Cuando eres una persona que necesita un ordenador portátil para viajar y, en definitiva, poder utilizarlo en cualquier parte, desde luego lo ideal es que busques modelos ligeros y con gran autonomía de batería. Sin embargo, este tipo de portátiles suelen ser bastante caros, y hay veces que si quieres combinar trabajo y entretenimiento son un poco incómodos. Para estos casos existe el formato 2 en 1, que no son sino tablets a las que se le puede poner una funda-teclado y que te permite utilizarlos justamente como quieras y cuando lo necesites. Hoy probamos un modelo destacado de 2 en 1, el ASUS Vivobook 13 Slate que, entre otras cosas, destaca por su impresionante pantalla OLED.
Últimamente estamos viendo muchos ordenadores portátiles con pantalla OLED, capaz de mostrar unos increíbles colores y con una definición que raramente podremos tener en pantallas más convencionales, incluyendo las IPS. Desde luego, son una fiesta para los ojos, y aunque tienen sus inconvenientes (como el burn-in si no tienes cuidado) mejoran notablemente la experiencia de uso.
ASUS Vivobook 13 Slate, especificaciones técnicas
ASUS Vivobook 13 Slate | |
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Procesador | Intel Core i3-N300 (8 núcleos, 8 hilos a 3,8 GHz) |
Memoria RAM | 8GB LPDDR5-5200 MHz (soldados a placa) |
Tarjeta gráfica | Integrada (Intel UHD) |
Almacenamiento | 256 GB UFS 2.1 |
Pantalla | 13,3" OLED Full HD (1920 x 1080) 60 Hz, 0,2 ms 550 nits 100% cobertura DCI-P3 |
Teclado y touchpad | Tipo Chiclet Trackpad táctil |
Sonido | Altavoces estéreo Micrófono integrado |
Comunicaciones | Cámara FHD de 1080 px Cámara de 13,0 Mpx Wi-Fi 6(802.11ax) (Dual band) 2x2 Bluetooth 5.2 |
Conectividad | 2x USB 3.2 USB-C Minijack combo para audio Lector micro SD |
Batería | 50 Wh |
Alimentación | Adaptador de CA de 65 W |
Dimensiones | 30.99 x 19.00 x 0.89 ~ 0.89 cm |
Peso | 0,8 Kg |
Precio | Desde 899€ |
Como podéis apreciar viendo la tabla de características técnicas, este ASUS Vivobook 13 Slate que probamos en el día de hoy cuenta con una pantalla de 13,3 pulgadas y resolución Full HD, con la ya mencionada tecnología OLED que le permite mostrar unos colores impresionantes y un excelente brillo máximo, que alcanza los 550 nits en este caso y que se presume idóneo para utilizar incluso en exteriores, bajo la luz natural del sol.
Por otro lado, ASUS ha decidido instalar una batería de «solo» 50 Wh en este dispositivo, por lo que comparado con los 90 Wh que suelen tener los ultraportátiles puede antojarse escaso; sin embargo, han optado por instalar hardware de bajo consumo, con un procesador Core i3-N300 que incluso aunque lleva gráficos integrados tiene un TDP de solo 7W, lo cual permite que el Vivobook 13 Slate tenga una autonomía de hasta 10 horas de uso. Además, según el fabricante tiene carga rápida y puede poner la batería del 0 al 60% en solo 39 minutos.
Este procesador con gráficos integrados se ve complementado con 8 GB de memoria RAM LPDDR5 que, en este caso, vienen soldados en placa, así como 256 GB de almacenamiento UFS 2.1 de alta velocidad… no tan rápido como un SSD PCIe, pero sí lo suficientemente rápido para que la ejecución de aplicaciones sea veloz. A destacar también su conectividad WiFi 6 y BT 5.2, además de dos USB-C para demás periféricos, cargar la batería e incluso para conectar un monitor externo si se quiere.
Todo esto viene en un formato muy compacto y ligero, con solo 800 gramos de peso y 8,9 mm de grosor, que hacen que sea muy sencillo y cómodo el llevar el dispositivo de un lugar a otro.
