Generalmente, la portabilidad no va de la mano del rendimiento y viceversa, y es muy raro encontrar un ordenador que sea portátil de verdad y que al mismo tiempo proporcione el rendimiento que necesitas para trabajar o incluso para jugar. Sin embargo, con los nuevos Ryzen AI MAX+ ASUS parece haber dado con la clave, y el nuevo ASUS ROG Flow Z13 promete darnos lo mejor de los dos mundos. En este artículo lo analizamos de primera mano.
El ASUS ROG Flow Z13 es un convertible 2 en 1, es decir, que podemos utilizarlo tanto en forma de ordenador portátil como en forma de tablet independiente. Con pantalla táctil y dimensiones reducidas es un equipo que se enfoca en la portabilidad, y sin embargo como ya supondréis porque forma parte de la familia ROG del fabricante, también se enfoca en proporcionar el mayor rendimiento posible.
ASUS ROG Flow Z13, especificaciones técnicas
ASUS ROG Flow Z13 | |
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Procesador | AMD Ryzen AI MAX+ 395 (16 núcleos, 32 hilos a 5.1 GHz, 64 MB caché L3) NPU de hasta 50 TOPs para IA |
Memoria RAM | 32 GB LPDDR5X a 8.000 MHz |
Tarjeta gráfica | AMD Radeon 8060S integrada (40 núcleos a 2,9 GHz) |
Almacenamiento | 1 TB PCIe 4.0 NVMe SSD |
Pantalla | ROG Nebula Display 13,4" IPS con acabado brillante 2560 x 1600 píxeles 180 Hz con Adaptive Sync 100% cobertura DCI-P3 Dolby Vision HDR |
Teclado y touchpad | Extraíble Tipo Chiclet retroiluminado Touchpad |
Sonido | Tecnología de amplificación inteligente Audio Dolby Atmos Matriz de 3 micrófonos |
Comunicaciones | Doble webcam (delante y detrás) 13 MPx + 5 Mpx IR WiFi 7 (802.11be) de triple banda Bluetooth 5.4 |
Conectividad | 1x HDMI 2.1 1x USB 3.2 Gen 2 2x USB4 Type-C Minijack combo |
Batería | 70WHrs, 4S1P, 4-cell Li-ion |
Alimentación | Adaptador de CA de 200 W |
Dimensiones | 30.0 x 20.4 x 1.30 ~ 1.49 cm |
Peso | 1,2 Kg |
Precio | 2.499€ |
Como ya supondréis, la principal novedad de este ASUS ROG Flow Z13 es la incorporación de uno de los nuevos procesadores Strix Halo de AMD, concretamente en su variante más potente: el Ryzen AI MAX+ 395, un procesador con 16 núcleos físicos y 32 hilos de proceso con un reloj base de 3 GHz pero que llega a 5.1 GHz en modo Turbo. Tiene una NPU dedicada para IA capaz de generar hasta 50 TOPS de potencia, 64 MB de caché L3 y tiene un TDP predeterminado de 55W, bastante para un portátil, por lo que tendremos que andar atentos a su temperatura.
Y una de las grandes novedades de este Ryzen AI MAX+ es su gráfica integrada, una Radeon 8060S con 40 núcleos a 2,9 GHz de velocidad, gráfica que a pesar de ser integrada y no dedicada presume de ser capaz de mover juegos con cierta solvencia, así que es algo que pondremos a prueba. El procesador viene acompañado por 32 GB de memoria RAM LPDDR5X a 8.000 MHz y un SSD típico PCIe 4.0 de 1 TB.
Lo ya mencionado da servicio a una pantalla táctil de 13,4 pulgadas con resolución 2560 x 1600 píxeles de tipo IPS, con 180 Hz de frecuencia de refresco compatible con Adaptive Sync y cobertura del 100% del espacio de color DCI-P3. Además, cuenta con dos USB4 compatibles con DP, salida HDMI 2.1, un USB-A 3.2, WiFi 7 y Bluetooth, amén de doble cámara, por lo que en el tema de comunicaciones y conectividad va bastante servido.
A destacar para terminar con las especificaciones técnicas que el ASUS ROG Flow Z13 es un convertible 2 en 1, lo que significa que realmente es una tablet que viene con teclado de quita y pon, algo que le da una gran versatilidad. Por supuesto, ASUS incluye como siempre su ASUS Pen 2.0.
Unboxing y análisis externo
El ASUS ROG Flow Z13 viene embalado en la típica caja de cartón con asa de color negro que ASUS suele emplear en todos sus portátiles de esta familia, con solo una pegatina en el exterior que nos indica el modelo que hay en el interior.


