Lo tienes en tu PC e incluso en tu portátil a modo de touchpad, pero un ratón para PC es mucho más del simple concepto que puedas tener en la cabeza, y si eres jugador semi profesional o directamente profesional esto lo sabes muy bien. Por ello, vamos a hablar de este periférico que nos ha acompañado (y nos acompaña todavía) durante tantos años.
No te quedes con la primera capa de la cebolla, porque hay mucho que contar, y siguiendo el símil usado, sobre el resto de la misma. Un ratón es a día de hoy un periférico de alta precisión como pocos se imaginan, donde este trabaja a una enorme velocidad. Por ello, vamos a conocer un poco más este gran desconocido que vemos a diario.
¿Qué es un ratón?
Un ratón de PC, como bien hemos descrito justo arriba, es un periférico, un dispositivo de entrada que se conecta al PC por cable o de forma inalámbrica que tiene como principal función controlar el movimiento del cursor de la pantalla de tu PC.
Nos permite movernos por el escritorio y hacer clic hacia cualquier icono, documento o archivo que tengamos en el HDD y como buen periférico de entrada se usa con las manos, en concreto con una de ellas. Su nombre deriva del famoso animal porque los primeros diseños tenían una forma curvada similar a la espalda de estos mamíferos de pequeño tamaño.
Características comunes de los ratones
De nuevo entramos en terreno de obviedades, ya que las características de un ratón las debemos de saber todos a día de hoy:
- Permite seleccionar e indicar partes del software.
- Permite abrir o ejecutar cualquier programa o archivo.
- Podemos arrastrar y soltar archivos.
- Podemos desplazar cualquier archivo.
- En gaming, podemos seleccionar objetos visuales en pantalla para interactuar con ellos o podemos usar el puntero como mira para apuntar al enemigo.
- Desplazamiento vertical de carpetas, webs y otros.
- Funciones adicionales seleccionadas a placer y configuradas por software en sus botones.
- Podemos combinar botones con teclas del teclado para definir distintos usos.
Partes comunes de un ratón
Un ratón de PC se compone de una serie de partes bastante sencillas y que seguro todos conocemos:
- Clic derecho y clic izquierdo: antiguamente formaban una sola pieza con el respaldo de la mano, pero a día de hoy no solo son independientes de esta, sino que son individuales entre ellos mismos. La mayoría incluyen resortes independientes con tensores activos para disminuir las vibraciones y el rebote, mejorando los tiempos de respuesta y la presión en cada switch.
- Reposa palma: es la parte donde apoyas la palma de la mano, aunque dependiendo del tipo de agarre esto no sea así, es algo muy personal sin duda. En cualquier caso está pensada para disminuir la tensión y facilitar la ergonomía de tu mano, evitando lesiones tras largas horas de juego.
- Rueda: todos la tienen y en la historia ha habido solo unos pocos que han prescindido de ella. Incluso los ratones 3D terminaron cediendo ante las críticas por no incluirla.
- Ajustes laterales: estos varían dependiendo del tipo de ratón y de agarre según se enfoque para diestros, zurdos o ambidiestros. Tienen la funcionalidad de ser un apoyo para el dedo pulgar y el meñique.
- Botones laterales: dependen de cada ratón y como tal, varían entre modelos. Son destinados a diversas funciones que son configurables por el usuario. Aquí también entran los joystick y otros tipos de keycaps.
- Base: es la parte que toca con la alfombrilla y que integra los llamados «pies». Protege al sensor y es la base del chasis del propio ratón, que bien pueden ser las partes ya nombradas o tener una estructura interna mínima.
Los diferentes tipos de ratón para PC que te puedes encontrar
Pues aquí hay bastante tela que cortar, puesto que hay bastantes tipos de ratones en general y todos son bastante diversos. De hecho, es más que probable que, o no conozcas todos, o simplemente no hayas caído en la cantidad que hay, así que vamos a verlos para tener una mejor percepción de todo lo dicho.
- Ratones de tipo analógico o «bola»: son ratones de los años 70, 80 y principios de los 90, donde una bola se deslizaba por la alfombrilla estando esta dentro del ratón y siendo seguida por dos ejes, los cuales indicaban la posición al puntero del PC. Por suerte estos ya no se usan.
- Ratones digitales: son los actuales y poseen sensores de varios tipos que trataremos más adelante. La información se transmite de manera digital y es procesada por un chip dentro del propio ratón que ofrece la información ya trabajada y a toda velocidad a la CPU mediante USB o Wireless.
- Ratón 3D: estamos acostumbrados a trabajar en un entorno en dos dimensiones limitado por una pantalla, pero en un casco de realidad virtual podemos ver un entorno en tres dimensiones que podemos observar desde todos los ángulos y direcciones, para navegar en él necesitamos un nuevo tipo de ratón.
