Este gran fallo podría condenar a los ordenadores, tal y como los conocemos
Una buena parte de los aficionados a jugar en PC se encuentran deprimidos, desde hace tiempo su hobby favorito ha alcanzado unos costes que no son sostenibles. Lo que hace que la mayor metida de pata de NVIDIA y AMD haya sido abandonar a los jugadores mientras que con su marketing dicen otra cosa. ¿Qué nos ha llevado a esta situación? ¿Existe alguna solución al problema o nos tendremos que conformar con la situación actual?
Los ordenadores son una de las plataformas para jugar más longevas y el mundo de los videojuegos mueve cantidades ingentes de dinero. Sin embargo, hubo épocas oscuras en el que jugar desde el ordenador era algo reservado solo a privilegiados. Por desgracia parece que estemos volviendo a dichas épocas. El darle todo el poder del mercado de los juegos a plataformas cerradas como son las consolas de videojuegos es un error enorme y qué podría venir de forma no deseada por un error de cálculo. Es decir, de una metida de pata de NVIDIA y AMD.
¿Cuál es la mayor metida de pata de NVIDIA y AMD?
Uno de los mitos más grandes en el mundo del mercado de componentes para PC Gaming es que solamente compiten entre ellos. A ojos del usuario están compitiendo frente a las consolas de videojuegos desde el momento en que hablamos de dos tipos de dispositivos para realizar la misma tarea. El problema es que NVIDIA y AMD se les olvida y para colmo han preparado la estructura de precios de su nueva generación de tarjetas gráficas para una situación en el mercado que ya no existe. Es decir, la minería de criptomonedas vía GPU, la cual hubiese sido la que habría sostenido tarjetas gráficas en torno o incluso por encima de los 1000 euros.
¿En qué nos basamos para afirmar esto? Pues el hecho que curiosamente si a las RTX 40 les hacemos un ejercicio de underclocking o de limitación de potencia tienen un considerable aumento en cuanto a su rendimiento por vatio. Lo que nos da a pensar que se diseñaron para dicho escenario. Lo más seguro es que NVIDIA tuviese ya el chip listo en Verilog o VHDL mucho antes del fin de Ethereum y fuese demasiado tarde para tirarse hacia atrás.
Sea como sea, la mayoría del público no va a gastarse más de 500 en una tarjeta gráfica, o, dicho de otra manera, no va a invertir más que lo que cuesta una consola de nueva generación y hemos de partir de dichos precios se marcaron justo al inicio de la pandemia del COVID, cuando se desconocían los efectos de la misma en la economía global.
¿Cómo está afectando al mercado global?
Dado que dato mata relato, lo mejor es tirar de una gráfica donde podemos ver como las ventas trimestrales de GPU para gaming están en descenso. Así pues, podemos cuantificar con ello la metida de pata de NVIDIA y AMD de diseñar nuevas generaciones pensando en los RIG de minería y no en el PC Gamer medio. Podrían haber ido a por los dos mercados tranquilamente, pero no han querido.
El problema de la sobre-ingeniería
El concepto, aunque os pueda sonar a un idioma de otros mundos, realmente hace referencia a cuando una pieza de hardware tiene características que no dan ningún valor al usuario final, pero que igualmente suponen un coste adicional. Se suele acusar al Ray Tracing de ello, pero eso no es más que propaganda de AMD. La realidad de ello es que tenemos una serie de funciones, en especial buena parte de las de DirectX 12 Ultimate que hace que nos preguntemos por qué aparecen en las especificaciones técnicas si por el momento no se utilizan en ningún juego presente.
Lo habitual es que cuando sale un nuevo juego que usa una tecnología gráfica nunca vista, este aparezca al mismo tiempo que el hardware que la proporciona. No tiene ningún sentido ver cosas como los Mesh Shaders o el DirectStorage estando totalmente ausente en los juegos para que luego repercuta en el precio final de la tarjeta gráfica. Al fin y al cabo, son transistores de más dentro del chip y un mayor tamaño del mismo, lo cual al final lo encarece.
Como curiosidad, NVIDIA ha aumentado la capacidad de la caché L2 en sus RTX 40 hasta hacerla 16 veces mayor, esto se debe a que la cantidad de éxitos de búsqueda en caché era muy bajo con las RTX 30. ¿El objetivo? Reducir el coste energético de las operaciones. ¿Los efectos? Un chip mucho más grande que repercute negativamente en los costes del mismo. Y lo mismo podemos decir en el caso de las RDNA 2 y 3, donde su nivel de caché adicional precisamente busca ese propósito.
Entonces, ¿cuál es la solución al problema?
Es en fechas cercanas a la navidad en las que muchas personas aprovechan las fiestas para regalar a otros o a sí mismos una actualización del PC. Sin embargo, ni AMD ni NVIDIA lanzan nuevas tarjetas gráficas para el mercado de consumo, sino para una gama alta con una capacidad de compra que mantienen todo el año. Si bien de cara al marketing tener un producto Halo es importante, la metida de pata de NVIDIA y AMD se puede resumir en unos timings incorrectos a la hora de lanzar sus nuevas tarjetas gráficas.
Es en el último trimestre del año donde la mayoría de empresas lanzan sus productos para que la masa con los efectos de puro consumismo en vena. Sin embargo, nos encontramos que los principales fabricantes de GPU para tarjetas gráficas siguen pensando que el grueso del mercado está en tarjetas de 1000 euros. La realidad del mercado es bien distinta y que no olvidemos, aunque ellos lo hayan hecho, que se venden tarjetas gráficas para jugar a videojuegos y repetimos. Existen unos dispositivos llamados consolas de videojuegos que realizan la misma función y que compiten con las tarjetas gráficas.
Por lo que la solución a la metida de pata de NVIDIA y AMD es sencilla, dado que la gran mayoría de usuarios siguen usando monitores Full HD, entonces ofrecerles una tarjeta gráfica que pueda reproducir sin problemas todos los juegos del momento, incluso los más exigentes, a resolución Full HD, con la calidad más alta posible y a más de 60 frames por segundo. La primera empresa que lo haga se va a comer el mercado.
Si es tan sencillo, ¿por qué NVIDIA y AMD han metido la pata?
Por el hecho de que temen que si las tarjetas gráficas de gama media o media-baja son lo suficientemente buenas van a acabar afectando las gamas altas. Sin embargo, cada uno tenemos una capacidad de compra limitada y el hecho de limitar las gamas más económicas en rendimiento ha resultado ser un error increíble.
Simplemente, haced un ejercicio mental, lo cual os ayudará a entender la metida de pata de NVIDIA y AMD. Abstraeros mentalmente al pasado y decirles que una tarjeta gráfica de 2006 será lo suficientemente buena para jugar a juegos en 2013. Obviamente, vuestro yo de antaño os mirará extrañado con cara de incredulidad. Pues eso es lo que estamos viviendo, todo por el hecho de que estamos viviendo una nueva generación de tarjetas gráficas, pensadas para llenar las arcas de los dos grandes fabricantes a través de la minería mientras les sale la palabra PC Gaming por la boca.
Y no, no estamos mirando el vaso medio vacío, sino que las cosas se solucionarían y no se habría estancado el mercado si hubieran cubierto la necesidad de tener una tarjeta gráfica para jugar a precio razonable.