Uno de los retos más grandes para los diseñadores de una CPU es conseguir la mayor velocidad posible dentro de unos límites específicos. ¿Los más importantes? El calor emitido y el consumo energético. Sin embargo, hay formas en las que se puede trampear esta limitación y hacer que el procesador alcance velocidades mucho más altas que en condiciones normales. A ello se le llama overclocking extremo y gracias a ello han conseguido llevar a un Intel Core i9-13900K a 8.2 GHz de velocidad de reloj. Os contamos los detalles.
Un procesador es la pieza de electrónica más compleja que existe a día de hoy, no solo por los miles de millones de transistores que hay en tan poco espacio, sino por la forma en la que están organizados estos. Normalmente, los fabricantes nos hablan de su organización de forma general, pero se trata de un sistema emergente donde si vamos desde lo complejo a lo específico nos daremos cuenta de que tenemos estructuras desconocidas. ¿Qué tiene que ver esto con el overclocking? Mucho y se nos acaba de confirmar con overclocking extremo que la arquitectura de los Intel Core 13 no son cuatro cambios sobre su antecesor.
¿Cómo han llegado los Intel Core i9-13900K a 8.2 GHz?
Pues esta pregunta tiene dos respuestas, la primera de ellas es la más sencilla y aparente, por lo que nos vamos a centrar en ella como explicación principal. En medio del Intel Creator Challange, el afamado experto en overclocking Allen Golibersuch realizo una demostración en directo, usando técnicas avanzadas, para mostrar hasta donde puede subir la frecuencia o velocidad de reloj de su próxima CPU Top, si descartamos la versión bineada de esta, el i9-13900KS.


La técnica utilizada es el clásico uso de nitrógeno líquido para enfriar el procesador, el cual debido a sus propiedades químicas puede enfriar esta CPU hasta los -193 °C de temperatura y poder tener margen para sacar la velocidad de reloj más alta en la historia de una CPU doméstica, 8.2 GHz, aunque eso sí, la subida de frecuencia se ha centrado en un único núcleo. El cual ha sido configurado con una velocidad de reloj base de 100 MHZ y un multiplicador de x82.
Dicha cifra supera el récord alcanzado por los Ryzen 9 7950X que usando las mismas técnicas que alcanzan los 7.5 GHz de velocidad. Claro está que el procesador de AMD esté ideado para funcionar con consumos y temperaturas algo más bajos, lo cual es una desventaja en estos ejercicios extremos de overclocking. Al mismo tiempo, esto supera también el récord a 7.49 GHz que ostentaba el i9-12900KS bajo nitrógeno líquido.
Mayor velocidad por arquitectura
Con los Intel Core 13 nos ha quedado claro que sus diseñadores han tomado un camino distinto que AMD, y es que en vez de mejorar el rendimiento por ciclo de reloj han optado hacer que estos sean más rápidos. Esto requiere muchas veces aumentar la cantidad de etapas que han de pasar las instrucciones hasta ser resueltas, lo cual se traduce en que hay que gastar una mayor cantidad de transistores o reorganizar los recursos ya existentes.
El hecho de que el Intel Core i9-13900K se ponga a 8.2 GHz de velocidad nos puede parecer un ejercicio banal, pero nos demuestra que no debemos juzgar un libro por su portada, esta vez a un procesador. Aparte de enseñarnos, el mayor músculo en recursos que tiene la marca azul, capaz de lanzar a estas alturas una nueva arquitectura de forma anual. Mientras tanto, nosotros esperamos el lanzamiento, presuntamente para el 20 de este mismo mes, para probar así su rendimiento.