A la hora de comprar un periférico siempre podemos estar en la situación de no saber que es mejor para la acción que queremos desarrollar, al final siempre podemos mirar más por el precio o por la forma en la que nos lo venden que por lo que realmente es importante. En este caso, os vamos a indicar cómo podéis elegir el mejor ratón que resulte adecuado para lo que necesitéis, ya que dependiendo del uso que le queramos dar, podemos optar por unos u otros.
El ratón ha sido un periférico que ha venido acompañando al PC prácticamente desde sus inicios a principios de los 80 y es casi un elemento definitorio de que os encontráis entre un ordenador y no otra cosa. Y es que sin él sería imposible realizar tareas tan rápido, movernos por el sistema en décimas de segundo y ejecutar todo tipo de tareas sin apenas esfuerzo, con un simple golpe de nuestra muñeca. Así que sí, tener uno que nos funcione bien, con precisión, y sin lags, es tarea esencial para no perder los nervios con cada tarea que nos propongamos realizar.
Dentro de todos los periféricos que podemos encontrar a la hora de utilizar un ordenador está el ratón, uno de los principales que nos permiten comunicarnos directamente con el dispositivo, aunque no es el más importante, sí que puede resultar imposible para ciertos usuarios pensar en utilizar un PC sin él. Tendríamos que hacerlo todo con el teclado y si habéis tenido la experiencia de andar algún día son ratón por la rotura del que usáis habitualmente, sabréis el estress que provoca no poder ir directamente a un icono para pulsar sobre él y vernos obligados a dar rodeos hasta llegar allí.
Qué aspectos tener en cuenta
Cuando queremos comprar cualquier periférico siempre podemos ver que cada uno puede incorporar una serie de características distintas que lo hace mejor o peor para cada uno de los usos que le queremos dar. Al igual que con los teclados, los monitores o los auriculares, los ratones tienen diversos parámetros que debemos tener en cuenta a la hora de comprar uno, ya que son los que hacen que sea de mejor o menor calidad, cambiando sobre todo el precio, lo que nos permite elegir exactamente lo que necesitamos gracias a la gran variedad que podemos encontrar en el mercado.
En un principio, es posible que nos suenen cuales son los factores a tener en cuenta a la hora de comprar un ratón, ya que son las características principales que solemos mirar siempre, si por ejemplo somos personas que están acostumbradas a jugar es probable que sepamos diferenciar cada una de ellas de forma sencilla. Esto al final implica que entendemos hasta cierto punto en qué afecta cada una de las especificaciones que incluye un ratón, aunque si no sabéis realmente de lo que estamos hablando, no os preocupéis, ya que a continuación os vamos a explicar a fondo cada uno de los factores que debe incluir este periférico.
Ergonomía
Uno de los motivos principales por los que podemos decidirnos entre comprar un ratón u otro es la ergonomía que este es capaz de ofrecer, aunque en la mayoría de los casos esto realmente no lo tenemos verdaderamente en cuenta. Y es que desde un principio, el diseño que nos ofrecen los ratones convencionales realmente no son los más ergonómicos que podemos encontrar, ya que la posición en la que nos hacen tener el brazo no es la más óptima posible, y para algunas personas esto puede resultar en dolores bastante grandes.
La verdadera ergonomía se encuentra en los ratones verticales, aunque este diseño todavía no se encuentra realmente extendido, por lo que su uso puede resultar bastante complicado en un principio si venimos de uno convencional. Si no queremos optar por un ratón de este tipo pero seguimos queriendo uno que pueda tener una ergonomía más alta que los demás, entonces debemos optar por aquellos que se adapten bien a nuestra mano, optando por aquellos que tengan una forma lo más simple posible.
Durabilidad
Está claro que a nadie le gusta tener que cambiar de periféricos cada dos meses, por lo que otro de los factores que debemos tener en cuenta es los materiales de los que está hecho, junto con la fiabilidad que ofrece el fabricante, lo que se traduce en la durabilidad que tiene el ratón. Por lo general optar por aquellos modelos que pueden resultar más baratos de marcas poco conocidas, suele resultar en muchas ocasiones en tener que cambiar de ratón de forma frecuente, algo que termina costando más dinero que comprar uno bueno desde un principio.