Luego, dentro de la categoría de ratones digitales, encontramos diferentes variantes:
- Diestros, ambidiestros y zurdos: son lo mismo realmente, el mismo concepto, pero no el mismo tipo. Están enfocados dependiendo de la mano que use el usuario, donde pueden ser diestros o zurdos, pero es que además pueden ser ambidiestros y aquí llega la apreciación importante. Y es que los ratones ambidiestros tienen una forma simétrica en ambas caras del mismo, mientras que los otros dos dan prioridad al apoyo y al giro de la muñeca según la mano escogida, es decir, no son «planos» visualmente hablando (todos tienen curvatura lógicamente) en cuanto a diseño se refiere.
- Ratón ergonómico: es un tipo de ratón enfocado a mejorar el funcionamiento de nuestra mano y muñeca de manera que sufran lo mínimo posible. Normalmente son ratones que tienen una forma totalmente distinta, se usan de la misma forma que uno normal, pero su postura de ser cogidos es lateral, con la mano un poco de canto, que es la postura donde menos sufre el metacarpiano (síndrome del túnel metacarpiano).
- Ratón inalámbrico: es un tipo de ratón común en PC, no tiene ninguna novedad como tal, pero sí una peculiaridad: no necesita un cable para ser conectado porque usa tecnología Wireless. Esto no quiere decir que si así lo deseamos no lo podamos enchufar a un cable, algunos modelos lo permiten, otros no. En cualquier caso su peculiaridad es esa, es inalámbrico y como tal nos da más libertad de movimientos.
- Ratón de portátil: son los llamados Touchpad y tienen la particularidad de que son táctiles y solo tienen dos botones por norma general que se integran justo a continuación del sensor táctil y en el eje horizontal. Todo el que haya tocado un portátil lo conoce, ya que la superficie que integra sería el sensor de un ratón normal y nuestro dedo la alfombrilla por donde se desliza, salvo que a la inversa lógicamente.
Tipos de sensores
Existen en la actualidad solo dos tipos de sensores de ratón que se comercialicen para el gran público: ópticos o láser. La realidad es que los usuarios no van a distinguir, por norma general, entre uno u otro, pero los jugadores que sí que necesitan un precisión increíble ven rápidamente las diferencias. Por ello, vamos a analizarlos detenidamente.
Sensor óptico
Los ratones ópticos tienen una serie de beneficios en comparación con los ratones de antaño basados en la clásica bola. Al no basarse en partes mecánicas existe una menor probabilidad de fallos, pero a la vez esto reduce la capacidad de ser reparados. Tampoco nos tenemos que preocupar por la molesta suciedad que se acumula en el ratón y de cara el rendimiento son mucho más precisos a la hora de captar los cambios de velocidad y no requieren el uso de alfombrillas especiales.
Para poder entender cómo funcionan los ratones con sensores ópticos lo primero que tendremos que conocer es el funcionamiento de este tipo de sensores. En cuanto a su descripción simplificada, un sensor óptico lo único que hace es convertir los rayos de luz en una señal electrónica que un procesador pueda medir. Los sensores ópticos no se utilizan solamente en los ratones, por ejemplo el sistema de brillo automático de tu smartphone utiliza uno de estos sensores para bajar de manera automática el brillo de la pantalla.
Los sensores ópticos tienen muchas más utilidades más allá de su uso en los ratones de PC. Entre sus utilidades se encuentran las fotocopiadoras y escáneres de documentos, y también para detectar la presencia de objetos en movimiento. Estos últimos se utilizan para sistemas de alarma y de fotografía automática, en especial para detectar la presencia de animales en plena naturaleza.
Pero lo que nos interesa es cómo funcionan este tipo de sensores en los ratones que utilizamos a diario en nuestros PCs, ya que desde el lanzamiento del Intellimouse de Microsoft en 1999 estos ratones han ido desplazando a los clásicos ratones de bola y han visto la aparición de un segundo tipo de ratón basados en iluminación láser, donde el primero de ellos en la historia fue el MX 1000 de Logitech.
En el caso de ratones ópticos estos no emiten ningún tipo de luz, por lo que se suele acompañar el ratón de un emisor de luz, habitualmente una luz LED aunque también puede ser un láser, con la que se ilumina la superficie en la que se mueve el ratón. Cuando en las especificaciones de un ratón no están diciendo que su sensor tiene una cantidad determinada de IPS, en realidad está hablando de la cantidad de imágenes por segundo que es realizada por el fotodetector.
Dicha información es procesada por un procesador que puede ser de señal digital, DSP, o ser una unidad de función fija. ¿Su tarea? Comparar las imágenes entre sí para saber si ha habido un desplazamiento. Para ello se utiliza una malla interna en la que se alinean todos los “píxeles” de la imagen y se les da una identificación. Cuando en la siguiente imagen ha habido un desplazamiento el DSP lo sabe comparando en qué posición se encuentra cada píxel de una imagen a la otra.
Se ha de tener en cuenta que conociendo el desplazamiento entre dos puntos y teniendo en cuenta el tiempo se puede saber la velocidad de desplazamiento de un cuerpo y también la aceleración. Una vez el DSP ha procesado los datos, la conclusión de los mismos es enviada al PC. Esto se hace a muy alta velocidad y por tanto en un tiempo en el que el usuario ve una correlación de movimiento directa entre el movimiento con su ratón y el cursor de la pantalla. ¿La realidad? Se trata de una ilusión producida por la alta frecuencia a la que funciona el sensor óptico y se procesan las imágenes que va captando.
