Aunque ya nos encontremos en el mes de enero de 2023 es evidente que la espera hasta el 6 de junio va a ser interminable. Los fans de los ARPG que desarrolla Blizzard están contando las horas y los minutos hasta que Diablo IV se haga realidad. Aunque tenemos una buena noticia que darte porque si no conoces Wolcen Lords of Mayhem, hazte con él porque tienes cinco meses para exprimirlo al máximo hasta que llegue el jefe de la ciudad.
Un veterano que ahora es tendencia
Wolcen Lords of Mayhem es un título que no es para nada nuevo. Aunque su fecha de lanzamiento debemos situarla en febrero de 2020, en realidad tenemos noticias de él mucho antes, de cuando inició su fase de early access que consiguió convencer a miles de jugadores para que lo apoyaran. No en vano, ya en su momento las ansias por un nuevo Diablo eran evidentes entre la comunidad gamer, por lo que vino a saciar esa hambre con unas características muy claras.
En este Wolcen Lords of Mayhem vamos a desempeñar el papel de un héroe que debe abrirse camino por unas devastadas tierras corrompidas por el mal, y que están infestadas de todo tipo de peligros. Como en el caso de Diablo podremos elegir una clase (cuerpo a cuerpo, mágica o ranged) y subir de nivel completando las quests que nos va encargando. Prácticamente no se diferencia en este punto de la saga de Blizzard, de ahí que los más fans sepan rápidamente cómo exprimir al máximo este título desde el minuto uno.
Es más, a diferencia de los Diablo, el editor de personaje permite que vayamos un paso más allá escogiendo color de pelo, peinado, bello facial, sexo del protagonista, colores de ojos, etc. De tal forma que cuando vayamos a la parte online podamos diferenciarnos del resto de jugadores que andan pululando por las áreas comunes.
Una oportunidad única
Wolcen Lords of Mayhem tiene otros detalles que también lo asemejan a Diablo, como son las músicas épicas y orquestales, y un apartado gráfico que bebe directamente de las fuentes de Blizzard. Enemigos, armaduras, armas y buena parte de los propios escenarios nos retrotraen inevitablemente y denotan influencia de lo que hemos visto, por ejemplo, en la última entrega disponible que es Diablo III.
Esto, la verdad, no le resta mérito al juego que se comporta en el gameplay de una manera muy parecida, con un árbol de habilidades que nos va enseñando nuevos ataques, un inventario a reventar de ítems, un uso prácticamente constante de pociones de salud y un recurso que nos facilita los ataques especiales. Como si fuera el maná de cualquier Diablo.
Es fin, si anda como un Diablo y parece un Diablo, debería ser un Diablo. Pero no lo es. Le debe bastante pero rápidamente nos damos cuenta de que es un desarrollo que se sitúa un pelín por debajo de las creaciones de Blizzard, al que le falta ese punto de genialidad incluso en la propia manera de combatir, pero que merece la pena probarlo como antídoto para esa necesidad que os va a asaltar de querer saciar vuestra hambre ARPG hasta junio con algo.
Y si encima lo tenéis ahora rebajado en Steam (8,74 euros hasta el 26 de enero), lo que le ha convertido en tendencia, pues mejor que mejor, ¿no?