Además, esta característica no está solo relacionada con el coste de tener que cambiar de ratón de forma frecuente, sino que también tiene que ver con la que hemos comentado anteriormente de la ergonomía. Los ratones que resultan más baratos por tener materiales de menor calidad también pueden tener un tacto que nos resulte incómodo, algo que al final se traduce en que nos pueda llegar a molestar si tenemos que utilizarlo durante mucho rato seguido.
Tamaño y peso
Por otra parte tenemos el tamaño y el peso que puede tener un ratón, aunque en un principio pueda resultar algo que no tiene demasiada importancia, en muchos casos es completamente necesario saber qué medidas tiene y cuanto pesa un ratón. Esto para personas que utilizan el ratón de una forma más casual no suele importar demasiado a no ser que resulte demasiado grande o demasiado pequeño en comparación con nuestra mano, ya que eso obviamente lo puede notar cualquier persona.
Pero a la hora de hablar del peso y el tamaño de una forma mucho más precisa, tan solo podemos ver en los ámbitos más profesionales las diferencias que hay entre unos tipos y otros, y quienes más suelen notar este tipo de cosas son aquellas personas que se dedican a jugar de forma profesional. Estos dos factores son extremadamente importantes ya que de ellos depende la velocidad y la aceleración del propio ratón al realizar movimientos que pueden resultar más bruscos, algo que hace que muchos profesionales terminen optando por los más ligeros del mercado.
Conectividad
Entrando ya en detalles más técnicos que no tienen que ver con el diseño externo del ratón, tenemos de primeras la conectividad, que al final es la que decide si podemos utilizar el ratón en cualquier sitio o si por el contrario debemos utilizarlo mediante un cable con un rango más limitado. La conectividad está relacionada con si el ratón incorpora cable o si por el contrario tiene alguna tecnología de conexión remota, ya sea mediante Bluetooth o mediante las tecnologías de cada compañía como puede ser el LIGHTSPEED de Logitech.
Este factor afecta siempre de una forma muy grande al precio, los modelos que incorporan cable suelen ser más fiables ya que ofrecen una conexión que a no ser que se rompa el cable, el conector o el puerto, no van perder la conexión, resultan más baratos ya que los materiales tienen menor coste.
Por otra parte, los inalámbricos presentan el problema de que pueden perder la conexión, aunque este fallo suele ser muy poco común, y más si hablamos de las tecnologías de conexión específicas, pero por otra parte presenta otras desventajas como es el hecho de que fabricarlos es más caro, añadiendo el factor de que incorporan batería, que, a diferencia del ratón con cable, puede acabarse y dejarnos tirados en el peor momento posible si no tenemos una forma de recargarla.
Autonomía
Relacionado con los anterior, también debemos tener en cuenta la autonomía de los ratones inalámbricos. La mayoría de los ratones inalámbricos, si hablamos de modelos de gama alta, incluyen una batería más que suficiente para duras unas cuentas semanas haciendo un uso intensivo de este. Sin embargo, los ratones gaming, con un mayor número de prestaciones y donde se utilizan continuamente para desplazarse por un juego y pulsar los botones, la autonomía que ofrecen es mucho más reducida, especialmente se si utiliza diario.
Los ratones de gama alta, en la mayoría de los casos, incorporan una batería interna en el ratón, batería que podemos cargar a través del conector que incluye el ratón y que permite seguir utilizando el ratón, aunque limita la posibilidad de moverlo libremente por la mesa. A la hora de comprar un ratón, es importante conocer cuáles son las cifras de autonomía que ofrece el fabricante, teniendo en cuenta que nunca van a ser reales. Si, queremos que la batería nos dure lo máximo posible, podemos prescindir de los modelos que incluyen iluminación RGB, ya que, aunque sea un LED, consume energía y al final acaba repercutiendo en la autonomía.
