Los Intel Core i9-10900K ya están en la calle, y poco ha tardado el famoso overclocker der8auer en acceder a su interior y hacerle Delid. Además de mostrarnos el die y compararlo con las generaciones anteriores de procesadores de la marca, ha podido comprobar que el 10900K reduce su temperatura hasta en 7ºC simplemente cambiando la pasta térmica que Intel pone entre el die y el IHS, denotando de nuevo la mala calidad de ésta.
Ya hemos podido ver que el nuevo Core i9-10900K es todo un portento en términos de overclock, pero la mala noticia es que debido a su alto TDP se calienta muchísimo y es necesario tener un disipador tope de gama para poder mantenerlo a una temperatura óptima de funcionamiento, y a pesar de eso ni siquiera estos disipadores lo mantienen en condiciones óptimas cuando se le hace overclock.
El Core i9-10900K baja 7ºC su temperatura con Delid
La buena noticia para los overclockers y entusiastas es que la temperatura del 10900K mejora muchísimo al hacerle Delid, un proceso que consiste en retirar el IHS y cambiar la pasta térmica que el fabricante instala de fábrica por una de mejor calidad.
Realmente y como podéis ver en la imagen, la temperatura del Core i9-10900K baja hasta 10ºC en alguno de sus núcleos, pero el overclocker der8auer ha visto que la media de temperatura se reduce en 7ºC en todos los núcleos del procesador. Por cierto, que lo que ha hecho ha sido retirar la pasta térmica que viene de fábrica y sustituirla por la famosa Thermal Grizzly de Conductonaut, una pasta térmica de metal líquido.
Así pues ya lo sabéis: si tenéis o pretendéis comprar un Core i9-10900K y tenéis problemas de temperatura, el hacerle Delid puede ser una excelente idea para reducir notablemente su temperatura. Eso sí, tened en cuenta que este proceso anula automáticamente su garantía, y además al hacerlo correréis el riesgo de que el procesador se estropee y deje de funcionar, por lo que no recomendamos hacerlo si no tenéis experiencia, herramientas y habilidad.
Core i9-10900K vs 9900K vs 8700K por dentro
Es interesante también ver las modificaciones físicas que Intel ha realizado en este procesador con respecto a los de generaciones anteriores, y para ello el overclocker lo ha medido y comparado con el Core i9-9900K de anterior generación y con el Core i7-8700K de 8ª generación, seguramente el procesador más vendido de Intel después del famoso 2600K Sandy Bridge.
En la imagen superior podéis ver los tres mencionados procesadores sin el IHS. Salta a la vista una diferencia fundamental entre el 10900K y los otros dos, que son las muescas en el PCB que permiten su instalación física en un socket o en otro: mientras que en el 8700K y 9900K están arriba, a ambos lados, en el 10900K se sitúan en la zona inferior y más alejados del borde. Por supuesto también se puede apreciar cómo ha «crecido» el tamaño del die, y que lo ha hecho en «altura», ampliando a su vez la superficie que ocupa.
Igualmente, también se ha podido comprobar que el grosor del PCB también ha sido aumentado, y además bastante. Esto permite una mayor estabilidad, especialmente en overclock.
El die del 10900K también ha crecido en cuanto a grosor con respecto a los procesadores de generaciones pasadas.
Finalmente, a destacar la superficie y peso del IHS de estos procesadores. Resulta curioso que el del procesador más pequeño de los tres, el 8700K, es el más grande y pesado de todos.
Ya lo habéis visto. El Intel Core i9-10900K es un procesador que permite un overclock extremo pero a costa de unas temperaturas de funcionamiento excesivamente elevadas. Su die es bastante más grande que el de generaciones anteriores pero no así su IHS, lo que aunado a una mala pasta térmica por parte de Intel hacen que el realizarle la técnica de Delid mejora sustancialmente su temperatura de funcionamiento, algo que seguro se verá acrecentado si utilizáramos un IHS específico de otro material, como de cobre.