Microsoft ha tenido mucho tiempo para trazar una estrategia con Xbox Series X|S que le permita recuperar el terreno perdido con Xbox One a partir de 2013, que fue el instante en el que inició su camino de malgastar el buen nombre y trabajo realizado durante la generación anterior. Ahora, en 2022, seguimos sin recibir señales claras de cuál es su estrategia… salvo una edición especial de galletas Oreo.
Microsoft no sabe por dónde anda
Es bastante evidente que Microsoft tiene recursos suficientes para entrar como un elefante en una cacharrería y reventar el mercado a base de talonario. Ahí tenemos los ejemplos de las adquisiciones de Bethesda o las más recientes de Activision-Blizzard. Como no tenemos productos propios, first party, lo suficientemente atractivos como para competir contra Sony y su legión de exclusivos, pues nos hacemos con algunas de las franquicias más exitosas. Ya sabéis, que si Call of Duty, que si Warcraft, Diablo, etc.
Pero claro, cuando uno es un xboxer (como quien suscribe) y tiene especial apego por el ecosistema creado por Microsoft alrededor de sus nuevas Xbox Series X|S, comienza a escamarle que la estrategia de los norteamericanos tenga más que ver con llegar a colaboraciones publicitarias sobre sus productos que a poner en el mercado juegos de auténtico valor, que den mayor consistencia y futuro a la compra next-gen que hemos realizado muchos.
Sin embargo, los de Redmond han optado por priorizar una campaña de colaboración con Oreo, que va a lanzar unas galletitas personalizadas con el logo de Xbox y vinculadas a contenidos dentro de juegos como Halo Infinite, Forza Horizon 5 y Sea of Thieves, pero que ha levantado en armas a la comunidad, y con razón. ¿Por qué? Pues porque parece que antes de confirmar las fechas de lanzamiento de títulos exclusivos como Starfield o Redfall andan más preocupados de las tontás estas de promociones vacías.
Dos años sin señales de vida
El problema no es que Microsoft llegue a un acuerdo para realizar esta campaña con Oreo, o cualquier otra marca (que por cierto tiene interesantes premios y ediciones exclusivas de consolas), sino que esas sean las primeras noticias que tengamos en 2023 sobre alguna novedad alrededor de sus consolas. Ya, ya sabemos que tenemos un showcase a la vuelta de la esquina, pero con dos años cumplidos de la nueva generación los auténticos xboxer siguen esperando señales de la llegada de títulos que verdaderamente nos carguen de razones para confiar en el futuro de Xbox Series X|S.
Y de momento no ha ocurrido algo así. Seguimos teniendo las franquicias de siempre, sobreexplotadas a pesar de sus limitaciones y el decreciente interés que despiertan, y todo lo bueno que podría llegar sigue estando más presente en nuestra imaginación que en la realidad. Eso sin contar que a pesar de esos Starfield o Redfall la comunidad pide más, desarrollos de mayor calidad y que sean capaces de competir contra Sony y su cada vez más consolidada PlayStation 5.
Así que señores de Redmond. Déjense de galletitas, de promociones y gaitas parecidas. Céntrense en dar consistencia al catálogo de exclusivos de Xbox más allá incluso de Game Pass y no pierdan de vista lo que les pide su legión de (todavía) seguidores. Han tenido desde 2016, o antes, para preparar una estrategia de lanzamientos a largo plazo que debería estar dando sus frutos precisamente en estos meses. Cosa que no ha ocurrido y no tiene pinta de que vaya a ocurrir.
Solo las galletas.