principales -ahora llamados chiplets– llegan en un proceso de fabricación de 7 nm de la mano de TSMC.
AMD va a lanzar 6 procesadores para su línea mainstream, donde esta comienza con los Ryzen 5 y termina con los Ryzen 9, con el nuevo Ryzen 9 3950X, el cual se retrasa hasta algún punto de septiembre y llegará con las características más avanzadas de todos los modelos presentados para AMD4.
Entre tanto y salvando los Ryzen 3 que son APUs técnicamente hablando, los modelos presentados y lanzados en el día de hoy por AMD son: Ryzen 5 3600, Ryzen 5 3600X, Ryzen 7 3700X, Ryzen 7 3800X y Ryzen 9 3900X.
Como novedad, esta generación de procesadores Ryzen 3000 en sus series Ryzen 7 y Ryzen 9 incluirán el disipador más avanzado de la marca de serie: el AMD Wraith Prism Cooler. Además, ahora soporta de serie el sistema LED de Razer llamado Chroma, por lo que podrá sincronizarse con sus periféricos.
La plataforma AM4 es actualmente la más avanzada del mundo dentro del sector comercial de escritorio, ya que es la única que implementa PCIe 4.0. No solo por eso, sino por la gran configuración que cada fabricante de placas base puede ofrecer en cuanto a SATA, NVMe, USB y líneas GPU.
De hecho, el total de líneas PCIe disponibles son las mayores vistas en la plataforma, siendo esta la tercera generación que soporta AM4 y llegando a un total de 44 líneas sumando todas las opciones disponibles, aunque la configuración típica será de 20+4+16 por el hecho de no compartir buses.
Una de las mayores novedades las ha impulsado el nodo de 7 nm, donde gracias a él – y en gran medida a las mejoras en front end y back end – AMD ha podido aumentar las frecuencias finales de sus procesadores. Concretamente, han conseguido reducir el Vmax y el fmax, donde encontraremos un aumento de los clocks de hasta 250 MHz.
Otro factor diferenciador de incluir los 7 nm de TSMC en estos nuevos Ryzen 3000 es que AMD ha conseguido aumentar la densidad de transistores disminuyendo el tamaño total de los Chiplets/CCX, mejorando la escalabilidad de la plataforma.
Otro de los puntos clave es la mejora que ha sufrido su bus de interconexión Infinity Fabric, donde sus FCLK y UCLK se han mejorado para soportar mayores frecuencias y con ello un mejor overclocking. Además, se ha introducido mejoras en el early page y early probe para reducir no solo la latencia, sino la transferencia entre cachés, todo ello logrando una eficiencia un 27% superior por bit.
Todo esto tiene como consecuencia varias mejoras, entre las que se encuentran una extensión de la frecuencia y divisor 1:1 hasta los 3733 MHz, mientras que el divisor cambiará a partir de dicha frecuencia a 2:1 para seguir escalando en esta.
El problema es que la latencia aumentará y será necesario escalar mucho más alto para lograr bajar los nanosegundos, parte importante dentro de la arquitectura de Zen 2. Así, AMD asegura que podremos llegar a 5100 MHz con DRAM por aire, aunque recomienda como configuración principal por precio/rendimiento la configuración DDR4-3600 MHz Cas16, la cual daría una latencia Raw de 69 ns, una cifra que seguiría siendo alta frente a lo que ofrece Intel, pero algo mejor que lo visto en Ryzen 2000 y Zen+.
Las mejoras no quedan ahí, ya que AMD ha duplicado el tamaño de las cachés L3, por lo que ahora pasamos de los 16 MB de rigor a 32 MB por Chiplet, lo que permite mantener y trabajar el doble de información por núcleo frente a Zen+, reduciendo las salidas a Infinity Fabric para el I/O Die u otros núcleos, logrando con ello reducir la latencia general hasta los 33 ns.
Esto produce un aumento de rendimiento en los juegos de hasta el 21%, tal y como muestra AMD en la diapositiva superior, donde la mejora mínima es de un 10%.
Además de todo esto, la utilidad llamada Precision Boost se ha actualizado para esta serie Ryzen 3000, donde su versión 2 llega con una mejora crucial: el automatic overclocking.