Como siempre, en el interior encontramos varias cajas, una con el portátil y otra con la fuente de alimentación; esta que podéis ver a continuación es la que contiene la fuente externa.
El adaptador de corriente tiene unas dimensiones relativamente grandes, con el logo de ROG adornando su superficie. Como hemos indicado en las especificaciones, tiene 200W de potencia máxima.



En este portátil ASUS también incluye una funda de transporte para que el equipo esté protegido cuando tienes que llevarlo de un lado a otro. Nos resulta curioso que muchos fabricantes crean estas fundas pero solo contemplan que metas el portátil en su interior, se echa de menos un bolsillo o algo así para poder meter también el adaptador de corriente.




El portátil viene en otra caja, en este caso sí decorada con motivos de ROG y del modelo en concreto.
Nada más retirar la cubierta superior tenemos acceso al dispositivo, protegido por un plástico transparente. No obstante, bajo él hay algunas cosas más que veremos en seguida.
Bajo el portátil tenemos los típicos panfletos informativos y el ya conocido ASUS Pen 2.0 para la pantalla táctil, algo que es muy útil y de agradecer que esté incluido.
Ahora sí, vamos a ver el equipo. Técnicamente en la siguiente imagen podéis ver la parte inferior, ya que esta es la parte de abajo del teclado. Tiene algunos motivos decorativos y poco más que destacar, salvo el hecho de que no tiene inserciones de goma.


Esta es la parte frontal, aunque no lo parezca. Realmente esta parte es la superior cuando tengamos el equipo desplegado, y podemos ver que además de una decoración con el eslogan de ROG hay dos rejillas para salida de aire caliente.
En uno de los laterales tenemos una rejilla para entrada de aire, el conector minijack combo, un USB-A 3.2 y tres botones: el primero es configurable, el segundo son dos, para el volumen, y el último es el botón de encendido.
En el lado opuesto tenemos otra rejilla de entrada de aire, un lector de tarjetas micro SD, conector de alimentación, salida HDMI 2.1 y los dos USB4.
En el último lateral que nos falta por ver, que es el que quedará por detrás con el portátil desplegado, no hay nada salvo otro eslogan de ROG.
Esta es la parte «superior», y lo entrecomillamos porque realmente es la parte inferior del equipo, que como bien sabéis es en realidad una tablet con teclado. Dicho de otra manera, es la parte opuesta a la pantalla, la que quedará por detr-as. Encontramos dos rejillas, varias decoraciones e incluso una zona transparente que nos permite ver una parte del hardware interno.
Aquí podéis ver mejor esta zona transparente.
También aquí tenemos la cámara trasera de 13 Mpx.
Y ojo a esta esquina decorada con el logo de ROG, que como podéis apreciar tiene un pequeño saliente de goma. Esto sirve para desplegar la «pata» que nos permitirá mantener la pantalla en vertical.
Tirando de ella hacia fuera podemos desplegar este «pie» con dos bisagras metálicas muy resistentes.
Tiene bastante ángulo de apertura, y nos permite poner la pantalla casi en cualquier posición que queramos.



Por supuesto, como convertible 2 en 1 que es también podemos prescindir de la «pata» y utilizar el equipo en modo tablet, con la zona del teclado completamente detrás.
O también podemos quitar directamente el teclado y quedarnos con la parte tablet. El anclaje es magnético así que es muy cómodo de poner y quitar.


Pasemos a ver la zona del teclado. Es en formato compacto, de tipo chiclet y con distribución es_ES ANSI, no ISO (tecla ENTER pequeña), con tecla Copilot dedicada. Además tiene iluminación RGB.



