La patente de los pendrives USB llega a su fin, pero éstos no bajarán de precio
¿Quién no ha utilizado alguna vez pendrives USB? Estos útiles de almacenamiento fueron inventados y patentados en 1999 por la empresa china Netac, y dado que las patentes tienen una vigencia de 20 años, está a punto de caducar. Esto significa que los fabricantes ya no tendrán que pagar a Netac para fabricar pendrives USB y deberían de reducir su precio, pero más bien al contrario, todo apunta a que van a seguir costando lo mismo.
La compañía china Netac inventó los pendrives a principios de 1999, pero no fue hasta finales de año que se admitió la patente ZL99117225.6 para «métodos de almacenamiento electrónico flash y dispositivos para sistemas de procesamiento de datos». Esto significa que a finales de este mismo año se cumplirán 20 años de la patente, y esto dará vía libre al resto de fabricantes no solo a «copiar» el diseño -algo que se hace extensamente, pero pagando royalties- sino que ahorrará costes a los fabricantes porque dejarán de pagar por hacerlo.
Ya lo vimos cuando caducó la patente, por ejemplo, de los interruptores mecánicos Cherry MX. En el mismo momento en el que se cumplieron los 20 años de la patente, fueron muchos los fabricantes que comenzaron a sacar sus propias versiones del diseño de Cherry, ya que en ese momento tenían total libertad para hacerlo sin tener que pagar derechos de autor a quien los inventó.
Ahora con los pendrives sucede lo mismo, pero hay una salvedad importante: son muchísimos los fabricantes que tienen modelos de pendrive USB en el mercado que cumplen con la patente de Netac, solo que para hacerlo están teniendo que pagar derechos de autor a la compañía.
Los pendrives USB mantendrán sus precios
Que los fabricantes de estos dispositivos dejen de pagar para poder utilizar la patente debería significar que los precios bajarán, ¿verdad? Bueno, pues la realidad es que no. Lo que bajará será el coste de fabricación para los fabricantes, pero dado que el precio de los pendrives USB está prácticamente en mínimos históricos (actualmente podemos adquirir modelos de 64 GB por menos de 10 euros) la diferencia sería nimia, y a los fabricantes no les merece la pena tener que cambiar todas sus tablas de precios a estas alturas. Además, serán más beneficios para ellos, lo cual evidentemente es otro motivo de peso para que no bajen de precio.
Otro motivo por el que no bajarían de precio es porque lo que pagan actualmente para utilizar la patente es irrisorio, y el coste principal de fabricación de estos dispositivos es el de la memoria Flash y la controladora. En otras palabras, aunque rebajaran el precio final de los pendrives USB en la misma proporción que lo que van a dejar de pagarle a Netac de comisión, sería de tan solo unos céntimos, y no merece la pena ni molestarse.
En lo que sí podría afectar esta caducidad de la patente, es en que próximamente podríamos ver a muchas nuevas marcas que se animen a sacar sus propios dispositivos. Quién sabe, quizás dentro de poco empecemos a ver pendrives USB de marca AMD o ASRock.