Han existido a lo largo de la historia una gran variedad de virus con diferentes capacidades. Algunos, se han hecho famosos por su virulencia, otros por ciertos aspectos del mismo y este del que te hablaremos por una fecha. El virus Melissa fue famoso, no por generar daños en los sistemas que infectaba, sino por aparecer poco antes del año 2000.
Por si no lo sabes, meses antes de la llegada del año 2000 se generó una especie de sicosis colectiva por un posible caos informático y electrónico. Muchos especulaban que los ordenadores no estaban preparados para el cambio de fecha y eso iba a generar un caos.
La realidad es que no paso absolutamente nada, fue un temor infundado que se convirtió en una bola de nieve gigante. Que sucediera algo grave era algo realmente complicado y más en un tiempo donde los ordenadores no estaban tan extendidos como en la actualidad. Destacar que tampoco existían los smartphones, tablets, SmartTV y muchos otros dispositivos inteligentes.
El virus que aumento el miedo antes el «efecto 2000»
Sonaron las 12 campanas, alguien casi la rosca comiendo uvas y poco más paso en el momento en que dejábamos atrás el S. XX y entrabamos en el S. XXI. Los aviones siguieron funcionando, los semáforos, los parquímetros, las televisiones y todo, en general.
Meses antes se dio un incidente que, por proximidad, acentuó en muchos el miedo al denominado «efecto 2000«. En marzo de 1999 aparecía un virus informático que generó cierto caos. Hablamos del virus Melissa, el cual se difundía mediante correo electrónico.
El virus en cuestión fue desarrollado por David L. Smith y se propagaba mediante Word y Outlook. Debido a esta característica, este virus informático afecto mayormente a usuarios de Windows. Tenemos que destacar que, por aquel entonces, Word (y Office) así como Outlook eran exclusivos para los sistemas operativos de Microsoft, no compatibles con dispositivos de Apple.
Melissa era un virus bastante simple, pero con una gran capacidad para replicarse. El usuario recibía en su correo electrónico un archivo Word infectado. Cuando se abría el archivo, el virus se activaba y pasaba a mandarse a las primeras 50 direcciones de la libreta de contactos del usuario.
Debido a que Melissa se replicaba de manera automática sin necesidad de que el usuario hiciera nada, se expandió rápidamente. El asunto del correo se creó para que fuera atractivo, utilizándose el texto “Important Message From [Nombre]”. El campo «Nombre» se rellenaba automáticamente según el nombre del contacto del correo.
Algo interesante es que Melisa no generaba daños en el sistema del usuario afectado. Este virus no eliminaba archivos y tampoco generaba daños en el hardware, no era su objetivo. Lo que genero es gran congestión en los servidores de correos electrónicos debido al volumen de correos que mandaba.
Como mandaba cientos de correos, llego a generar que muchas redes y servicios de correo se ralentizaran enormemente. Incluso, alguno de los sistemas llegaron a caer debido a la avalancha de correos.
David L. Smith fue detenido y condenado por el caos generado por el virus Melissa. Fue condenado a 20 meses de prisión y recibió una enorme multa por todos los daños causados.
Fue algo positivo el virus Melissa, ya que ayudó a las empresas a mejorar la seguridad informática. Tras esto implementaros nuevas prácticas que evitaran las infecciones de sistemas por correo electrónico. Muchos antivirus se actualizaron para detectar estas amenazas. Se utilizó para educar a los usuarios, indicándoles que desconfiaran de los correos de extraños con archivos adjuntos.