Lo que logra esta característica es empujar más alto las frecuencias en base a tres parámetros concretos: SoC Power (“PPT Limit”), VRM Current (“TDC Limit”) y la temperatura. Resumiendo y simplificando, siempre que la CPU pueda consumir más vatios dentro del límite de stock de la plataforma y siempre que la temperatura no suponga un riesgo para el Boost.
Esta característica aumentará la frecuencia de forma automática y transparente para el usuario, logrando con ello un mayor rendimiento.
Según vimos de la mano de Robert Hallock, esto se extenderá a todas las placas que puedan soportar estos procesadores, independientemente del chipset que tengan, por lo que es un punto muy a favor de AMD.
El upgrade llegará con las últimas UEFI disponibles para cada placa base, por lo que ya debería estar disponibles para cada usuario que incluya un Ryzen 3000 a su setup.
Además de ser seleccionable mediante su correspondiente parámetro en la UEFI, se podrá activar también desde Windows con Ryzen Master, aunque recomendamos la primera opción.
La siguiente imagen resume perfectamente lo que AMD ofrece a grandes rasgos con Ryzen 3000 y su arquitectura Zen 2. Pero no hemos hablado nada en concreto sobre los dos protagonistas que hoy nos visitan, el Ryzen 7 3700X y el Ryzen 9 3900X, así que vamos a conocerlos más a fondo.
Índice
- Características técnicas.
- Embalaje y análisis externo.
- Pruebas de rendimiento: Ryzen 7 3700X.
- Pruebas de rendimiento: Ryzen 9 3900X.
- Conclusión.
Características técnicas
Con esta nueva generación de procesadores AMD va a dar un salto de rendimiento en varias áreas, aunque en otras va a mantenerse fiel a su filosofía. Comenzando por el Ryzen 7 3700X, nos encontramos como una CPU fabricada a 7 nm por TSMC para el socket AM4 que llegará con 8 núcleos y 16 hilos, tal y como hizo su antecesor (Ryzen 7 2700X).
Las diferencias comienzan con una menor caché L1, ya que pasamos de 768 KB a 512 KB, fruto de las mejoras sufridas en su arquitectura, donde se ha reestructurado las L1I y L1D con 8-way añadiendo 64 entradas. En cambio, la L2 se mantiene inalterada en sus 4 MB, donde la L3 ha duplicado tamaño hasta los 32 MB.
Las frecuencias bajan con respecto al 2700X en su base y aumentan en su Boost. Así, pasamos de 3.700 MHz a 3.600 MHz y de 4.300 MHz a 4.400 MHz. Como es costumbre en la plataforma, mantendremos las mismas líneas PCIe por CPU, siendo estas 20+4 en total y sin contar PCH, todas bajo el bus PCIe 4.0.
Otro aspecto importante es el salto de frecuencia en su IMC, ya que pasamos de 2.933 MHz dentro del JEDEC a 3.200 MHz, con lo cual el aumento de rendimiento debe de ser notorio. Seguirá manteniendo no obstante memoria DDR4 con dual channel, donde ahora la capacidad máxima se eleva hasta 128 GB.
Para finalizar con esta CPU, su consumo es de 65 vatios y llegará con un MSRP de 329 dólares.
Por su parte, el Ryzen 9 3900X llega con mismo proceso litográfico y socket, donde aumenta el número de núcleos hasta 12 y el número de hilos por ende hasta 24. Su caché L1 se ve elevada hasta los 768 KB, mientras que su L2 también sube hasta los 6 MB. Al ser el primer procesador en tener dos chiplets completos su caché L3 poseerá 64 MB.
Además, su frecuencia también se ve elevada curiosamente, ya que obtiene 3.800 MHz en su base y 4.600 MHz en su Boost para un núcleo. En lo referente a las líneas PCIe, al ser común con el resto de sus hermanos y plataforma tendremos los ya comentados 20+4 lines PCIe 4.0. Su IMC también se mantiene en los 3.200 MHz para DDR4 y dos canales de RAM, donde el soporte de la misma no se altera y se conserva en 128 GB.