El touchpad es bastante grande, y su funcionamiento es simple, lo estándar, ninguna función adicional especial.
En cuanto a la zona de la pantalla, aunque ya la hemos visto antes, destacar el logo ROG FLOW en la zona inferior.
Y la webcam en la parte de arriba, junto con los micrófonos y el sensor de luz. No tiene tapa de privacidad física.
Visto el convertible, vamos a encenderlo para empezar a ponerlo a prueba.
Probando el ASUS ROG Flow Z13
Como siempre, al encender el equipo nos recibe el sonido característico que ASUS utiliza en su gama de portátiles ROG, aunque en lugar del habitual logo viene acompañado del eslogan.
Automáticamente se enciende la iluminación del teclado, que en este caso nos ha sorprendido ver que no es solo en color blanco sino RGB.
Tras unos segundos de arranque nos espera el tedioso asistente de configuración de Windows 11, lamentablemente un trámite por el que tenemos que pasar.
Tras ello, ya tenemos el equipo listo para funcionar, pero como siempre antes de mostraros las pruebas empíricas de rendimiento vamos a hablaros de nuestra experiencia de uso con el portátil.
Para empezar, hay que decir que no es un portátil apto para utilizarlo sobre las rodillas por el simple hecho de que como la unión del teclado con la pantalla no es rígida, se mueve demasiado y se va para todas partes salvo que estés sumamente quieto; es un equipo que o bien lo utilizas sobre una superficie plana o bien lo usas en modo tableta, en cuyo caso hemos de decir que se sujeta muy fácil y cómodamente y que no se calienta hasta un nivel que moleste. Además, con solo 1,2 Kg de peso, si lo llevas plegado el equipo es muy fácil y cómodo de transportar.
La pantalla, aunque no sea OLED, se ve muy bien como siempre, y es ideal para todo tipo de tareas incluyendo gaming, ya que recordemos que cuenta con una frecuencia de refresco de 180 Hz. La representación de colores es más que adecuada, y la intensidad del brillo también lo es incluso sin ser OLED. Se lleva un notable alto en este ámbito.
En cuanto a la autonomía, con una utilización normal de trabajo sin darle demasiada caña nos ha aguantado una jornada de 8 horas sin quejarse, si bien es cierto que cuando le empiezas a meter caña pasando benchmarks o jugando, la autonomía se reduce considerablemente. En nuestras pruebas, a las 2h 20m nos salió la advertencia de que estaba al 20%, aunque con todo y con eso consideramos que está muy bien especialmente teniendo en cuenta la potencia del procesador.
Ruido y temperatura
El ASUS ROG Flow Z13, a pesar de ser un 2 en 1, cuenta con refrigeración activa con dos ventiladores de tipo blower. El procesador tiene un consumo bastante alto, pero aun así no se ha calentado en exceso: en reposo el equipo se mantiene a unos 50ºC, y dándole caña llega a tocar los 90ºC pero no hemos percibido Thermal Throttling en ningún momento.
En cuanto al ruido, en reposo el portátil es totalmente silencioso pero es que incluso dándole caña al máximo, si bien los ventiladores se oyen no son para nada molestos ni intrusivos con lo que estés haciendo. A ver, no es un portátil «silent computing» pero le daríamos un sobresaliente en el apartado sonoro, de verdad.
Benchmarks sintéticos
Ha llegado el momento de ver cómo se comporta este equipo a la hora de la verdad, pero antes de nada hay que ver las capturas de rigor de CPU-Z.
Y de GPU-Z, donde podemos ver la gráfica integrada, aunque como podéis comprobar la versión actual del software no es capaz de detectar completamente los parámetros de la iGPU.
Comencemos viendo el rendimiento del SSD PCIe 4.0 con CrystalDisk Mark.
ASUS no ha instalado el SSD PCIe 4.0 más rápido del mercado, pero la verdad es que con las cifras que nos entrega vamos a ir más que sobrados para que todo funcione bastante rápido.
Pasamos a ver qué tal la caché del procesador y la memoria RAM con Aida64.
Estos datos son una auténtica barbaridad en todos los sentidos, y es que las velocidades de la memoria superan y con creces el rendimiento que ofrece una RAM DDR5 de escritorio de alto rendimiento. Eso sí, la latencia es muy pero que muy elevada. En cuanto a la velocidad de la caché también es excelente, prácticamente duplicando lo que nos ofrece por ejemplo un Ryzen 7 8845HS.
Veamos si en una tarea real estas velocidades de la RAM son tan rápidas o es que Aida64 no lo ha medido bien, y para ello usaremos SuperPi, que obligará al procesador a calcular 32 millones de decimales del número Pi almacenándolos en memoria.
El resultado es una barbaridad para un portátil AMD, la verdad, aunque en este caso vemos que el rendimiento sí que es peor de lo que obtenemos con DDR5 de escritorio. No obstante, es muy pero que muy bueno, pues recordemos que AMD arrastra problemas con el controlador de memoria desde la era Bulldozer, ¿los habrán solucionado por fin en esta nueva generación?
Vamos a pasar ahora a una prueba más orientada al procesador con Cinebench 2024, que va a medir el rendimiento a la hora de renderizar escenas 3D.
Pues oye, el rendimiento es asombrosamente bueno. Para poner estos datos en perspectiva, un Ryzen 7 8845HS de gama media-alta obtiene 882 puntos en la prueba multi hilo y 101 puntos en la de un solo núcleo, pero es que un Ryzen 9 8945HS que ya es de alta gama obtiene 935 y 102 puntos respectivamente. Desde luego el incremento de rendimiento es más que notable.
Continuando con las pruebas de CPU, estos son los resultados que hemos obtenido usando Blender.
Bueeeeeeeeeeeeeeno… no son gran cosa realmente. A ver, entendednos: están bien para hacerse con CPU, pero tampoco son nada del otro mundo. Blender va mejor usando gráficas dedicadas.
Pasamos ahora a GeekBench en sus pruebas tanto de CPU como de GPU.