Unboxing y análisis externo
Como es costumbre en los portátiles de esta marca, el Vivobook 13 Slate viene embalado en una caja de cartón duro y color neutro en cuya parte exterior tan solo vemos el nombre de la familia, aunque en este caso con un QR que nos lleva a la web del fabricante directamente. En la parte trasera, tenemos una pegatina que nos indica el modelo concreto (T3304G) y sus características técnicas resumidas.



Y es que, como siempre, en realidad este embalaje exterior no es el que protege el dispositivo, sino que éste vendrá en otra caja más pequeña y adecuadamente amortiguada para que no sufra desperfectos si el paquete se golpea durante el transporte. En este caso, también viene con una funda de transporte incluida.


En otra pequeña caja exterior encontramos también el stylus incluido, así como el adaptador de corriente, de 65W y con conector USB-C.



Ahora sí, encontramos una caja más pequeña en cuyo exterior ya sí que se nos indica que estamos ante un ASUS VivoBook 13 Slate, modelo OLED.
Además del dispositivo, en el interior también tenemos los habituales panfletos informativos.
Y… el equipo en cuestión. En este caso nos ha venido con la «funda-teclado» ya montada, así que os lo vamos a enseñar tal cual ya que al fin y al cabo será la forma en la que prácticamente todo el mundo utilice este 2 en 1: en modo portátil.
Esta es la cara trasera, cuya mitad inferior se dobla para poder sujetar la pantalla abierta. Tiene un hueco para la cámara trasera (recordemos que no es sino una tablet a fin de cuentas), un enganche para el stylus en uno de los lados, y una apertura que nos permitirá retirarla con facilidad. Esta parte es individual y tiene anclaje magnético bastante fuerte.



Esta zona que se puede doblar es bastante robusta y no se mueve mientras lo usas. Además, te permite colocar la pantalla prácticamente en cualquier ángulo.
En la cara opuesta, que es la que quedará hacia abajo cuando tengamos el dispositivo en funcionamiento, no hay demasiado que destacar.
En el lateral izquierdo del dispositivo encontramos el puerto minijack combo para audio, un USB-C, el lector de tarjetas micro SD y un par de LED indicadores de estado. Un poco más abajo, una rejilla bajo la que se encuentra uno de los altavoces. Hay que decir que ambos USB-C son iguales (ahora veremos el otro, que está en la parte de arriba), así que podremos usarlos indistintamente para conectar pantallas, cargar la batería o conectar periféricos.
Nos vamos al lado opuesto, en el que encontramos simplemente dos botones de volumen y, al igual que en el otro lateral, abajo tenemos una rejilla tras la que hay otro altavoz.
En la parte superior encontramos otra rejilla, mientras que en un lado tenemos el botón de encendido y en el otro el otro conector USB-C.
Cuando despegamos la tapa, el ASUS VivoBook 13 Slate se convierte en un portátil con su teclado y trackpad. Podemos ver que la pantalla OLED tiene acabado brillante (glossy), algo que siempre hemos dicho que no nos gusta porque molesta si tienes fuentes de luz cercanas, pero al final cuando lo estás utilizando, como la pantalla tiene tanto brillo prácticamente no se nota.
Como de costumbre, en el marco superior de la pantalla tenemos la webcam, los micrófonos y el sensor de luz.
El teclado es muy compacto y de tipo chiclet, con un acabado bastante bueno y agradable de utilizar. Eso sí, hay que tener en cuenta que no es del todo rígido, se puede doblar levemente, lo que significa que hay que tener cierto cuidado de no partirlo. El trackpad, por su parte, es bastante generoso en tamaño y admite gestos, es decir, utilizar dos dedos para hacer scroll, etc. Por cierto, en este caso no es retro iluminado.
Por supuesto, el teclado también es parte de la «funda» del 2 en 1, y como tiene anclaje magnético se puede quitar solo tirando de él.
Como podéis ver, hay un conector entre la tablet y el teclado, de manera que el teclado no necesita batería ni conexión Bluetooth.
Visto cómo es el ASUS VivoBook 13 Slate por fuera, vamos a probarlo y ver qué tal se comporta.
¿Qué tal funciona el Vivobook 13 Slate?