Lo que sí varía es su consumo y precio, ya que pasamos al siguiente nivel con 105 vatios y 499 dólares como MSRP.
Embalaje y análisis externo
Las CPUs nos llegan en una caja personalizada de AMD para estas reviews, una especie de pack íntegro para la ocasión que evidencia el cuidado y tacto con la que mima la empresa los detalles, donde por otro lado mantiene una estética muy similar a lo visto en las RX 5700.
La presentación de ambos procesadores es tan sobria como todo lo presentado hasta ahora por la marca, bicolor, líneas lisas y sin decoro, dejando lo principal en el centro, siempre bien protegido.
En primer lugar, tenemos el Ryzen 7 3700X, el cual llega en una caja con acento renovado por parte de AMD, donde su tamaño indica claramente que encontraremos el Wraith Prism en su interior.
Aun fuera de la caja el Ryzen 7 3700X sigue viniendo protegido por otro estuche más, donde veremos pegatinas de la serie.
Una vez fuera tanto disipador como CPU, vemos que no hay apenas novedades estéticas en ninguno de ellos, podrían pasar por un Ryzen 2000 perfectamente.
El pinout de estas CPUs lógicamente no ha variado y conserva todo tal cual vimos en Zen y Zen+.
Su disipador tampoco ha cambiado, ya que mantiene la misma forma, heatpipes, aletas, grosor y altura. ¿Será suficiente para mantener a raya a estas CPUs?
El Ryzen 9 3900X cambia la estética de su embalaje, siendo algo más novedoso y siguiendo la estética de las GPU Radeon.
El resto del embalaje luce una estética parecida al Ryzen 7 3700X, dejando ver al igual que este que incluye el disipador Wraith Prism.
La protección de la CPU llega a través de un blister convenientemente protegido que nos asegura su integridad y seguridad.
Como vemos, luce la misma estética que su hermano Ryze 7 3700X y que el resto de procesadores Ryzen, donde AMD no ha arriesgado en cambiar la forma o dimensiones de su IHS, y por lo tanto no hay novedades aquí.
Para las pruebas AMD y GIGABYTE nos han cedido una de sus nuevas placas base, en concreto la X570 AORUS Master, una placa de gama alta que hará las delicias de los usuarios más exigentes.
Como vemos, la placa luce espectacular, donde podremos encontrar por ejemplo tres M.2, 14 fases de alimentación digitales, slots protegidos contra el bending, sistema de audio de alta fidelidad y un largo etc.
Además, nos acompañan otros componentes para la ocasión, como por ejemplo el nuevo SSD PCIe 4.0 AORUS o las G.Skill Royal DDR4-3600 MHz Cas 16, recomendadas por la propia AMD como la velocidad y latencia más aptas y con mejor ratio rendimiento/precio.
La instalación del conjunto no representó problema alguno, todo funcionando a la primera, sin complicaciones, y con una estética inmejorable.
Pruebas de rendimiento: Ryzen 7 3700X
Antes de comenzar con los datos que hemos recopilado hemos de comentar un problema que hemos tenido referente a la plataforma en sí misma. Y es que no hemos podido activar el perfil XMP en la placa base, donde tampoco ha sido posible conseguirlo de manera manual.
Cada vez que se intentaba, el siguiente reinicio que hacía la placa para cargar la configuración establecida llegaba en forma de una especie de clear CMOS de la configuración.
Por lo tanto, no hay sido posible modificar la velocidad de la RAM. Esto ha ocurrido incluso con la última UEFI disponible de solo hace un par de días, incluyendo la última versión de A.G.E.S.A.
Esto se ha repetido también en el Ryzen 9 3900X, donde los problemas han sido idénticos. Al ser todo el hardware suministrado por AMD era esperable que todo funcionara con normalidad, pero por desgracia no ha sido así. Por ello, no ha quedado otro remedio que probar ambos procesadores con una velocidad mínima de 2133 MHz.
CPU-Z Benchmark
CPU-Z nos da el primer valor en cuanto a rendimiento con un solo núcleo, donde en principio queda por detrás del i7-8700K, donde lógicamente logra batirlo en multitarea gracias a sus 2 núcleos y 4 hilos más. La diferencia contra el i9-9900K es todavía más abultada, donde no parece poder competir en este benchmark.
