Hace algunos años, los fabricantes de paneles para monitor nos querían meter el 4K por los ojos, valga la redundancia, haciéndonos creer que a menos resolución íbamos a verlo todo borroso. En aquel entonces, la verdad es que el hardware de PC no era capaz de manejar resolución 4K de manera decente, pero en la actualidad las cosas han cambiado bastante, y los monitores 4K para gaming ya están a la orden del día. Hoy os vamos a mostrar nuestro análisis del nuevo Philips Evnia 32M2N8900, un monitor que se postula como una opción no solo razonable para gaming, sino que busca cumplir las expectativas de los usuarios más exigentes.
Con el Evnia 32M2N8900, Philips parece querer estandarizar ya el gaming a resolución 4K, apostando por un panel QD-OLED de alta frecuencia de refresco y que añade una serie de características bastante interesantes, como la ya famosa tecnología Ambiglow del fabricante que, mediante la instalación de unos LED traseros, hace que los colores «se salgan» de la pantalla, dotando a la imagen de una mayor sensación de profundidad.
Pero no adelantemos acontecimientos y vamos a ver qué es lo que nos ofrece este Philips Evnia 32M2N8900.
Philips Evnia 32M2N8900, especificaciones técnicas
Philips Evnia 32M2N8900 | |
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Tipo de monitor | Gaming |
Tamaño de pantalla | 31,5 pulgadas |
Resolución | 3840 x 2160 |
Tecnología de panel | QD-OLED (Quantum Dot OLED) |
Frecuencia de refresco | 48-240 Hz |
Tiempo de respuesta | 0.03 ms (GtG) |
HDR | DisplayHDR True Black 400 |
Adaptive Sync | Sí |
Brillo | SDR: 250 nits HDR: 450 nits |
Relación de contraste | 1.500.000:1 |
Gama de color | DCI-P3: 99 % sRGB: 147,5 % NTSC: 120 % Adobe RGB: 118 % |
I/O | 2x HDMI 2.1 1x DisplayPort 1.4 USB-C modo DP Alt |
Tamaño y peso | 717 x 572 x 311 mm 9,65 kg con soporte 8,18 kg sin soporte |
Consumo | 130,9W |
Precio | 1.050€ |
Como podéis apreciar en la tabla de especificaciones, estamos ante un monitor con panel QD-OLED de 31,5 pulgadas y resolución 4K UHD, con unos bastante interesantes 240 Hz de frecuencia de refresco con Adaptive Sync (nos resulta extraño que Philips no haya incorporado FreeSync o G-Sync como tales, la verdad) y los habituales 0,03 ms GtG de tiempo de respuesta en monitores OLED. Sobre el papel, las especificaciones técnicas son ideales para gaming, desde luego.
Pero el Philips Evnia 32M2N8900 va un paso más allá, con un panel de 10 bits de profundidad de color (esto hace que los degradados de color sean más suaves) y con una amplia cobertura de espacios de color (por ejemplo, 99% del DCI-P3). Por supuesto, no puede faltar certificación DisplayHDR True Black 400 y una amplia conectividad que incluye USB-C DP Alt mode.
El monitor ofrece amplias opciones de ergonomía, permitiendo montaje VESA, ajuste de altura, inclinación y giro. Además, incluye una pareja de altavoces estéreo DTS de 5W RMS cada uno con una calidad de sonido comparable a la de los televisores. Por lo demás, a destacar la tecnología Ambiglow que hemos explicado antes y que luego veremos en mayor detalle, y tecnologías Low Blue Light y Flicker Free para protección de la vista del usuario.
Unboxing y análisis externo
El Philips Evnia 32M2N8900 viene embalado en una caja de cartón duro y forma rectangular, bastante más ligero de lo que aparenta por su tamaño. En la cara frontal podemos ver una imagen del monitor acompañada de algunas de sus principales características, mientras que en la parte trasera han dispuesto una foto por detrás del producto, destacando de nuevo algunas de sus funciones.


En uno de los laterales, el fabricante nos explica en forma de croquis cómo deberíamos abrir la caja y sacar el monitor para que no se dañe nada.
La caja se abre (y se debe abrir, de hecho) en forma de cofre, y al hacerlo nos topamos con una primera capa que contiene la base y los accesorios. Esta «capa» se debe quitar para acceder al monitor en sí, en seguida lo vemos.
Entre los accesorios nos encontramos con diversos cables, incluyendo el de alimentación, USB-C, HDMI y DisplayPort.
También hay un accesorio que sería necesario instalar si pretendemos montar el monitor en un anclaje VESA, ya que el sistema de anclaje que viene de fábrica no lo permite.


El pie del monitor tiene forma de uve, y su método de anclaje es el habitual, con un tornillo simple que se puede apretar con los dedos. La verdad es que el pie es bastante pero bastante grande.



El soporte es bastante parecido a otros que hemos visto tanto en Philips como en AOC, y es el encargado de la ergonomía, pues es éste el que puede variar en altura, giro e inclinación.


