Para poder usar el ordenador se requiere una pantalla de visualización de datos, más conocida como monitor o pantalla. Los monitores, con el tiempo, sufren desgaste y pueden terminar fallando o dejando de funcionar. Si este es tu caso, vamos a explicarte como reparar un monitor LCD.
El primer o primeros pasos que debemos realizar es la verificación del cableado. Debes comprobar que el cable de alimentación está bien puesto y conectado a la corriente. Luego, debes asegurarte que los cables de vídeo (HDMI, DisplayPort, DVI, etc) estén correctamente conectados. Si puedes, conecta una segunda pantalla para verificar que el problema está en el monitor y no en otro punto.
Debemos aclarar que no os diremos paso a paso como realizar el proceso, sino en que fijarnos. Para realizar la reparación debes tener unos conocimientos de electrónica importantes. Además, este procedimiento de reparación está pensado para cuando el monitor no está en garantía.
¿Cómo reparar un monitor estropeado?
Antes de nada y, aunque parezca obvio, debemos retirar la alimentación y el conector de video. Este punto es inherente a cualquier cosa que tenga corriente eléctrica, pero muchas veces se obvia. Luego, deberemos desmontar la carcasa trasera con el destornillador adecuado.
Una vez el monitor está abierto, deberemos seguir una serie de pasos o procedimientos que te detallaremos.
Primer paso: inspección visual
Vamos a empezar por el paso más sencillo y podemos decir, más obvio, una inspección visual interna. Para ello solo debemos retirar la cubierta trasera del monitor, algo que podemos hacer con un destornillador de manera sencilla. Uno seguramente estará escondido debajo de la pegatina del fabricante, modelo y demás.
Sin desmontar más que lo necesario para ver toda la electrónica, realizaremos una inspección visual. Vamos a buscar algún tipo de signo de daño o desperfecto en la electrónica. Es bastante común que con el tiempo alguna resistencia o componente se pueda quemar. Suele ser bastante sencillo identificar el elemento dañado, ya que suele existir una marca o quemadura sobre la PCB bastante evidente.
En caso de no ver nada como lo que describimos, es una buena señal, ya que no hay un daño. Identificar el componente es complicado, ya que se han «borrado» los valores para poder encontrar el reemplazo. Así que el siguiente paso será revisar la etapa de alimentación, la cual es fácil de identificar por el transformador y los grandes condensadores.
Muchas veces suelen llevar algún tipo de fusible que protege el circuito, así que lo buscaremos y si está, revisaremos que esté bien. En caso de no ser así, debemos fijarnos en los condensadores, sobre todo que no estén hinchados. Si alguno presenta este defecto, ya sabemos donde está el problema.
Podría ser el transformador del monitor, el cual se puede haber dañado. Si se ha quemado será fácil de identificar, ya que tendrá una marca negra evidente. Si no es así y hemos descartado todos estos problemas, entonces, deberemos introducirnos en un proceso algo más complejo.
Segundo paso: revisión de la circuitería en profundidad
Básicamente, tenemos un procesador o controlador, memoria y otros componentes fundamentales. Aquí también tenemos los conectores de video, quienes recibe la señal y la mandan al controlador para que la muestre en pantalla.
Habitualmente la verificación se realiza mediante una cámara térmica. Se alimenta el circuito y se verifica si alguno de los chips se calienta más de lo que debería. Aquí pueden pasar dos cosas:
- Vemos que se muestra un punto de color muy diferente al resto y que muestra el origen del fallo
- No vemos nada, el circuito está todo a la misma temperatura, con lo que el problema estaría en la fuente de alimentación
Si falla la circuitería, la reparación puede ser tediosa y complicada. No suelen existir esquemas eléctricos precisos para poder realizar la reparación. «Adivinar» las especificaciones del componente dañado puede ser muy complicado. Lo normal suele ser tirarlo o, como mucho, ver si alguien vende uno de segunda mano para piezas (algo rarísimo y que podría tener el mismo defecto que el tuyo)
Tercer paso: fuente de alimentación
La circuitería digital no es el problema más común, normalmente el problema está en la circuitería analógica, vamos, en la fuente de alimentación. Es el componente que más problemas suele generar y el más propenso a fallar.
