Intel Overdrive, la loca idea de poner un procesador sobre otro podría volver

Intel Overdrive, la loca idea de poner un procesador sobre otro podría volver

Josep Roca

Si miramos hacia atrás en la historia de la informática veremos verdadera rareza, la mayoría de ellas periféricos y componentes que han terminado en desuso por el hecho de haber sido reemplazado o simplemente se han integrado dentro de otros componentes. Sin embargo, una de las mayores rarezas fueron los Intel Overdrive, los cuales eran una forma de actualizar el procesador, ¿Con otra CPU?

En la actualidad tenemos muy asumido que cuando aparece una nueva generación de procesadores lo más seguro es que tendremos que cambiar de placa base y con ello cambiará también el socket donde colocar el procesador. Sin embargo, Intel a principios de los 90 tuvo una idea cuanto menos extraña. Ni más ni menos que crear un chip que fuese el parche de otro, es decir, si teníamos un 486 lo pudiéramos convertir en un Pentium sin tener que comprar una placa base nueva. Es decir, sería como si ahora lanzarán un modelo de los Intel Core actuales para placas base antiguas.

¿Qué eran los Intel Overdrive?

Una configuración muy popular entre las gamas populares a principios de los 90 eran las placas base de Intel con un 486SX como procesador, una versión recortada de dicha CPU en que la unidad de coma flotante se encontraba desactivada. Pues bien, por aquel entonces se pusieron muy de moda placas base que traían dicho procesador soldado en placa y al lado se incluía un Socket en el que colocar otro que fuese compatible.

Para que os hagáis una idea, era como si ahora os compraseis una placa con chipset Z790 e incluyese un Core i3-13100 en modo BGA, es decir, soldado en la misma placa base, pero con el Socket LGA1700 desnudo y sin nada. Solo haría falta que adquirieseis, por ejemplo, un i9-13900K para colocarlo en dicha placa que al instalarlo automáticamente el procesador de la placa quedaría totalmente desactivado.

Pues bien, el concepto de los Overdrive de Intel era precisamente algo, pero su nombre se debía a que daban la capacidad de saltar una generación por delante y tener todo y convertir un 486 en todo un Intel Pentium. Eso sí, dichos procesadores eran difíciles de ver y no tenían mucha demanda. No por no ser útiles, sino por ser extremadamente caros en comparación con renovar la placa base y comprar un nuevo procesador. En especial, el problema es que no todas las placas base lo soportaban.

Intel Overdrive

¿Cómo funcionaba?

Un Intel Overdrive era una pieza mucho más compleja que un simple procesador, no solo por el hecho que traía consigo un disipador de serie, sino por el hecho de que internamente lo que traía era una circuitería analógica más compleja que permitía transformar las señales de voltaje y de velocidad de reloj en algo que la placa base de la anterior generación pudiese soportar sin problemas. Debido a ello, su fabricación era más compleja que un procesador convencional.

Llego un punto en que por la baja demanda de los mismos, Intel dejo de fabricarlos, el motivo de ello es que su existencia inicial se debía a que el coste del hardware era mucho más alto en la primera mitad de los años noventa que en la segunda. Es decir, nacieron por el miedo de la propia Intel que los altos precios frenaran la demanda a sus chips y como una forma de incentivar la compra entre los viejos usuarios, quienes al final decidieron escoger la actualización al completo. Es decir, renovar placa base, procesador y el resto de componentes al camíbar de ordenador.

¿Podría volver?

Pues no lo creemos, Intel hizo una mala lectura del mercado en los 90 que llevo a la salida de los Intel Overdrive y ya hemos pasado por varias recesiones distintas donde los Overdrive ni se han llegado a mencionar, por lo que a no ser que nos sorprendan con algo inesperado dichos procesadores continuarán siendo una rareza del pasado.

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