Cuando montamos nuestro setup es muy probable que haya momentos en los que pensemos donde queremos ponerlo todo, y es que hay muchas pantallas que tienen un problema, que al ser demasiado grandes es posible que no quepan en una mesa normal y corriente. Es por este motivo que debemos saber desde un principio lo que queremos hacer, y en caso de querer hacernos con una pantalla que resulte más grande, conocer cual es el tamaño de escritorio que vamos a necesitar para poder utilizarla.
Conseguir encontrar la pantalla perfecta muchas veces requiere tiempo y un gran presupuesto, pero es posible que se nos olvide que es un dispositivo físico que tenemos que incorporar a una mesa o escritorio. Es por ello que debemos conocer cuales son las medidas perfectas de cada tipo de pantalla para cada tipo de mesa, principalmente para no tener problemas a la hora de comprar un monitor que puede terminar siendo demasiado grande.
Cuál es el tamaño perfecto de una mesa para cada pantalla
Es bastante simple mirar una mesa y decir «aquí cabe cualquier monitor», pero hay ocasiones en las que realmente estamos sobreestimando el tamaño de este mueble, lo que puede causar que tengamos que adaptar el escritorio a la pantalla en vez de ser al revés. Cada vez es más común optar por pantallas que ofrecen una mejor calidad de visualización, y en ocasiones esto pasa por tener una resolución que necesita un tamaño de pantalla superior.
Lo que debemos tener en cuenta es que al final, lo que va a determinar el tipo de mesa que necesitamos es el peso y el soporte que tiene la pantalla, ya que hay modelos que permiten incorporar monitores que son bastante grandes en un escritorio más pequeño por tener un soporte que permite centrar fácilmente el peso de la misma.
En las configuraciones de un único monitor, si queremos uno que tenga un tamaño entre 24 y 32 pulgadas con un pie que divida perfectamente el peso, es muy probable que necesitemos un escritorio que se encuentre entre los 80 y los 110 centímetros de largo, con unos 50 o 60 centímetros de ancho, en caso de que queramos incorporar también el teclado y el ratón.
Para los monitores que son más grandes como los UltraWide entonces tendríamos que optar por mesas que tengan tamaños entre 120 cm y 140 cm, con un ancho similar al anterior de unos 60 centímetros.
Las configuraciones de monitor doble son más complicadas, ya que los de 24 y 27 pulgadas pueden entrar perfectamente en una mesa de 100 cm de largo, mientras que los de 32 tendrán que tener mínimo unos 130 centímetros, y si queremos combinar dos UltraWide, tendríamos que ir a por uno de 160 cm o más.
Muchos de los problemas de espacio se pueden solucionar de forma sencilla
Si tenemos una mesa que sea fiable, siempre podemos optar por intentar acoplar un soporte distinto para nuestros monitores, siempre y cuando estos lo permitan, y es que en el caso de muchos de los que podemos encontrar nos ofrecen la capacidad de utilizar un brazo para sujetarlos en vez de el propio soporte que tienen. Esto nos permite que no tengamos que preocuparnos demasiado por el tamaño de la mesa ya que técnicamente están sujetos de una forma que no depende de cómo de grande sea el escritorio, sino de lo bien que soporta el peso, así como de la calidad del propio brazo que utilicemos.