Está previsto que en unas semanas Intel nos presente una nueva gama de procesadores, que aportaran poco. La 14a Generación es solo una revisión de la 13a Generación, sin novedades realmente relevantes. Pero, Arrow Lake que llegará en 2024, cambiará de nombre y traerá algunas novedades.
Recordamos que Intel ha decidido realizar cambios de nomenclatura en sus procesadores. Se pasará de los actuales Core i5 a denominarse como Core Ultra 5. Este «rebranding» no es gran cosa y es algo más puramente de marketing para asimilarse a la denominación usada por parte de AMD.
Un cambio que ya hemos visto en algunos procesadores recientes de la compañía. Intel ha terminado con los Pentium y Celeron, dos marcas que tenían más de 30 años. La gama de muy bajo consumo pasa a denominarse Intel N, pensada para portátiles y sistemas embebidos como son los Mini PC.
Intel copia una tecnología de AMD
Son varios cambios los que introducirán los procesadores Intel Arrow Lake. Estos nuevos procesadores se basarían en el proceso Intel 20A, que vendría a ser un proceso de 2 nm. Tendremos los nuevos núcleos Lion Cove (P-Core) y Skymont (E-Core). Además, estos procesadores eliminan completamente el soporte para la memoria RAM DDR4.
Tendremos más cambios, como es un cambio de socket, pasándose a usar el LGA1851. Meteor Lake iba a utilizar este tipo de socket, pero como los cambios son mínimos, no será así. Se mantendrá el socket LGA1700 para Meteor y así, permitir compatibilidad con las placas base actuales.
De momento, no hay muchos datos más relativos a los próximos procesadores de 2024. Se requiere que estos procesadores lleguen con algún tipo de novedad importante. La arquitectura de núcleos ya existe, el pasar a los 2 nm, no es una gran mejora y el cambio de socket, es algo que hacen cada dos años.
Pues bien, el gran salto estaría en la memoria caché. Los Intel 12a Gen para cada P-Core tiene 1.25 MB y los de 13a Gen, aumentaría hasta los 2 MB. Se espera que para Arrow Lake (14a Gen) de el salto hasta los 3 MB de caché.
Los primeros rumores apuntan a que, en este sentido, Intel copiara una característica de los AMD Ryzen. Aparentemente, para aumentar la caché se utilizaría un apilamiento, como pasa con los Ryzen 3D. No queda del todo claro este aspecto, pero los primeros rumores apuntan en este sentido.
¿Veremos más núcleos?
Actualmente, es difícil de decir, pero el pasar a una litografía más compacta debería permitir aumentar la cantidad de núcleos. Es posible que se aumenten la cantidad de P-Cores, aunque no debería ser en exceso. Las soluciones actuales ya son bastante potentes y la configuración de núcleos es flexible.
Seguramente y, lo más probable, es un aumento de las frecuencias, acercándose a los 6 GHz. Esto sería posible gracias a utilizar un proceso de fabricación de transistores cercano a los 2 nm.
Podrían llegar junto a Windows 12, así que igual hay ciertas sinergias entre las soluciones de ambas compañías. Ya hemos visto como Microsoft ha lanzado Windows 11 para adaptarse al nuevo diseño de núcleos.