Sensor láser
Un ratón láser es lo mismo que un ratón óptico, su principio de funcionamiento es el mismo, pero se diferencian en el tipo de luz utilizada para iluminar la superficie. En el caso de la iluminación LED esta tiene el problema que no puede penetrar muchas superficies. ¿Las consecuencias de ello? Si resulta que estás utilizando el ratón en una superficie muy reflectante, como una mesa de cristal, entonces lo que ocurrirá es que el patrón que capte el sensor óptico será incorrecto.
Es por ello que los ratones con sensor óptico que hacen uso de un láser para iluminar tienen mayor precisión que los que utilizan iluminación LED, aunque dicha precisión puede ser contraproducente, ya que pueden captar sobreinformación inútil lleva a errores en la interpretación de la misma por parte del DSP. Lo que provoca que el movimiento con el ratón no sea interpretado de manera correcta en el PC y esto puede llevar a errores en programas como los de diseño gráfico, donde se pide una gran precisión con el ratón.
Por lo que existen situaciones en las que un sensor óptico con iluminación LED es mejor que uno láser, siendo el coste el mayor de ellos, pero también el hecho que un láser es una pieza mucho más sensible a romperse que una luz LED. Además, el único hándicap es su uso en superficies altamente reflectantes.
Flawless Sensor
No hay margen de maniobra aquí, si quieres escalar posiciones y tienes habilidades en cierto juego, podrás ser muy bueno con periféricos de gama baja, pero conforme subas en la escala de jugadores verás que entonces necesitas el mejor material para exprimir todo tu potencial y en ratones eso equivale a buscar el mejor sensor, de ahí el llamado Flawless Sensor, también conocido coloquialmente en nuestro idioma como el sensor perfecto.
Es un tipo de sensor que más que ver con él mismo tiene que ver con el fabricante y el tipo de ratón. Es un concepto curioso que tiene y no tiene que ver con la precisión, porque no radica en sí misma y nos explicamos. Puede que no lo sepas, pero cuando compras un ratón de gama alta el software y el propio hardware del ratón o el conjunto de ambos, tienen una serie de algoritmos de precisión que en los modelos más elitistas o enfocados a cierto tipo de juegos resulta un problema.
Al jugador medio le aporta ventaja dicho algoritmo, al jugador competitivo semiprofesional o profesional le destroza el rendimiento por norma general. ¿Qué hace el algoritmo? Corregir en milisegundos la precisión del puntero. Este algoritmo y su familia (cada marca usa el suyo programado específicamente para cada ratón) toma por nombre general como algoritmo de predicción y su funcionamiento es tal cual lo define: predecir tus movimientos cada milisegundo para ajustar el puntero, mira o stick hacia donde quieres.
Algo tremendamente difícil sin duda, pero el hardware actual y los firmwares son tan potentes para un ratón que el algoritmo es realmente impresionante en cuanto a su funcionamiento. Por ello, si tu habilidad supera a la media un ratón con algoritmos de predicción no te permitirá seguir escalando posiciones en base a un mejor rendimiento por tu parte.
Por lo tanto, un Flawless Sensor es un sensor de ratón que no incluye algoritmos de predicción o donde estos pueden ser apagados, tiene un seguimiento real 1:1 y además no modifica ni la trayectoria ni la precisión sobre nuestros movimientos.
Sí y no, es complicado así que vamos a verlo tranquilamente. Que tengas un sensor de una marca u otra, o que sea óptico o láser no es representativo sobre el hecho de que tengamos un Flawless Sensor, pero (porque siempre hay un pero) hay ratones que no serán perfectos debido a su sensor, marca, tipo y modelo.
¿Por qué? Porque el sensor por sí mismo no tiene la suficiente precisión como para mantener un seguimiento 1:1 y no modificar nuestro movimiento como tal, es decir, es menos preciso. Esto lo podemos encontrar en modelos de ratón de todo tipo, desde gama alta hasta la más baja, con rangos de precios enormes, así que por comprar un ratón más caro no te garantizas un Flawless Sensor, ni mucho menos.
Pero sí que hay una tendencia, y es que los ratones láser suelen incluir sensores Avago, como el ADNS-9500 o el 9800, los cuales requieren de los algoritmos para ser medianamente precisos. Además, hay algunos ópticos que también sufren de este problema y al mismo tiempo tienen un denominador común: Avago.
No es que sea una mala marca de sensores, pero está muy por detrás de PixArt y aunque tiene gamas de productos como el ADNS-3310 que sí que es Flawless, en láser no lo consigue con ninguno. Por lo tanto, es mejor optar por un PixArt PMW si es posible.
Aquí entramos en otro terreno del que hemos hablado un poco más arriba y que ya se escapa al sensor sin más. El problema de muchos ratones actuales es que, en contra de lo que se piensa, tienen demasiadas opciones de personalización.