No es recomendable comprar ratones que funcionen con pilas AA o AAA, ya que podemos correr el riesgo de no tener recambios en casa para cuando se agoten las pilas del ratón y vernos obligados a interactuar con Windows con el teclado o las flechas de desplazamiento si previamente las hemos activado. Lamentablemente, a no ser que el ratón tenga una aplicación del fabricante que nos indique el nivel de batería, lo más probable es que nos queremos tirados en el momento más necesario.
Sensor, ¿óptico o láser?
Una de las mayores dudas que podemos tener a la hora de comprar un ratón es el sensor que incorpora, existen aquellos que tienen un sensor óptico mientras que hay otros que cuentan con un sensor láser, ofreciendo en muchos casos diversas características que nos hacen elegir uno u otro. En la mayoría de ratones utilizados por ejemplo para gaming, vamos a encontrar sensores ópticos, ya que ofrecen una menor posibilidad de fallo que los láser, aunque al final esto depende de cómo lo utilicemos más que de como funcionan en sí.
Por lo general en las tiendas es probable que siempre encontremos en su gran mayoría ratones ópticos, ya que resultan más baratos de fabricar y ofrecen sistemas que son altamente sensibles, por lo que se han convertido prácticamente en un estándar. Es posible que encontremos alguna que otra diferencia, pero en este aspecto, llevándonos por como de bien funciona uno u otro, realmente no importa demasiado, cual de los dos elegir, siempre y cuando no nos importe demasiado el nivel de sensibilidad.
Si que es cierto que existen distintos tipos de sensor dentro del óptico y el láser que presentan una serie de diferencias unos de otros, pero esto realmente depende más de las tecnologías que incorporen por el desarrollo que haya hecho la compañía que lo vende y de si es de una gama mayor o menor. En general dependiendo del sensor que incorpore el ratón, este tendrá una mayor velocidad, una mejor precisión y otros factores que también suelen ser extremadamente importantes en ciertos casos, sobre todo si lo volvemos a llevar al ámbito competitivo.
Botones
Al igual que con los teclados, los botones que incorpora un ratón pueden variar dependiendo de la forma que tenga, pero el número que puede incluir no es lo único que debemos mirar a la hora de comprar uno. Y es que es posible actualmente es raro encontrar ratones que incluyan únicamente los tres botones básicos que debe tener cualquier periférico de este tipo, ya que la mayoría suelen incluir ya además de el izquierdo, el derecho y el central otros, por ejemplo en los laterales, que nos permiten realizar más funciones.
Pero además, debemos tener en cuenta el tipo de interruptor que incluyen estos botones, ya que afecta directamente a la durabilidad que tiene, junto con otros aspectos técnicos que no suelen tenerse en cuenta a la hora de utilizarlo de forma casual. Los ratones más caros suelen incluir interruptores de gran calidad, junto con otras tecnologías que evitan, por ejemplo, el doble-clic que causan algunos interruptores de baja calidad.
El uso que le des al ratón es lo más importante
Una vez hemos visto cada uno de los aspectos que tiene un ratón, está claro que podemos ver que dependiendo de para qué lo queramos es necesario que nos hagamos con uno u otro, ya que cada uno de los factores que debemos tener en cuenta son distintos si queremos utilizarlo para diversas funciones. De esta forma, conociendo cada una de las características os vamos a explicar cómo elegir el mejor ratón para el uso que queráis darle.
Si quieres un ratón para jugar
Empezando por probablemente los ratones más sofisticados, aquellos que están diseñados específicamente para jugar y que ofrecen una serie de tecnologías que nos permiten ajustar el juego a nuestro nivel de habilidad. Para los ratones gaming, hay tres cualidades que son extremadamente importantes de todas las que hemos mencionado anteriormente, el sensor óptico, los botones y la ergonomía, ya que el resto de factores entrarían en un ámbito más secundario.
De primeras, si hablamos del sensor óptico debemos buscar uno que ofrezca la mayor precisión posible, pero que no deje de lado la velocidad, siendo las marcas más recomendables para este tipo de casos Corsair, Logitech y Razer. Estas tres marcas ofrecen sensores especializados que nos permiten configurar el uso del ratón a nuestro gusto mediante sus aplicaciones propias, ofreciéndonos la posibilidad de cambiar en cualquier momento, por ejemplo, la sensibilidad del periférico.
