The Callisto Protocol ya está a la venta pero a la misma velocidad que parece que va a convertirse en un éxito, también lo hacen las polémicas que le están acompañando y que tiene a los usuarios de PC fumando en pipa y enfadados como pocas veces se ha visto. Entre otras cosas porque el hype era tan grande que ver el resultado final ha puesto en pie de guerra a algunos que ya ven en este título una especie de «Cyberpunk 2077 de 2022″ (bueno, no tanto).
¿Qué está ocurriendo?
Pues básicamente el problema es que el juego no está todo lo optimizado que debería y prueba de ello es que, a pesar de no ser demasiado exigente en sus requisitos para ponerlo en marcha, jugadores que cuentan con un hardware de los buenos, se están encontrando con caídas incomprensibles de FPS y problemas de stuttering. Por lo que no les ha hecho ninguna gracia tener que echarse unas partidas en esas condiciones.
A tanto llega el problema que es evidente que Striking Distance Studios ha mirado más hacia AMD que a Nvidia, por lo que es en este último caso donde se concentran prácticamente todas las quejas de quienes tienen modelos de GeForce y han recurrido a las opiniones en Steam para dejar patente su malestar. De entre todos, se pueden leer casos de usuarios que, a pesar de tener tarjetas tan potentes como las RTX 3080 ó 3090Ti, sufren esos bajones de FPS y algunos errores que son incomprensibles en un producto de estas características.
Además de todo lo anterior, los desarrolladores de The Callisto Protocol no han tenido el más mínimo reparo en dar soporte al famosos FSR 2.0 de AMD y dejarse fuera el DLSS de Nvidia, lo que ya nos avanza un poco cuál ha sido la prioridad para el estudio desarrollador.
¿Qué tiene que ver Sony?
Bueno, pues tras los hechos vamos con los indicios. Es decir, noticias que podrían apuntar en la dirección de por qué está ocurriendo lo que está ocurriendo con The Callisto Protocol. Y es que hace ya algunas semanas nos enteramos de que Striking Distance Studios había llegado a una especie de acuerdo especial con Sony para trabajar de manera conjunta y de forma mucho más específica el juego, invirtiendo en recursos que, obviamente, irían en beneficio de las versiones de PlayStation.
No hay que hilar mucho para saber que PlayStation 5 equipa un chip Zen 2 desarrollado por AMD para los japoneses y que, por tanto, esa ayuda no se habrá desarrollado para llevar el mejor producto posible a PC o Xbox, sino más bien a las consolas de Sony. Ahora bien, que la versión para las máquinas de Sony se trabajen más y mejor con más medios (hasta 150 trabajadores extra fruto del acuerdo) puede significar que se desatienda la de PC hasta el extremo que se está viendo?
Veremos a ver qué dice Striking Distance Studios pero, a la vista de los acontecimientos (los errores) y los indicios (el acuerdo con Sony), va a tener muy complicado dar una explicación a por qué el rival de AMD se ha visto tan afectado con un juego que parece destinado a ser uno de los GOTY de 2022. ¿O ya no?