O eres un usuario avanzado o te vas a encontrar con varios problemas de configuración del ratón en el PC. Que tu ratón tenga un Flawless Sensor no implica que no se esté ejecutando algoritmo alguno, ni mucho menos, puede que sí que esté corrigiendo tus movimientos y no te hayas dado cuenta.
El problema que hay aquí es que el software de la grandísima mayoría de empresas de ratones gaming incluyen por defecto algoritmos de predicción activos en sus programas de configuración y el usuario menos experimentado los deja activos pensando que obtiene una mejora. Y así es si no eres ducho en habilidades, pero en nuestro caso como jugadores muy avanzados es un problema.
Incluso Windows tiene su propio algoritmo que mejora la precisión y por defecto viene ya activo, lo cual es un problema porque aunque nuestro software de configuración del ratón esté desactivado para dicho algoritmo Microsoft ya implementa el suyo, así que tendremos que desactivarlo igualmente si queremos ser realmente precisos por nuestros medios.
Sensores de ratón para PC que deberías intentar evitar
No son demasiados, pero todos incluyen por defecto algoritmos de predicción, así que conviene evitarlos:
- Avago ADNS-3050
- Avago A3060
- Avago A2059
- Avago ADNS-9500
- Pro AIM R3
- Avago ADNS-9800
Pero esto no es la Biblia como tal, ¿Por qué? Complicado, ya que llevamos unos años donde los fabricantes no quieren comprar el mismo sensor que su rival directo del mercado, por lo que están fabricando sus propios sensores basándose en algunos míticos o nuevos e imponiendo su tecnología.
Por lo tanto, en breve no quedará sensor que pueda señalarse para cualquier ratón como tal, sino un ratón en concreto que será el castigado o en su defecto varios modelos. ¿Dónde está la personalización? ¿Consiguen ser Flawless? Depende del grado de implicación de la marca y de la cantidad de mejoras implementadas.
Muchos cambian la altura recomendada, otros consiguen mejorar los DPI por software basándose en sensores ultra conocidos y así un largo etc. El único método fiable es conocer la base del sensor, de que modelo parte y a raíz de ahí comprobar si por software está modificado y en ello quitar cualquier modificación o setting posible.
Tipos de agarre en un ratón para PC
Si hay un periférico que ha sufrido cambios a lo largo del tiempo, modificando su forma externa para adaptarse a las demandas de los usuarios con el paso del tiempo, ese es el ratón. Lejos han quedado los tiempos de los ratones blancos de bola, todos con la misma forma externa, todos con los mismos problemas de rendimiento en el segmento de los videojuegos.
Es, probablemente, en el momento en que empiezan a popularizarse los ratones con carcasas personalizadas cuando más comienzan a notarse las diferencias entre las diferentes formas de agarrar un ratón. Esto es debido a que estas carcasas externas se diseñan con un tipo de agarre en mente, para que permitan que los usuarios encuentren su manera predilecta de sujetar el ratón, ya sea esta con el tipo garra (claw), palma (palm) o dedos (fingertip), que son los tres tipos más comúnmente utilizados por los usuarios a la hora de manejar este periférico.
Cada usuario tiene su propio estilo a la hora de sujetar el ratón, pero, aun así, hay tres tipos de sujeción definidos para este periférico.
Claw o garra
Este tipo de sujeción emplea principalmente la concavidad que hace el final de la palma de la mano y los dedos flexionados en forma de garra (de ahí el nombre), apoyados en los botones del periférico. Este tipo de ratones se caracterizan por tener un abultamiento en su parte superior bastante pronunciado y por ser más cortos en longitud de lo que suele ser habitual en otros modelos, dado que no requieren tanto espacio físico para los dedos.
Palm o palma
Estos ratones suelen sujetarse, de manera habitual, empleando toda la palma de la mano. Se diseñan de manera que todos los dedos y la palma de la mano queden en contacto con la parte superior del ratón, consiguiendo una postura mucho más relajada que la sujeción de tipo garra. Para ello, la parte superior del periférico no tiene un abultamiento tan pronunciado, y estos ratones suelen tener mayor longitud para dar mejor cabida a la mano del usuario.
Fingertip
Con este tipo de agarre, se maneja el ratón tan solo empleando la punta de los dedos (fingertip), apoyados en los dos botones principales y en los laterales del ratón. En realidad, podríamos decir que este tipo de agarre es una evolución del tipo garra, pero empleando tan solo los dedos situados sobre el ratón. Y, al igual que para los ratones tipo garra, los desarrollados para este tipo de sujeción no suelen ser muy grandes, dado que el espacio extra no tiene ninguna utilidad.
Realmente, no existe un método correcto para agarrar el ratón, dado que cada uno de nosotros emplea el que mejor nos viene a la hora de utilizarlo. Y, como ya hemos dicho, agarrar el ratón es un acto muy personal.
