La guerra que nunca se ve y que determina las posiciones de los países de forma global solo acaba de empezar y como dato clave hemos de decir que es mucho más efectiva que aquella que se está llevando en Ucrania. Rusia está destrozando dicho país, pero al mismo tiempo su economía y sutil contribución a los chips mundiales está viéndose mermada y por ello el gobierno de Vladimir Putin ya anunció medidas hace una semana, las cuales ahora toman forma en un intenso plan que llevará a su país a la fabricación de chips para 2030.
Un gigante vuelve a la carga en un sector que había dejado de lado como es el de los semiconductores. Es cierto que su déficit actual intenta ser paliado en una serie de movimientos rápidos que pongan sobre el tablero al país de Putin, pero ni con la inversión que vamos a ver ahora lo va a tener fácil si lo que quiere es disputar rendimientos con países aliados o enemigos. Lo que sí hay es una fecha clave: 2030, un mundo en este sector pero, ¿qué quiere conseguir Rusia en estos 7 años y medio que quedan?
La ambición de Rusia: fabricación de chips a 28 nm en 2030
El país que gobierna Vladimir Putin no está pasando lógicamente por un momento dulce en lo económico, pero es que en lo tecnológico están muy lejos, quizás demasiado. Por ello, lo que se ha sabido del nuevo plan del ex agente de la KGB para su país puede no ser suficiente y al mismo tiempo podría ser lo más realista que puede enfrentar actualmente Rusia.
La inversión para la fabricación de semiconductores y por tanto chips se irá a nada menos que 38,43 mil millones de dólares hasta dicho año 2030 y enfocará varios puntos clave que desde el Kremlin consideran vitales para la prosperidad en este sector:
- Desarrollo de chips nacionales.
- Infraestructuras de centros de datos.
- Desarrollo de talento local.
- Marketing de chips y fabricación interna.
Por lo tanto, estos casi 40 mil millones se dividirán en esas cuatro áreas donde la que engloba la fabricación de chips para 2030 se llevará 5 mil millones y los primeros resultados llegarán pronto, concretamente antes de que termine el año.
Los 90 nm para finales de 2022
Así es, y es que aunque parezcan tecnologías vetustas actualmente son las más demandadas en volumen por diversos motivos, pero sobre todo porque el grueso del mercado está ahí precisamente y no en los nodos punteros que son un nicho específico y que aunque tienen volumen en comparación con los mencionados es leve.
¿Y cómo van a hacerlo en tan pocos años? Pues de una forma que copia literalmente lo que hace China y no es más que ingeniería inversa, de ahí que Rusia quiera desarrollar el talento local citado más arriba. Putin no quiere innovar, lo que desea es tener su propia FAB de chips lo más rápidamente posible porque sabe que no puede hacer uso de tecnología de EE.UU, UK o Europa y por lo tanto está acelerando el proceso para tener listos los 90 nm en volumen antes de finales de año.
Sí, este es un nodo que TSMC ya tenía en 2011, así que van una década tarde como poco, pero el salto será más que importante si en 2030 tienen los 28 nm propios listos, recortando con ello tiempo y con una inversión no demasiado elevada que centraría los esfuerzos en la siguiente década para lograr bajar a nodos de una sola cifra.
Se espera que el plan se financie y se envíe como borrador para su consecuente aprobación oficial por parte del primer ministro ruso el 22 de este mes, es decir, el viernes de esta misma semana, donde es posible que tengamos más datos disponibles sobre estos planes de Rusia para la fabricación de chips en 2030.