Cinebench R15
Cinebench es un benchmark muy optimizado para la arquitectura Ryzen, donde sus CPUs se mueven como pez en el agua. En este caso, la puntuación obtenida ha sido de 2093, prácticamente 150 puntos más que lo que consigue un Ryzen 7 2700X a sus 4.2 GHz.
Cinebench R20
La última versión de Cinebench lanzada al mercado es esta R20, un benchmark mucho más exigente que integra por fin instrucciones AVX en su conjunto. Por lo tanto, es mucho más preciso a la hora de medir el rendimiento.
La puntuación obtenida de 4761 puntos es bastante alta, superando por bastante al Ryzen de primera generación con mismo número de núcleos e hilos. En cuanto al Ryzen 7 2700X éste debería estar rondando los 4200 puntos, pero parte con una desventaja al igual que su hermano de la serie 1: las propias instrucciones AVX.
Esto es debido a la implementación y forma en una arquitectura y otra, donde ahora Zen 2 integra por fin unidades AVX 256 en el datapath y en las execution units doblando el rendimiento de Zen y Zen+, de ahí la distancia de puntuación tan grande.
Corona 1.3 Benchmark
Corona es otro software de renderizado que se basa en el cálculo de rayos por segundo, dando una puntuación en tiempo total para dichos cálculos. En el caso de este Ryzen 3 3700X obtenemos 1:57, lo que transformado a segundos nos da la cifra de 117″.
Para ponernos en contexto, un Ryzen 7 2700X suele lograr entre 118 y 120 segundos y su rival en Intel consigue entre 100 y 102 segundos aproximadamente, por lo que, como vemos, simplemente Corona no logra sacar todo el potencial de las arquitecturas Zen.
Super Pi Mod 1.9
Super Pi es extremadamente sensible a la memoria, por lo que sabiendo los problemas y velocidad a la que hemos tenido que setear la RAM, es normal que las puntuaciones se vayan a valores como algo más de 9 segundos para 1 MB y más de 9 minutos para los 32 MB.
Y es que da peor puntuación general que un Ryzen 7 2700X, donde las CPU de Intel le quedarían a años luz (casi un 33% más rápidas). Por lo tanto, este bench no es representativo de lo que puede ofrecer su IMC, pero igualmente es interesante ver que es capaz de hacer en estas condiciones.
AIDA 64 Caché y Benchmark
Sin duda, AIDA 64 marca la diferencia con respecto a otros benchmark en cuanto a conocer el ancho de banda de la memoria RAM y las cachés, donde la baja velocidad de la RAM deja unos datos bastante malos. Ningún valor de las G.Skill logra superar los 32.000 MB/s, con especial énfasis en la escritura, donde no llega a 20.000 MB/s.
Por ello y debido a las RAMs a 2133 MHz y Cas 15 la latencia se va a más de 100 ns, muy lejos de los 69 ns de mínimos que AMD marcaría para estas memorias en concreto. En cambio, el ancho de banda de las cachés es realmente rápido, lo que evidencia el buen trabajo hecho desde AMD en este apartado.
PCMark 10
Llegados a este punto queremos recalcar un dato bastante llamativo, fuera de la buena puntuación obtenida por esta CPU en este benchmark, que intenta emular el día a día de un usuario normal. Y es que supera por algo más de 140 puntos al i9-9900K.
Pero es curioso cómo lo logra hacer, ya que cuando todos sus hilos están bajo carga su frecuencia cae hasta los 3900 MHz, lo cual supone 500 MHz menos que su velocidad con Boost a un núcleo.
3DMark Time Spy
Time Spy bajo DX12 es la primera prueba de fuego para este Ryzen 7 3700X en un entorno gaming y la verdad es que el salto de rendimiento es considerable, sobre todo si tenemos en cuenta que sus 9216 puntos superan por bastante los 8700 puntos de media que logra un Ryzen 7 2700X. Esto supone un 6% de media sobre el Zen+, lo cual es una mejora considerable para cualquier gamer que se precie.