Frecuencia de sondeo
Este parámetro define la frecuencia con la que el dispositivo se reporta con el PC, o dicho de otra manera, también puede decirse que es la velocidad con la que se comunica con el ordenador. Hablamos de un parámetro que es una frecuencia y que por lo tanto se mide en hercios (Hz).
Pongamos un ejemplo: si un ratón tiene una frecuencia de sondeo de 125 Hz significa que reporta la posición del cursor al PC 125 veces cada segundo, o lo que es lo mismo, una vez cada 8 milisegundos. Si la frecuencia es de 500 Hz significa que se reporta 500 veces por segundo, o una vez cada 2 milisegundos. Por este motivo, la frecuencia de sondeo más habitual en los periféricos gaming es de 1000 Hz, que equivale a 1 ms de tiempo de respuesta.
Una alta frecuencia puede reducir el lag que se produce entre que mueves el ratón o pulsas una tecla del teclado y esto se ve reflejado en la pantalla, pero la contrapartida es que cuantas más veces se reporte un periférico hacia el PC, mayor será el consumo de CPU de éste ya que el procesador estará preguntándole al dispositivo por su posición o acciones mucho más a menudo.
Este es precisamente el motivo por el que la mayoría de ratones y teclados gaming que tienen una elevada frecuencia de sondeo permiten configurarla en su panel de control, de manera que el usuario pueda escoger una comunicación más rápida pero con un mayor consumo de CPU o una comunicación un poco más lenta pero con un menor consumo de recursos del procesador.
Como hemos mencionado antes, hasta hace poco una frecuencia de 1000 Hz era lo más normal en los dispositivos de gama alta, pero en los últimos tiempos han comenzado a aparecer teclados y ratones con frecuencias mucho más altas, que llegan hasta los 8000 Hz (0,25 ms), lo cual ha suscitado un nuevo debate ya que los tiempos de respuesta actuales ya proporcionan un gran rendimiento así que, ¿merece la pena elevar tanto esta frecuencia y someter a tal carga al procesador?
Una tasa de sondeo más elevada podría ser útil, pero realmente no hay una diferencia sustancial de cara a la experiencia de uso entre utilizar 1000 Hz o 500 Hz, así que lo mismo sucede cuando saltamos de 1000 a 4000 Hz por ejemplo. Aquí interviene también la resolución a la que esté configurado el sensor (al menos en ratones), ya que con una elevada resolución sí que se puede notar una gran diferencia entre los «saltos» que pega el cursor al moverlo de posición. En cualquier caso, un teclado con 1000 Hz de frecuencia de sondeo ya registra las pulsaciones en la pantalla prácticamente de manera instantánea, ya que 1 ms es un tiempo imperceptible para los sentidos humanos.
Ahora bien, entre utilizar una frecuencia de 125 Hz (8 ms) y 1000 Hz (1 ms) sí que se puede notar bastante la diferencia, especialmente en el entorno competitivo donde cada milisegundo puede suponer la diferencia entre ganar o perder una partida. Ya nos movemos en magnitudes donde la percepción humana sí que nota la diferencia, pero realmente un tiempo de respuesta de menos de 1 ms es difícil de notar y solo los gamers con reflejos entrenados podrían notar algo de diferencia.
En la siguiente prueba podéis ver el desempeño de un ratón Razer Lancehead a 1000 Hz:
Y aquí el mismo ratón pero al que le hemos configurado la frecuencia de sondeo a 125 Hz, es decir, con una latencia de 8 ms (aunque ponga 1000 Hz en el modelo es porque no lo cambiamos, pero mirad en Speed donde pone que efectivamente está funcionando a 125 Hz).
Podemos ver una diferencia sustancial en dos de sus parámetros, a pesar de que este test los cataloga como excelentes: primero en la precisión, pues en la prueba a 1000 Hz ésta ha sido perfecta, del 100%, mientras que a 125 Hz nos ha dado una precisión del 98,1%. Esto significa que ha habido algunos movimientos que se han perdido (literalmente un 1,9% de ellos), y obviamente un gamer no quiere que ningún movimiento pase desapercibido y que no se reporte al PC, ¿verdad?
Por otro lado, el parámetro smoothness (suavidad) nos ha dado un mejor resultado según el test con 125 Hz, pero la realidad es que si miramos la gráfica las crestas y valles en 1000 Hz son mucho menos pronunciados porque el ratón se está reportando con el PC mucho más a menudo (recordemos que en esta prueba empírica hemos comparado 1 ms con 8 ms), lo que significa que realmente los 1000 Hz nos están proporcionando una mayor suavidad de movimientos en el ratón.
Para concluir, al final el usuario debe buscar un equilibrio entre lo que necesita y lo que tiene. Dicho de otra manera, cuanta mayor sea la frecuencia de sondeo tendrás un movimiento más suave y preciso, pero podrías estar sobrecargando el procesador con ello y si éste no es muy potente podría incluso llegar a afectar a los FPS en los juegos, así que deberá buscar un valor que le vaya bien y que no afecte a su juego. En definitiva, como os decíamos el usuario medio tendrá más que suficiente con 500 Hz (2 ms) o 1000 Hz (1ms) si eres un gamer avezado, y solo los profesionales con reflejos entrenados realmente notarán alguna diferencia con frecuencias de sondeo más elevadas que esto.