Como decíamos, la pantalla en sí está en la parte de abajo del embalaje, y viene protegida por un plástico.
Para el ensamblaje del monitor es necesario retirar un poco este plástico para poder acceder al punto de anclaje.
Una vez visible, es cuestión de insertar el soporte del monitor hasta que haca «clic» y queda fijado.
Todavía sin sacar el monitor de la caja, ahora podemos anclar el pie al soporte.
Hecho esto, ahora sí que podemos sacarlo de su embalaje y retirar el plástico protector. La verdad es que es un método bastante sencillo y sobre todo seguro para montar y sacar el monitor sin dañar nada.
Como podéis apreciar, de fábrica la pantalla viene protegida por otro plástico que deberíamos retirar. El acabado es brillante.
En el frontal, el Philips Evnia 32M2N8900 tiene tres bordes muy finos y el inferior más grueso, donde el fabricante ha aprovechado para poner la marca y el nombre de la familia.


Veamos sus partes. En esta vista lateral podéis ver que la pantalla OLED es extremadamente fina, aunque luego por la parte del centro es más gruesa para dar cabida a la electrónica y en anclaje del soporte.
Este modelo permite bastante inclinación, pudiendo poner la pantalla casi a 45 grados.
Aprovechando esta vista lateral, también os mostramos la modificación en altura. En las imágenes anteriores estaba arriba del todo, y aquí podéis verlo abajo del todo.
Eso sí, como podéis apreciar el pie del monitor es muy, muy grande y sobresale bastante.
Siguiendo con las opciones ergonómicas, esto es lo máximo que se puede pivotar la pantalla hacia los lados. Lamentablemente, este monitor no tiene opción de giro, es decir, no se puede poner la pantalla en vertical (salvo que utilices un brazo VESA, claro).


La parte trasera del monitor es de color blanco mate, y como podéis apreciar en todo el perímetro de la zona gruesa tenemos los LED del sistema Ambiglow.


El botón de encendido y que a la vez es el joystick de control para el OSD está en una de las esquinas de esta zona gruesa. La verdad, el botón es un poquito endeble y está bastante a desmano, porque cuando tienes el monitor de frente tienes que meter la mano a tientas por debajo o por un lado buscando el botón y es incómodo.
En el lado opuesto hay un cierre de seguridad Kensington.
Como es habitual, en la parte baja tenemos escondidas todas las entradas de vídeo y el conector de alimentación, todos identificados con su nombre o símbolo.


Encontramos de izquierda a derecha en la imagen dos HDMI, un DisplayPort, un USB-C, el conector de entrada de USB y dos USB-A, y un minijack de audio.
En el otro lado, el conector de alimentación.
Probando el Philips Evnia 32M2N8900
Como siempre, al encender el monitor nos recibe el logo de Philips y en unos tres segundos más o menos ya muestra la imagen. El Philips Evnia 32M2N8900 es un monitor OLED, y como tal muestra unos colores muy vívidos y con un alto brillo que nuestra cámara no es capaz de captar adecuadamente: en persona se ve muchísimo mejor de lo que vais a verlo en las imágenes.
El OSD es bastante completo, aunque la navegación por este se hace bastante incómoda tanto por la posición del joystick como por la forma en la que el fabricante ha organizado las opciones. Con todo, nada del otro mundo y no es difícil encontrar las diferentes opciones que busques.


Comencemos con las pruebas, como siempre con el balance de blancos y negros. El panel es OLED y eso significa que podemos esperar negros muy oscuros y blancos muy claros, y así es justamente como se ve en la prueba. Parece bastante bien calibrado de fábrica.
Lo mismo sucede con los colores, muy vívidos especialmente cuando la intensidad es alta.
Los blancos son muy brillantes (aunque repetimos que la cámara no es capaz de captarlos adecuadamente y parecen más grises de lo que en realidad son) y los negros tan oscuros que parece que la pantalla está apagada.


Con la prueba de colores más de lo mismo, no hay ninguna pega y la calibración de fábrica parece adecuada.



En cuanto al rendimiento en juegos, que es para lo que este monitor ha sido diseñado, ¿qué decir? Es un panel OLED de resolución 4K con 240 Hz de frecuencia de refresco variable, así que se ven simplemente genial.




En el entorno de los juegos debemos hacer hincapié en el apartado del sonido, y es que la pareja de altavoces estéreo de 5W RMS que Philips ha instalado en este monitor se escuchan de fábula, nada tienen que envidiar a los de una TV para el salón.
Y por cierto, el Ambiglow funciona de lujo. Tienes varias configuraciones posibles en el OSD, aunque a nosotros nos gusta la de «Seguir el vídeo» que es la que hace que los colores parezca que se salen de la pantalla, dando una mayor sensación de inmersión.



Conclusión y veredicto
Es verdad que este Philips Evnia 32M2N8900 es un monitor relativamente caro, pero tampoco tanto si lo comparamos con el resto de oferta de monitores OLED del mercado, con el añadido de que estamos ante un modelo de resolución 4K y 240 Hz que hará las delicias de los gamers más exigentes que quieren poder jugar con la máxima calidad, y con el añadido de la inmersión que da la tecnología Ambiglow.
El Philips Evnia 32M2N8900 se postula como una opción muy a tener en cuenta, al que solo podemos sacarle la pega de la posición y el funcionamiento del botón para el OSD, que es algo menor porque al final no es algo que estés tocando constantemente.
Por todo ello, consideramos que es merecedor de nuestro galardón de platino, haciendo especial hincapié en el rendimiento extraordinario de su panel OLED.