Poniendo estos datos en perspectiva, el Ryzen 9 que mencionamos antes obtuvo 2643 puntos en la prueba de un solo núcleo y 13273 puntos en la multi hilo, así que nuevamente la mejora de rendimiento es impresionante. En la prueba de GPU, esos más de 87.000 puntos podemos compararlos casi casi con los 97.000 que obtuvimos con un ROG Zephyrus G14 equipado con una RTX 4060, así que como vemos esta gráfica integrada se queda tan solo un poco por debajo.
Llega la hora de ver el rendimiento de la gráfica integrada, esa AMD Radeon 8060S que tan buena pinta tiene, y para eso como de costumbre vamos a usar la suite 3DMark, comenzando con Fire Strike que medirá el rendimiento con DirectX 11 a resolución 1080p, 1440p y 2160p.



Pues igual que la «pista» que nos dio Geekbench, el rendimiento queda tan solo un poquito por debajo de lo que obtiene una RTX 4060 de portátil. Continuemos con Time Spy, que usa DirectX 12.


En la misma línea, tan solo un poquito por debajo de una RTX 4060 de portátil, y la verdad es que es impresionante para una gráfica integrada.
Y aunque este no es un PC para juegos técnicamente hablando, hemos querido probar un par de juegos para ver qué tal se desenvuelve vistos los buenos resultados obtenidos. Hemos probado los juegos con la resolución nativa del equipo (2560 x 1600) y con los ajustes gráficos al máximo, y por ejemplo en Starfield hemos podido jugar a unos 42 FPS de media, que es una pasada. Pero es que en DOOM Eternal los FPS medios han rondado los 140, y eso ya sí que es una muy buena experiencia gaming.
Conclusión y veredicto
Si bien es cierto que el ASUS ROG Flow Z13 es un convertible 2 en 1 diseñado para tener versatilidad y portabilidad, la verdad es que nos ha sorprendido gratamente en otros aspectos que no son inherentes a este tipo de portátiles. Y es que ha sido todo un acierto dotarlo del nuevo AMD Ryzen AI MAX+ 395, ya que ofrece un rendimiento de CPU fuera de toda duda, incluyendo la memoria RAM, pero es que su gráfica integrada está casi casi al nivel de una RTX 4060, ¿qué más se le podría pedir?
Pues que sea un portátil portable de verdad, con bajo peso, fácil de transportar y con autonomía suficiente para aguantar el día entero, y sin duda que este ASUS ROG Flow Z13 ha cumplido con creces en todo ello.
Pero claro, todo esto tiene una pega y es que es un portátil bastante caro, pues cuesta 2.499 euros que poco no es. En cualquier caso, consideramos que es un equipo asombrosamente bueno, por lo que se merece nuestro galardón de Platino, así como nuestra recomendación por su rendimiento.

