En el mundo del hardware, y casi de cualquier producto relacionado con la electrónica, seguramente habrás escuchado los términos OEM y ODM. SI bien el primero es bastante más utilizado y quien más, quien menos, sabe más o menos lo que es, el término ODM es algo más desconocido y no mucha gente conoce las diferencias. Por este motivo, en este artículo te vamos a contar lo que es un ODM y en qué se diferencia de un OEM.
OEM son las siglas de Original Equipment Manufacturer (o manufacturing), y se refiere a los productos que son totalmente diseñados por una compañía pero fabricados por otra diferente. Por ejemplo, los iPhone de Apple fueron inventados y diseñados por Apple, pero la producción se licenció a Foxconn, que son quienes lo fabrican. Lo mismo se refiere a los fabricantes de equipos completos, quienes utilizan componentes de otros fabricantes (como procesador AMD, gráfica NVIDIA, RAM Kingston, etc.) y con todo ello fabrica sus ordenadores OEM.
¿Qué es un ODM y cómo funciona?
ODM también son siglas, que en este caso corresponden a Original Design Manufacturer (o manufacturing). Este fabricante es el que tiene el diseño original de un producto, y es quien licencia su fabricación a un tercero. Con el ejemplo de antes, el ODM es Apple y el ODM es Foxconn.
El ejemplo más claro de un ODM lo tenemos con ARM, quienes diseñan los procesadores pero no los fabrican, sino que licencian los diseños para que sean otros fabricantes quienes se encarguen de la fabricación (con el añadido de que además ARM, así como la mayoría de ODM, permite modificaciones en el diseño para adaptarlo a las necesidades de cada uno de los clientes).
Os hemos hablado de algunos casos muy importantes y conocidos, pero esta práctica es muy, muy extendida, y de hecho tiene que ver con el rebranding también. Por ejemplo, un ODM diseña un ratón para PC y ofrece el diseño a múltiples fabricantes; estos fabricantes pagan por ese diseño y lo modifican a su gusto, pero basándose en éste. De esta manera, pueden producir un gran volumen de productos a muy bajo coste, y es el motivo por el que podemos ver muchísimos productos (como ratones, siguiendo el ejemplo) que son muy parecidos e incluso utilizan el mismo software de configuración, solo con ligeros cambios generalmente en su estética.
Su modo de funcionamiento muchas veces puede realizarse tan solo en oficinas, es decir, sin fábricas de producción o ni tan siquiera laboratorios de pruebas, en cuyo caso simplemente son ODM «teóricos». Esto significa que diseñan un producto desde cero, con todas sus especificaciones, características, sub componentes, estética y demás, pero son otros los que se encargan de la fase de verificación y prueba.
Imaginad que tenemos un ODM que crea un ratón para PC; en sus oficinas diseñan la estética del ratón, su placa de circuitos integrados, funciones, características y componentes, pero lo que hacen con eso es sub contratar a otra empresa para que se encargue de crear de manera efectiva el ratón y comprobar si este funciona y de qué manera. Esta empresa de testing le envía el reporte al ODM con los resultados detallados, de manera que éstos sabrán si el producto es bueno o no y si se puede vender tal cual está o si deben realizar modificaciones. En este caso, realizarían las modificaciones pertinentes y volverían a contratar a la empresa de testing para realizar la fase de validación nuevamente.
Ahora vendría la fase de marketing, en la que el ODM debe contactar con empresas fabricantes para venderles su diseño. Éstas empresas pueden comprar los derechos de explotación del mismo mediante un pago de regalías al ODM (es decir, que éste cobrará en función de las unidades fabricadas o vendidas) o pueden directamente adquirir la patente para ser ellos los que tengan todos los derechos de explotación.
En todo caso, como podéis ver el ODM podríamos decir que no se «mancha las manos» con la fabricación de los productos, sino que simplemente se dedica a diseñarlos y vender estos diseños para que sean otras empresas las que realizan la fase de producción y venta. El ejemplo más claro de esto lo tenemos, como hemos dicho antes, en ARM, ya que éstos diseñan los procesadores pero ni tan siquiera se encargan de la fase de prueba y validación ya que son otras las compañías que tras comprar el derecho a utilizar el diseño de ARM primero lo modifican a su gusto antes de pasar por estas fases, por lo que nuevamente estamos ante una situación en la que el ODM tiene casi todo beneficios y sin mancharse las manos.
Ventajas y desventajas
La mayor ventaja de los ODM es que evitan a los importadores la necesidad de invertir muchísimo dinero en investigación y desarrollo para poder crear un producto desde cero. ¿Para qué reinventar la rueda cuando puedes simplemente mejorar una que ya existe, o al menos adaptarla a tus necesidades? Al eliminar o reducir enormemente los gastos de desarrollo de los productos, los importadores pueden centrarse más en mejorar la producción o en sus estrategias de marketing.
La principal desventaja de este tipo de fabricante es que puede ser complicado diferenciar sus productos originales de los que fabrican los OEM o incluso la competencia. Aunque este tipo de fabricantes requiere un menor capital inicial, la competencia de precios tiende a ser más pronunciada (mirad si no cuántos modelos de ratón gaming de marcas desconocidas podéis encontrar en Amazon, por ejemplo), lo que resulta en beneficios más reducidos.
Por ejemplo, es más probable que un cliente que desee comprar un ratón gaming barato lo elija según el precio que según las diferencias de color o diseño. En otras palabras, este tipo de fabricante suele tener una menor notoriedad que el OEM, que es el que realmente pone el producto en el mercado. Claro está que hay excepciones a esto, como por ejemplo el ODM ARM, del que hemos hablado repetidamente en este artículo.