Resolución o sensibilidad: CPI vs DPI vs PPP
A buen seguro sabrás que tanto CPI como DPI tienen que ver con la resolución del sensor, pero la parte mala es que son dos términos que no tienen el mismo valor puesto que, como te vamos a explicar, CPI significa «Counts per Inch» mientras que DPI significa «Dots per Inch», con valores que aunque puedan parecer lo mismo en realidad no lo son para nada. Pero antes de entrar en materia, vamos a verlo.
Aunque no está demasiado claro el por qué unas empresas usan un término y otras otro, no logrando un consenso entre todos los fabricantes y confundiendo muchas veces al usuario, si podemos decir cuál es el término correcto a usar para los ratones.
La eterna lucha entre estos dos se remonta a los inicios del diseño gráfico, principal culpable de la denominación DPI. Si hemos trabajado alguna vez para un sector similar al del diseño, seremos conscientes de que todo el mundo habla de DPI, incluso los departamentos de marketing y Visual.
El término se ha extendido desde el sector profesional, poco a poco, hasta el sector de consumo, donde se ha hecho relativamente famoso y ante esto, los fabricantes decidieron hace mucho optar por denominar, erróneamente, a sus sensores con dicho término.
Por lo tanto, lo correcto es hablar de CPI o Counts Per Inch, ya que este término hace referencia al número de pasos o saltos que el ratón registra cuando recorre una pulgada (2,54 cm). Este término hace referencia entonces al número de veces que se registra el movimiento por cada pulgada, ergo, a más registros, más velocidad y precisión debería tener un ratón.
Por ofrecer un ejemplo claro, un CPI de 1000 logrará mover 1000 píxeles en pantalla por cada pulgada que recorra el ratón. Esto lógicamente afecta a la resolución del juego al que estemos jugando o simplemente al escritorio.
Un monitor 4K a dicha resolución necesitará un mayor número de CPI en un ratón que el usuario que juega a 1080p, ya que de portar ambos el mismo valor, el primero tendrá que desplazar el ratón bastantes más centímetros en su alfombrilla para llegar al mismo punto de la pantalla.
DPI
DPI significa Dots Per Inch, es decir, puntos por pulgada, y la forma de medir estos puntos es totalmente distinta a lo que se consigue con CPI. De hecho, para calcular un DPI se necesita hacer un conteo de los puntos en una línea recta mediante una imagen en papel que es capaz de detectar un sensor, por ejemplo, de impresora.
Como vemos, apenas tienen que ver uno con otro, donde en ambos casos encontramos una similitud para la gran cantidad de fabricantes que usan ambos términos: no aportan la sensibilidad nativa del sensor de sus ratones.
Estamos acostumbrados a ver cada vez más DPI/CPI en los nuevos modelos de ratón, pero la realidad es que las técnicas usadas para estos nuevos sensores solo se basan en dividir los píxeles en subpíxeles virtuales, aumentando con ello la capacidad del sensor y protagonizando valores de escándalo.
La realidad es que el conteo de los sensores es mucho menor, y en algunos casos realizar este tipo de técnicas no suele salir muy bien, ya que entorpecen la lectura correcta del mismo, produciendo una menor precisión.
Hay que tener en cuenta que el termino DPI se ideo en origen para contar la cantidad de puntos de definición en una pulgada de una pantalla, por lo que no podemos asumir que el desplazamiento de un ratón sea 1:1 con el de la pantalla, ya que muchos ratones tienen una definición mucho más alta que nuestro monitor.
Por lo tanto, el valor correcto en la industria debería ser CPI, algo que los fabricantes comienzan a cambiar ya que los usuarios estamos más habituados a verlo y no hay necesidad de seguir caracterizando a los sensores con DPI.
PPP
El término «ppp» significa «puntos por pulgada» o un término que os sonará más, DPI que significa «dots per inch». Este parámetro se relaciona directamente con la lectura de movimientos que hace el sensor, es decir, que si por ejemplo el ratón tiene 2000 DPI significa que por cada pulgada (2,54 cm) que movamos el ratón, éste será capaz de enviar 2000 lecturas o señales de movimiento al PC.
También se conoce a esto como cuántas «imágenes» es capaz de captar el ratón por cada segundo, por lo que a más cantidad de ppp, mayor cantidad de imágenes es capaz de enviar del movimiento que hemos realizado, por lo que el software tendrá más datos con los que trabajar para que la representación en pantalla del movimiento del ratón sea más exacta y precisa.
CPI
Por este motivo, en realidad, es más exacto llamar a este parámetro CPI (counts per inch) que DPI o ppp ya que éste está relacionado con los píxeles de la pantalla. Por poner un ejemplo, un ratón con 2000 CPI se moverá 2000 píxeles en la pantalla por cada pulgada que movamos el ratón.