El problema es que su máximo rival (i9-9900K) se escapa hasta los 11500 puntos de media, lo cual supone una cifra a priori inalcanzable para la CPU de AMD, ya que la diferencia en este punto se sitúa cerca del 25% a mismos núcleos e hilos. Lo cual hace indicar que algo no va bien de por sí.
Fire Strike por contra marca una puntuación de 24092 puntos, muy cerca de lo que consigue un i9-9900K (24700 de media), lo que cierra la brecha hasta un 2,52%, muy cerca de la alternativa de Intel sin duda.
Metro Exodus Benchmark
Assassin’s Creed Odyssey
Shadow of the Tomb Raider
Actualización con memorias a 3600 MHz
Por fin y tras algunas UEFI de por medio, hemos podido probar las plataformas bajo la velocidad de la RAM estipulada por la propia AMD. Aquí tenéis los datos:
CPU-Z
Cinebench R15
Cinebench R20
Corona 1.3 Benchmark
PCMark 10
AIDA 64
3DMark Time Spy
3DMark Fire Strike
Metro Exodus
Shadow of The Tomb Raider
Assassin’s Creed Odyssey
Como vemos, el rendimiento no es del todo constante, hay test donde si se ve un impulso, pero en otros el rendimiento se ve afectado. En juegos solo se nota en SOTTR, en Metro Exodus y AC ha perdido dos FPS de media.
Pruebas de rendimiento: Ryzen 9 3900X
Con el Ryzen 9 3900X nos encontramos en la misma tesitura que con el Ryzen 7 3700X, el perfil XMP no carga, mismos síntomas y misma solución, dejar las memorias a 2133 MHz, por lo que los datos tienen que mirarse desde esta perspectiva.
CPU-Z Benchmark
Debido a sus mayores clocks para un solo núcleo este Ryzen 9 3900X logra aumentar su puntuación en 12 puntos para Single Thread. Pero en multiThread el rendimiento se dispara hasta los 8254 puntos, más del doble del rendimiento de un i7–8700K.
Cinebench R15
Cinebench R15 presenta unos datos muy interesantes, ya que este Ryzen 9 3900X logra una puntuación de 3081 puntos. Como comparación, el 1920X y el 2920X logran 2450 puntos y 2600 puntos de media, lo cual evidencia el salto de rendimiento de la arquitectura.
Cinebench R20
La diferencia vista en Cinebench R15 va a quedarse corta si la comparamos con la que consigue en su versión R20. Con 6955 puntos deja muy atrás al 1920X (5300 puntos) y al 2920X (5800 puntos), donde se acerca peligrosamente al 2950X con cuatro núcleos y 8 hilos menos.
Corona 1.3 Benchmark
En Corona, aun no mostrando el potencial que atesora, consigue 78 segundos en total, lo que le sitúa por delante del Threadripper 1920X por 11 o 12 segundos de diferencia. Se sitúa de nuevo casi a la altura del 1950X por apenas 6-7 segundos.
AIDA 64 Caché y memoria
A mayor número de núcleos y por ende chiplets, el ancho de banda se dispara y logra subir hasta los 33 GB/s, donde la lectura, escritura y copia logran valores muy similares. Igualmente, por la velocidad de la memoria los números no son mejores, donde de nuevo vemos como la latencia supera los 100 ns.
Las cachés logran valores realmente impresionantes, superando los 3.000 GB/s en L1 o una latencia por debajo de los 10 ns en L3, grandes números sin duda.
PCMark 10
Curiosamente, PCMark 10 no logra sacar el máximo rendimiento de este Ryzen 9 3900X, ya que su puntuación no despega en comparación con lo conseguido con el Ryzen 7 3700X. De hecho, está tremendamente cerca del i9-9900K, pero a su vez a más de 1000 puntos del 1920X.
Lo más curioso es que apenas baja su frecuencia en este benchmark, ya que se mantiene estable a 4.300 MHz sin muchos problemas.
3DMark Time Spy
Los 10.300 puntos en Time Spy son bastante escuetos, seguramente producidos por la velocidad de sus memorias, ya que se ve superado incluso por el 1920X y al mismo tiempo se queda a más de 1000 puntos del i9-9900K.