A pesar de que el ASUS VivoBook 13 Slate puede comportarse como un ordenador portátil normal, no deja de ser un 2 en 1, y eso significa que en cualquier momento podemos retirar la parte del teclado y utilizarlo solo como tablet (la parte trasera no recomendamos quitarla, ya que es la que tiene el soporte que nos permite apoyar la pantalla para que quede de pie).
Es un dispositivo de apenas 800 gramos (no sabemos deciros si esto es solo la tablet o si incluye el teclado y la cubierta trasera, pero en todo caso es extremadamente ligero) y que, con unas dimensiones bastante reducidas, es muy cómodo de llevar de un lado a otro. De igual manera, podemos utilizarlo en cualquier lugar ya que esta cubierta trasera nos permite ajustar el ángulo de la pantalla en cualquier posición, según nos convenga (esto incluye el tenerlo sobre las rodillas si queremos).
La pantalla OLED del ASUS VivoBook 13 Slate se ve muy bien, aunque como solo es Full HD sí que se nota una menor definición que en otros equipos con pantalla OLED que hemos probado hace poco, como el Zenbook S13 de la misma marca. Con todo, tiene un brillo lo suficientemente alto como para usar el dispositivo en exteriores sin problemas, y todo se ve realmente fenomenal. Quizá nos habría gustado que la pantalla tuviera 120Hz en lugar de los 60Hz que tiene para contar con una mayor fluidez en lo que hacemos, pero de todos modos no está nada mal, y la pantalla es sin lugar a dudas el punto fuerte de este dispositivo.
No podemos olvidar que la pantalla es, además, táctil, algo que en combinación con el stylus incluido nos va a permitir utilizarla en modo tableta incluso para dibujar si queremos.
Durante nuestras pruebas, hemos estado llevando el ASUS VivoBook 13 Slate de un sitio a otro durante una jornada entera de trabajo y, de hecho, este análisis lo estamos escribiendo desde él. Hay que decir que, como siempre sucede, hace falta cierto tiempo de adaptación para acostumbrarse al tamaño y las prestaciones del dispositivo, pero en todo caso nos ha resultado muy cómodo de utilizar, tanto encima de la mesa como en el sofá del salón.
En cuanto a la batería, según ASUS debería durarnos hasta 10 horas, pero claro, eso es en condiciones óptimas de funcionamiento y, suponemos, sin darle demasiada caña. Nosotros hemos estado usándolo para trabajar todo el día y, de hecho, hemos estado ejecutando benchmarks que ponen al límite su rendimiento, algo que aumenta considerablemente el consumo; en estas circunstancias, la batería nos ha aguantado unas 5 horas y 45 minutos, que no está nada pero que nada mal.
En cuanto a la experiencia de uso, el Vivobook 13 Slate se ha mostrado bastante ágil en todo momento, y no hemos notado ralentizaciones en nada de lo que hemos estado haciendo (benchmarks, transferencias de archivos, navegación por Internet, ofimática y mucho pero que mucho tecleo), si bien es cierto que tampoco se le nota un equipo rápido como tal. Razonablemente ágil en todo sería la definición que le daríamos, es decir, va rápido pero sin ser impresionante. Por cierto, que la conectividad inalámbrica con WiFi 6 funciona de fábula en este 2 en 1.
Vamos ahora sí a comenzar con las pruebas, y como siempre lo hacemos utilizando CPU-Z para ver el hardware que monta el dispositivo.
Como podéis apreciar, el Core i3-N300 nos ofrece 8 núcleos físicos y 8 hilos de proceso (que llegan hasta los 3.8 GHz) con un consumo de solo 7W, mientras que sus 8 GB de memoria RAM funcionan en configuración de doble canal a una velocidad de 4.800 MHz.
A continuación, esto es lo que GPU-Z nos dice sobre la gráfica integrada que monta el equipo.
Por supuesto, no podemos esperar mucho de la gráfica integrada de un procesador de bajo consumo, pero es más que suficiente para poder conectar un monitor 4K externo si queremos, siempre y cuando no aspiremos a utilizarlo para jugar.