Ante la explicación anterior ya os habréis dado cuenta de que no es lo mismo ppp o DPI que CPI (y, de hecho, los fabricantes lo nombran mal), y de hecho no aportan el dato de la sensibilidad nativa del sensor del ratón ya que, en realidad, para cantidades muy elevadas de sensibilidad lo que hace el sensor es dividir los píxeles en subpíxeles virtuales, aumentando con ello la capacidad del sensor pero de manera artificial.
Por este motivo, si tienes por ejemplo un monitor 4K pero entras en un juego y la pantalla se pone en resolución Full HD, notarás que de repente el ratón se mueve muchísimo más rápido en la pantalla de lo que lo hacía en el escritorio. Esto es porque la realidad es que los sensores miden su sensibilidad en CPI y esto tiene una relación directa con la resolución de la pantalla, así que el rendimiento del ratón cambiaría radicalmente en este caso.
Este es el motivo por el que es importante fijarse en estos parámetros antes de escoger un ratón, especialmente si es un ratón gaming. Si el ratón dice que tiene 1 ppp (o como SteelSeries lo llama, TrueMove) significa que el movimiento que realices sobre la alfombrilla o superficie con el ratón se verá reflejado 1 a 1 en la pantalla, entregando un rendimiento más preciso pero sobre todo, más exacto.
Resumiendo: si juegas en un portátil con resolución 1366 x 768 o incluso con un monitor Full HD (1920 x 1080), lo que te convendrá es un ratón con un parámetro de ppp más bajo para que tus movimientos se adapten mejor a la resolución, mientras que si lo utilizas para una pantalla UltraWide o incluso 4K, entonces te conviene un valor de ppp más elevado por este mismo motivo.
La importancia de la resolución del ratón en el PC
A la hora de escoger un ratón, y muy especialmente si pretendes adquirir un modelo catalogado como «gaming», la resolución es algo que puede llegar a ser determinante. Si bien para la mayoría de los usuarios unas resoluciones bajas o medias son la tónica habitual, hay otros usuarios que requieren unas resoluciones muy elevadas, y por este motivo los fabricantes se afanan en mostrar unos números cada vez más abultados.
Lo importante es tener en cuenta que, a veces, los valores no representan luego el rendimiento a la hora de la verdad, y más si no te han especificado si la cifra que te están diciendo es DPI o CPI. Ahora que ya sabes lo que es cada uno de estos valores y lo que representa, deberías ser capaz de identificar qué ratón es el más apropiado para ti según su resolución, independientemente de que el fabricante haya expresado este término en CPI, DPI o incluso en otra magnitud.
Al final, cuando hablamos de gaming lo importante es lograr dar con un valor con el que te sientas cómodo dependiendo de tu estilo y costumbres, y sin importar si en el software dice que estás jugando a 2.000 DPI o CPI, lo interesante es que logres dar con este valor y que sea el que configures en todos los ratones que pasen por tus manos, valga la redundancia. Luego, lo que diga el fabricante sobre la resolución máxima que el sensor de su dispositivo es capaz de ofrecer ya es otra cosa y, como has visto, a veces es más marketing que otra cosa.
Velocidad de un ratón: IPS
Es muy normal tener dudas al escoger un ratón gaming. No es solo por sus características en sí mismas, sino porque dependemos de otros factores como son la ergonomía y la calidad del sensor, algo que no podemos valorar hasta tenerlo en nuestras manos.
Como hemos dicho más arriba, si a esto le sumamos que los fabricantes dan valores genéricos en sus ratones, nos encontramos en una encrucijada que solo la prueba y error podrán discernir para elegir el modelo correcto. Por ello, vamos a intentar aportar algo de luz en diferentes artículos sobre cada una de las características a valorar, en este caso en concreto, la velocidad.
Aunque el propio significado de la palabra ya deja bastante claro a qué nos vamos a referir, en ratones gaming no nos podemos quedar con ello.
En estos términos se entiende por velocidad de un ratón gaming a la distancia máxima que dicho ratón puede cubrir en un solo segundo y antes de que su sensor sea superado por su capacidad para mantener el seguimiento del movimiento del usuario.
Lógicamente, esta velocidad va a venir influenciada por tres parámetros fuera de las capacidades del sensor: superficie donde esté el ratón, peso del mismo y las capacidades del usuario. Es decir, depende de la superficie de contacto con los pads y de las capacidades del sensor para obtener una mayor o menor precisión con el material donde impacta su óptica, la velocidad será mayor o menor.
Lo mismo pasa con su peso, el cual es determinante para adquirir mayor o menor velocidad a la hora de mover el ratón. Por supuesto, las capacidades físicas del usuario son determinantes. Los jugadores profesionales alcanzan una velocidad y precisión increíbles, por lo tanto, esto también es un factor a tener en cuenta para discernir si nos va a influir mayor o menor velocidad en un ratón.
Cómo se mide la velocidad
La medida internacional para la velocidad de los ratones se estipula en pulgadas por segundo o Inches Per Seconds, lógicamente estipulada por los Estados Unidos. La equivalencia en nuestro país es el metro por segundo, lo cual equivale a 39,37 pulgadas por segundo.