Por otra parte tenemos los botones, al igual que con el sensor óptico, las tres marcas que hemos mencionado suelen ofrecer tecnologías relacionadas con los interruptores de los botones de los ratones, funciones anti doble-clic, la posibilidad de programarlos, una alta durabilidad…
Y luego por último tendríamos la ergonomía, dentro de esta característica también podemos contar el tamaño y el peso, este tipo de ratones deben tener un diseño cómodo que permita utilizarlo durante largas sesiones, sin que afecte de forma negativa a nuestra forma de jugar.
Un ratón de oficina debe ser de esta forma
Los ratones de oficina a diferencia de los que podemos encontrar para gaming no necesitan centrarse en el sensor óptico, ya que no dependen de tener una gran sensibilidad o velocidad, haciendo que las claves principales para comprar uno sean la ergonomía, la durabilidad y la conectividad. En este caso, las tres características clave que deben tener estos ratones se centran en la capacidad que podemos tener de utilizarlo de forma cómoda en cualquier entorno más que en las prestaciones que son capaces de ofrecer.
Empezando por la ergonomía, como bien hemos indicado en un principio, lo mejor es optar por un ratón que sea vertical, que nos permita tener los huesos del brazo en la posición correcta en vez de tenerlos cruzados, lo que puede llevar a problemas por su uso frecuente. Dentro de la ergonomía, al igual que en el apartado anterior, podemos tener tanto el tamaño como el peso, ya que puede resultar incómodo utilizar un ratón que pese demasiado o que tenga un tamaño que sea demasiado grande o pequeño.
Luego, tenemos la durabilidad, que resulta extremadamente importante por el simple hecho de que ello depende si podemos trabajar de forma cómoda o no, ya que a nadie le gusta tener que utilizar un ratón que tras varias semanas comienza a tener problemas a la hora de hacer clic o al que le deja de funcionar la rueda al poco tiempo.
Y el último aspecto a tener en cuenta es la conectividad, por lo general depende de donde trabajemos o si debemos conectar el ratón a múltiples dispositivos, en estos casos, lo mejor es por ejemplo optar por uno inalámbrico que permita hacer un cambio rápido entre diversos dispositivos, pero no debemos descartar los cableados si solo usamos un ordenador.
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Para los ratones de uso casual, prioriza el precio
Existe la posibilidad de que realmente tampoco le demos el uso suficiente a un ratón como para necesitar invertir una gran cantidad de dinero en uno que sea más ergonómico, que incluya una conectividad inalámbrica, un sensor óptico de gran calidad o cualquier característica de las que hemos mencionado de la gama más alta posible. Al final también es posible que simplemente queramos un ratón que dure mucho tiempo pero que no vayamos a usar durante largas sesiones o con demasiada frecuencia.
En este caso al final lo mejor es priorizar el precio, y como mucho la durabilidad para asegurarnos de que siempre lo podamos utilizar cuando lo necesitemos, ya que el resto de especificaciones no importan demasiado si vamos a utilizarlo para navegar de vez en cuando.
¿Quieres la mayor precisión posible? Entonces no necesitas un ratón
Por último, es posible que tengamos la necesidad de tener la máxima precisión posible, no para navegar, jugar o utilizar aplicaciones simples, sino que igual dependemos de tener que dibujar o editar imágenes para ello, haciendo que sea necesario conseguir la mejor precisión que podamos encontrar. En este caso, podemos utilizar un ratón similar a los gaming, ya que son los que ofrecen las mejores especificaciones en estos ámbitos gracias a su control de las velocidades junto con los sensores extremadamente precisos que tienen.
Pero realmente si este es nuestro caso, no deberíamos optar en sí por un ratón, sino más bien por una tableta digitalizadora, por el simple hecho de que es un periférico creado específicamente para este tipo de situaciones, lo que hace que obviamente destaque sobre uno de propósito general. Está claro que el uso como bien hemos dicho resulta extremadamente específico, por lo que obviamente no la compraríamos en una situación en la que necesitemos más las funciones que incluye un ratón frente a una tableta de este estilo.