Un secreto a voces y duros tiempos para el gigante azul, dos caras de una misma moneda que se enfrentan para seguir girando y no tener que echar el cierre. Así está Intel ahora mismo y sus acciones y movimientos así lo muestran. El último según se informa tiene que ver con el nuevo CEO de la compañía y un contrato que estaba encima de la mesa: cerrar el acuerdo con TSMC y sus 3 nm para la externalización de sus CPUs de alto rendimiento por primera vez en su historia.
El giro de timón que estaba esperando la compañía parece que ha llegado con su nuevo CEO, Pat Gelsinger, el cual no tiene pudor alguno ni orgullo aparente para con ello conseguir los objetivos a corto plazo de la compañía. Intel tiene claro según lo que vamos a ver, que no es la compañía que marca el camino en los semiconductores y por ello va a poner en manos de su gran rival la producción de sus chips estrella, tal y como hace AMD.
Intel busca acabar con las opciones de AMD gracias a TSMC y sus 3 nm
Lo cierto es que el dicho lleva mucha razón: si no puedes con tu enemigo, únete a él. Y es que según desvela Digitimes en su editorial de hoy, Intel estaría en un compromiso con sus propios procesos litográficos, ya que al parecer ha llegado a un acuerdo con TSMC para fabricar sus CPUs en el novedoso nodo de 3 nm, reservando con ello producción de obleas más de un año antes y no dejando que AMD o Apple se adelanten.
Y es que según ha informado la compañía, la producción en volumen para estos 3 nm sería para la segunda mitad de 2022, si todo va bien. No hace mucho hablamos de los problemas de producción y grabado de las obleas con este nuevo nodo, pero tras esto, parece que han conseguido solventar los problemas, ya que un cliente como Intel necesitará una cantidad ingente de obleas, así que no puede haber fallo alguno.
Un golpe de doble impacto para AMD, NVIDIA y en menor término, Apple
Reservar producción de un nodo todavía no visto en funcionamiento tiene sus ventajas, y también sus riesgos. Las ventajas posiblemente sean mayores que estos últimos, ya que se consigue un impacto en los rivales directos por el mercado.
Quitar producción en volumen significa que AMD y NVIDIA tendrán menos unidades posibles de chips, tanto para consolas como para sus CPUs, APUs y GPUs. Y, además, al mismo tiempo logras dominar el mercado y no estresar la cadena de producción de tus 10 nm SuperFin, por no nombrar el tiempo que le das a los 7 nm y posibles 5 nm de la compañía para que salgan al mercado en diferentes productos.
Si con Rocket Lake-S Intel va a recuperar la corona del rendimiento single core con un proceso litográfico de hace 6 años, con uno como los 3 nm de TSMC AMD lo va a tener realmente complicado para competir con su rival. ¿Es por lo tanto 2022 el año donde Intel volverá a sentar cátedra de mano de TSMC como socio preferente?