Si hablamos del input lag, hablamos de uno de los problemas más molestos con el que nos podemos encontrar a la hora de jugar, tanto si utilizamos teclado y ratón como si utilizamos un mando. Solucionar este problema está en nuestro mano realizando unos cuantos cambios en el PC, aunque no siempre es posible, ya que, en ocasiones, el problema es el propio periférico al ser de mala calidad.
Pero, lo primero de todo es saber identificar correctamente qué es el input lag para así encontrar una solución al problema.
Qué es el input lag
Si hablamos del input lag hablamos del tiempo que transcurre desde que presionamos una tecla, movemos el ratón o la palanca del mando hasta que esta se refleja en pantalla.
Cuando mayor sea el input lag, más tiempo tarda en mostrarse en pantalla el movimiento o botón que hemos presionado, afectando negativamente a la experiencia de juego.
Muchos son los factores que pueden afectar a la experiencia de juego, por lo que no existe una solución estándar que solvente este problema en cualquier equipo que se vea afectado.
Cómo reducir el input lag
Como hemos comentado más arriba, para solucionar el problema de input lag que presenta el título al que estamos jugando, debemos seguir algunos de los consejos que os mostramos a continuación.
- Utilizar periféricos con cable. La latencia de los dispositivos con cable es infinitivamente inferior a la que podemos encontrar en cualquier periférico inalámbrico, incluyendo los que utilizan un receptor de 2,4 GHz, por lo que, siempre que sea posible, debemos utilizar periféricos con cable.
- Cambiar las pilas o recargarlo. Cuando las pilas de un periférico están cumpliendo su ciclo de vida útil, los movimientos tardan más en reflejarse en pantalla, siendo uno de los principales culpables del input lag.
- Utilizar el plan de energía Alto rendimiento. Los planes de energía de Windows se encargan de modificar la velocidad del procesador para que el equipo ofrezca un mayor rendimiento (subiendo la velocidad) o reducir el consumo (bajando la velocidad del procesador). Para jugar siempre debemos elegir el plan de energía Alto rendimiento para así sacarle todo el partido al procesador.
- Reducir la carga gráfica. En ocasiones, el problema no está relacionado con el periférico en sí, sino con la carga gráfica que está soportando la tarjeta gráfica y que, en combinación con el equipo, no es capaz interpretar correctamente. En este caso, lo mejor que podemos hacer es utilizar la aplicación NVIDIA App y Adrenaline de AMD para que, en base al hardware de nuestro PC, establezca la configuración gráfica óptima para disfrutar de la mejor jugabilidad posible.
- Reducir el número de FPS. Si tenemos un monitor gaming, a todos nos gustaría sacarle todo el partido y jugar a un mayor número de FPS. Sin embargo, esto no siempre es posible ya que no depende únicamente de la gráfica, sino también del hardware del PC. Para eliminar o reducir lo máximo posible el input lag, debemos ajustar la tasa de refresco a un mínimo de 60 FPS en juegos de acción en primera o tercera persona o a 30 FPS en títulos donde la acción es completamente secundaria.
- Desactivar el V-Sync. Lo primero que hacen muchos usuarios nada más instalar un nuevo juego es desactivar a función V-Sync. Esta función, conocida como sincronización vertical, se encarga de evitar el desgarro de la pantalla y afecta negativamente al tiempo que tarda la señal en transmitirse.