Aquí podemos encontrar tres tipos de fallos, habitualmente:
Fusible
Es bastante común que se instale un pequeño fusible en la parte de la fuente de alimentación, a la entrada. Aunque pueda parecer un elemento del pasado, realmente, es lo que mayor seguridad suele ofrecer. Una vez se rompe el hilo que hay dentro, ya no pasa la corriente (salvo si esta es elevadísima)
Normalmente, salvo en monitores de marcas raras, suele estar presente. Además, normalmente está en un soporte que permite ser retirado de manera sencilla. Solamente deberemos sacarlo y buscar un repuesto del mismo. Te recomendamos ir a una ferretería para encontrar el repuesto correcto, ya que en tiendas online puede que pidamos uno que no termine siendo compatible.
Condensadores
Este elemento en su interior tiene un electrolito que se va desgastando con el tiempo y provoca que se hinche y, en casos extremos, explote. No es muy difícil de reparar este componente, solo necesitas unos pequeños conocimientos de electrónica y soldadura.
Siempre, antes de nada, con un destornillador tocaremos los dos pines del condensador dañado para descargarlo. Ahora, debemos anotar los parámetros que veremos en el lateral, que son la capacitancia (expresada en microfaradios) y la tensión de trabajo. Simplemente deberemos buscar en internet uno igual en características.
Es muy sencillo encontrar reemplazo de este componente en internet. Te recomendamos esperar a que te llegue el nuevo condensador antes de reemplazarlo. También sería interesante tomar una foto, ya que la polaridad es importante.
Transformador
Normalmente se daña el bobinado, concretamente, se rompe la capa protectora que recubre al hilo de cobre. Esto no tiene reparación y el procedimiento normal es cambiarlo.
Dicho componente suele tener imprimido en la parte superior sus parámetros. Nos dirá la tensión de entrada, la de salida, la relación de transformación y otros datos relevantes. Algunos puede que tengan solo una referencia, así que deberemos buscarla para saber sus especificaciones.
Todos los valores deben coincidir a la hora de cambiar el transformador. Debes tener en cuenta que una tensión de salida superior podría dañar la electrónica. Si, por otro lado, el transformador es más pequeño en potencia que el nuestro, no podrá alimentar el sistema.
¿Merece la pena reparar el monitor?
Cómo bien hemos visto a lo largo de este artículo, reparar un monitor no es una tarea sencilla, aunque nos pueda llegar a ahorrar bastante dinero si tenemos los conocimientos de electrónica necesarios, pero por lo general, no merece la pena intentarlo nosotros mismos. Y es que una de las mejores prácticas que podemos llevar a cabo es simplemente mandarlo a reparar a un sitio especializado, si por nuestra parte no contamos con los materiales y conocimientos necesarios para ello.
Si se trata de un monitor de gama alta que nos ha costado unos 1.000 euros, tirarlo a la basura sin buscar una solución al problema es lo último que debemos hacer. Aunque llevarlo al servicio técnico a reparar nos pueda salir caro, el coste de la reparación no será, ni por asomo, el mismo precio que nos costará ese mismo modelo nuevo, a no ser que ya tenga unos cuantos años y en el mercado existen opciones mejores más económicas.
De esta forma nos quitamos la incertidumbre que puede causar tratar de repararlo nosotros y gastar nuestro tiempo (y dinero en caso de tener que reemplazar alguna pieza), aunque está claro, que, si queremos ir por la salida más fácil, siempre podemos optar por comprar uno nuevo. Existen una gran cantidad de formas de hacerlo, incluso utilizar uno de segunda mano, aunque por lo general siempre es mejor comprar un producto nuevo para poder aprovechar al máximo la garantía que nos ofrece el fabricante.