El marketing es uno de los recursos más importantes que tienen las compañías para tratar de convencernos de comprar su producto, y es bastante habitual que ciertos dispositivos ofrezcan una serie de características que buscan llamar la atención, aunque no sean verdad. En el caso de la última generación de consolas tanto de Sony (PS5) como de Xbox (Series X/S), se indicó desde un principio que ambas permitirían resoluciones de hasta 8K, pero ninguna de las dos puede ofrecer esta calidad de forma realista, y tanto es así que hace bien poco Sony decidió eliminar el logo de 8K del embalaje de sus consolas.
En los últimos años se ha vuelto muy común en la industria tanto de los videojuegos como del hardware exagerar las especificaciones que tiene cada producto, es algo que hemos podido ver con varios juegos que se presentaban como «la revolución del gaming«, así como consolas que llegaron para «poner fin a la era de PC». Como bien hemos indicado, esto es algo bastante común para las empresas a la hora de hacer marketing, pero hay momentos en los que tienen que terminar admitiendo que las declaraciones que hicieron no eran reales, como es el caso de las consolas de esta generación.
Las limitaciones técnicas de las PS5 evitan que pueda utilizarse a 8K
Dentro de todos los intentos que hicieron tanto Sony como Xbox para buscar que su producto superase al del rival, hubo uno que despertó la curiosidad de muchas personas, y es el hecho de que indicaron que sus consolas eran capaces de ofrecer una experiencia de juego en 8K. Como bien podemos esperar, esto es algo que realmente ha terminado siendo falso, ya que en general ninguna de las consolas ni de Sony, ni de Xbox, fueron creadas realmente para ofrecer este tipo de resolución, pero las Xbox Series X estaban más cerca de poder llegar a ofrecerlo.
Y es que uno de los principales problemas de la PS5 es la salida de HDMI que incorpora, ya que desde un principio no tenía una velocidad del bus para ofrecer 8K, ya que está limitada a 32 gigabits por segundo, por lo que no sería capaz de ofrecer esta resolución a los 60 FPS que prometían. Y es que para poder tener 8K a 60 FPS, sería necesario mínimo 49.65 Gbit/s, pero obviamente esta no es la única limitación que tiene, ya que por otra parte, el HDR nunca podría activarse a resolución 8K, ya que requiere 10 bits por canal, frente a los 8 bits por canal que ofrece la PlayStation 5.
Aunque parezca extraño, las Xbox Series X sí podrían utilizar 8K
Antes de entrar en los detalles técnicos de por qué la Xbox Series X podría utilizar 8K a 60 FPS, debemos destacar que originalmente ninguna de las dos consolas buscaba ofrecer realmente 8K, ya que la compatibilidad para ello nunca se activó mediante una actualización de Firmware. Obviamente esto implica que por mucho que queramos intentar jugar a 8K en cualquiera de las dos consolas, haciendo los cambios que sean necesarios, realmente no serían capaces de ofrecer 8K por el hecho de que literalmente no están preparadas para activarlo.
Ahora, entrando en los detalles técnicos de las Series X, podemos ver que realmente podrían ofrecer la resolución 8K a 60 fotogramas por segundo con salida HDR, ya que la salida HDMI del sistema de Microsoft tiene mayor ancho de banda, lo que haría viable que se pudiese jugar de esta forma si estuviese activado. En cualquier caso, ambas consolas podrían ofrecer 8K a nivel técnico si se activa el submuestreo de croma, una tecnología utilizada para reducir los costes de ancho de banda reduciendo la resolución de canales de color específicos, con la diferencia de que en PS5 solo podría ofrecer el 8K base mientras que en las Series X podríamos activar además el HDR.
De todos modos ya sabéis: ¿quién tiene una TV 8K en su casa? Aparte de eso, por rendimiento ninguna consola podría manejar juegos a tamaña resolución, a lo sumo sería para ver películas utilizando la consola…