Fire Strike Ultra, por alguna razón del propio benchmark, logra una puntuación acorde a lo que se espera del procesador, ya que con 28.284 puntos logra sacarle más de 6.000 puntos al 1920X y 3500 puntos al i9-9900K. En ambos casos se presupone que las memorias son definitorias para el rendimiento general de la CPU, tanto en Fire Strike como en Time Spy, así que desde ese punto de vista los resultados son muy curiosos.
Metro Exodus Benchmark
Shadow of the Tomb Raider
Assasin’s Creed Odyssey
Actualización del Ryzen 9 3900X con memorias a 3600 MHz
CPU-Z
Cinebench R15
Cinebench R20
Corona Benchmark 1.3
AIDA64
3DMark Fire Strike
3DMark Time Spy
PCMark 10
Assassin’s Creed: Odyssey
Shadow of the Tomb Raider
Conclusión
AMD ha puesto toda la carne en el asador con la arquitectura Zen 2, donde han potenciado el diseño MCM a base de tres chiplets distintos (Ryzen 9 3900X y Ryzen 9 3950X) con importantes mejoras «bajo el capó».
Dichas mejoras se han hecho notar sin duda, donde el salto de rendimiento, como hemos visto, es más que evidente, donde el mayor salto se sitúa sin duda en el rendimiento en single core. No hay duda que los cambios realizados en el sistema de caches y sus way, Fetch, branch prediction y las unidades de punto flotante (y otras tantas mejoras) han ayudado a que los de Lisa Su se acerquen y en muchos casos superen a las alternativas planteadas por Intel.
Los datos así lo muestran, pero al mismo tiempo muestran que no consiguen ser realmente rápidos en todos los escenarios, donde en algunos siguen por detrás, probablemente porque su arquitectura no se desenvuelve tan bien como la de su competidor, aun siendo casos cada vez menores, todo hay que decirlo.
En gaming, por desgracia, no hemos podido comparar dichos datos, ya que la plataforma porta la RX 5700 XT, donde no hay lógicamente datos comparativos y el margen de tiempo ha sido tan estrecho que nos ha sido imposible poder comparar con más hardware. En cualquier caso, el rendimiento en gaming ha dado otro salto hacia delante y por lo que hemos visto se sitúa mucho más cerca de lo que lo hacía la gama Ryzen 2000.
En cuanto a las temperaturas y consumos, hemos visto una media de unos 140 vatios a pleno rendimiento, lo que implica que las frecuencias en full bajen bastante y se sitúen en márgenes que van escalando conforme se aumenta el número de núcleos.
Las temperaturas, contando con que ambos procesadores han sido refrigerados con el disipador de stock de AMD Wraith Prism, son bastante conservadoras, ya que por ejemplo en Cinebench R20 -que apenas dura un par de minutos- se han alcanzado casi los 90 grados con el Ryzen 9 3900X. Esto evidencia que vamos a necesitar un buen disipador o una buena RL AIO o Custom para mantener a raya a esta nueva generación.
En cuanto al overclocking, tampoco hemos podido probarlo, principalmente por tiempo, pero la plataforma tampoco se ha prestado a ello debido a los problemas que hemos tenido incluso con un simple perfil XMP. Al parecer, todo está muy verde de cara a maximizar el rendimiento, y eso que hablamos del chipset más nuevo como es X570.
La plataforma ha tenido luces y sombras, parece que tiene potencial y que puede mejorar, pero es complicado adelantarlo cuando llega con ciertos problemas de base y en una configuración recomendada por el propio fabricante. En cuanto a los precios, habrá que ver finalmente donde los sitúan las tiendas, donde el principal escollo parecen ser las placas base, la mayoría con refrigeración activa y a unos precios que, al parecer, no bajarán de los 200 euros.
Si escogemos el chipset X570 esto puede hacer que la plataforma como tal se encarezca, así que es más que probable que chipsets anteriores adquieran mayor protagonismo.
Por todo lo visto, le otorgamos a ambos procesadores el galardón de oro y de rendimiento ¡felicidades AMD!