Actualmente, los sensores de los mejores ratones suelen tener una velocidad de entre 400 a 500 IPS, lo que en un movimiento de un usuario muy avanzado y capaz significaría recorrer la distancia de un salón bastante grande en un solo segundo.
Lógicamente, los sensores tienen que mantener la precisión para poder albergar estas velocidades, ya que si pierden el conteo de puntos por milisegundo ni la velocidad ni la aceleración valdrían para nada.
En definitiva, la velocidad es un valor interesante, pero no representativo y discriminatorio por encima de otros parámetros más cruciales, sobre todo si tenemos en cuenta que jugadores profesionales con capacidades realmente elevadas hay muy pocos, ergo, es un valor que seguramente no aprovecharemos al máximo.
Pies de un ratón: PFTE
Seguro que al coger cualquier ratón gaming por primera vez lo has girado, has mirado en su base y has tocado sus pads de deslizamiento, has vuelto a colocar el ratón en la alfombrilla y has deslizado el mismo para ver el agarre, la fricción y el poder de parada. Bien, pues esos pads están fabricados en un material realmente común, pero que la industria no consigue suplantar por sus excelentes resultados y durabilidad.
Comencemos por explicar qué es el PTFE, ya que hay distintos tipos y es conveniente conocer la base del mismo. PTFE es el acrónimo de Politetrafluoroetileno, un plástico de uso industrial muy parecido al polietileno, pero con una composición molecular distinta que le otorga una serie de propiedades mucho más interesantes que este.
Básicamente, el PTFE se compone de átomos de flúor y carbono, por lo que ya podemos hacernos una idea de lo que nos espera con un material con estos dos compuestos como base primigenia. Y es que el PTFE tiene varios tipos, los cuales dependen de la carga mineral que incluyan en su composición.
Así que para hablar de este material hay que hablar de PTFE virgen y por otro lado de sus derivados minerales. Centrándonos en la versión virgen sus propiedades son tan abrumadoras que comprenderemos el por qué la industria lo escoge como su opción para ratones gaming. Dicho esto, veamos sus propiedades.
- Poca fricción.
- Muy resistente al calor (+-300 ºC)
- Gran nivel de comportamiento en aplicaciones mecánicas.
- Resistente a los rayos UV y a la intemperie.
- Capacidad de no-adhesión y de no retener la humedad.
- Resistente a la hidrólisis.
- Bajo desgaste, aun cuando se expone a condiciones extremas.
Pues es la mezcla mineral del PTFE virgen junto con bisulfuro, un aditivo que cambia bastante las propiedades del producto final. Comenzando por aumentar la dureza, rigidez o la reducción del coeficiente de fricción, aparte de lograr una mayor elasticidad y no tener tanto desgaste.
Evidentemente, con estas propiedades encima de la mesa es entendible su uso en un componente donde se busca la menor fricción posible en cualquier material, la mayor dureza que se pueda alcanzar y sobre todo que no se deforme con la presión de la mano del jugador.
Y es que un ratón gaming tiene que soportar unas aceleraciones brutales, al igual que unas frenadas de varios cientos de G, eso durante años, si no décadas en el peor de los casos. Aparte de todo lo dicho, resulta que es fácilmente moldeable en láminas, es extremadamente barato y por ello no es fácilmente sustituible.
Alfombrillas para ratón
A la hora de comprar un ratón, no solo debemos tener en cuenta todos los apartados que os hemos mostrado sobre estas líneas. Otro elemento que no podemos dejar de lado, especialmente si estamos buscando un ratón gaming de alto rendimiento, es la alfombrilla.
En el mercado podemos encontrar diferentes alfombrillas fabricadas con diferentes materiales, cada uno tiene unas especificaciones muy concretas que la convierten en la mejor o peor opción para realizar determinadas tareas. Básicamente, podemos reducir los tipos de materiales utilizados en las alfombrillas en 4: tela, plástico, aluminio y cristal templado.
Tela
Estas son las más comunes del mercado. Al tratarse de tejido, absorben fácilmente la suciedad del entorno y los líquidos sin acumularse en la superficie. Es una de las mejores opciones si el ratón que utilizamos no funciona sobre la mesa donde tenemos instalado el equipo y es de diferentes tamaños.
Plástico
Como bien podemos deducir por el nombre, se trata de una alfombrilla con una capa de plástico en la capa superior que repele todo tipo de suciedad y líquidos, por lo que acumula la suciedad en la parte superior afectando el funcionamiento del sensor.
Aluminio
Se trata una alfombrilla fabricada en aluminio que no se puede plegar. Al igual que sucede con las de plástico, acumulan la suciedad en la parte superior al no ser un material poroso.
Cristal templado
Este es el tipo de alfombrilla que utilizan los profesionales de los deportes electrónicos ya que ofrece una menor fricción con ratón permitiendo deslizarlo de una muy rápida y son las más caras de todas.