Ruido y temperatura
Ya os habréis dado cuenta de que el ASUS Vivobook 13 Slate no tiene sistema de refrigeración activo, lo que significa que es absolutamente silencioso incluso cuando le estás pidiendo el máximo de sus prestaciones… y es que no necesita ventilador alguno, porque durante nuestras pruebas, si bien el dispositivo sí que se ha notado caliente al tacto, el procesador no ha llegado a superar los 80ºC.
Benchmarks sintéticos
Comenzamos con las pruebas de rendimiento, y lo hacemos con CrystalDisk Mark para ver qué tal se comporta ese almacenamiento UFS 2.1 que integra en lugar de SSD.
No podíamos esperar tener el rendimiento de un SSD PCIe 4.0 en este convertible 2 en 1, pero hay que reconocer que más de 1 GB/s de lectura y más de 550 MB/s de escritura están más que bien para todo tipo de tareas cotidianas, así que no tenemos nada que objetar al respecto del resultado obtenido.
Continuemos viendo qué tal funcionan esos 8 GB de memoria RAM LPDDR5 a 4.800 MHz soldados en placa; recordemos que estamos ante una tablet, y por lo tanto es normal que la RAM venga en este formato y no sea ampliable. Para ello, comenzamos viendo el resultado de Aida64.
Vale, hay que reconocer que el rendimiento de la memoria RAM no es demasiado alto, y es que de hecho nos está dando valores de DDR3 altos o DDR4 bajos de un PC de sobremesa. Con todo, son valores relativamente decentes para un equipo de esta gama y características, especialmente en términos de latencia.
Pero esto no deja de ser un benchmark sintético que nos marca unos valores (que nos sirven para comparar, eso sí), así que vamos a someter al equipo a una situación real de trabajo con SuperPi, un benchmark que obliga al procesador a calcular decimales del número Pi y almacenarlos en la RAM. Hay que tener en cuenta que esto no depende solo de la RAM, sino también del desempeño del procesador.
14 minutos y 40 segundos en calcular 32 millones de decimales es bastante tiempo, prácticamente el doble de lo que tarda un ultraportátil, síntoma de que tanto la RAM como el procesador son de bajo consumo… y bajo rendimiento.
Vamos a proceder a poner a prueba al procesador de una manera más intensiva e individual con Cinebench, un benchmark que obligará al procesador a renderizar una escena.
El resultado es, honestamente, mejor de lo que esperaba teniendo en cuenta ese Core i3-N300 de tan solo 7W. A ver, entendednos, el rendimiento no es muy elevado que digamos, pero para un procesador de 7W sí que está bastante bien.
Veamos cómo se comporta este ASUS Vivobook 13 Slate sometido a una situación cotidiana, emulada en este caso con PCMark 10. Aquí se pondrá a prueba el desempeño del equipo en ofimática, navegación, videoconferencias, etc.
En este caso, la puntuación sí es la esperada teniendo en cuenta, de nuevo, el procesador que monta este dispositivo. Nada fuera de lo común, y con el rendimiento que nos ofrece podremos realizar cualquier tipo de tarea cotidiana satisfactoriamente y de forma ágil.
Para terminar con las pruebas, y aunque obviamente este no es un equipo diseñado para jugar, hemos querido ver qué tal se comporta en la suite 3DMark, en este caso en las pruebas básicas Time Spy para DirectX 12 y Fire Strike.


Efectivamente, sin duda este no es un dispositivo apto para jugar, ni siquiera a juegos sencillos… juegos de navegador sí, sin ningún problema, pero nada más exigente que eso.
Conclusión y veredicto
Tras estar utilizando este ASUS Vivobook 13 Slate OLED durante cierto tiempo, no nos cabe duda de que es un dispositivo de ocio y trabajo ideal para todo aquel que se está desplazando constantemente, o simplemente que necesita un dispositivo resistente (por cierto, que este 2 en 1 ha pasado las pruebas de grado militar MIL-STD-810H) para poder utilizar en cualquier lugar.
No es un portátil ni tampoco una tablet, pero el Vivobook 13 Slate ofrece lo mejor de los dos mundos en un dispositivo versátil, ágil y con buena autonomía de batería que te dará todo lo que necesitas siempre y cuando no pretendas utilizarlo para jugar.
Por todo ello, creemos que es merecedor de nuestro galardón de Oro, así como de nuestra recomendación por su diseño.

