El pasado jueves 5 de junio llegaba Nintendo Switch 2 a las tiendas y hay que decir que solo la frase en sí ya es una mentira, porque nunca llegó. Antes de pisar suelo ya estaba agotada. Quien haya querido comprar una este pasado fin de semana, se habrá encontrado con la cara de los dependientes de las tiendas diciendo que no, que ni locos vais a poder haceros con una. Y no sabemos si se trata de un éxito rotundo, o que los japoneses se han curado en salud y han traído muy poquitas.
Sea como fuere, Nintendo Switch 2 ya está aquí y, gracias a la reserva del mismo día 2 de abril, he podido tenerla a tiempo. No porque tuviera muchas ganas, sino por una cuestión puramente profesional y de coleccionismo: tengo (casi) todo lo importante que ha salido en España de manera oficial desde finales de los 70, y no iba a dejar pasar la ocasión de estrenar una nueva generación, aunque de primeras esta máquina vaya a estar más en el cajón que en otro sitio.
Nintendo Switch 2, de momento al cajón
Pues sí, esa es la gran sensación que me queda tras usarla no mucho. Tengo que decir que, como el catálogo de Nintendo, de sus propios juegos me refiero, sus sagas, es tan raquítico, tampoco da para más, porque querer usar la nueva máquina para jugar con títulos multiplataforma que tienen cinco años, como Cyberpunk 2077, para mí al menos no tiene ningún sentido. Y no lo tiene porque ya tengo PC, o PS5, o PS5 Pro, o Xbox Series X, e incluso Steam Deck, Lenovo Legion Go, Legion Go S y Asus ROG Ally.
Y no digo que haya que tener tanto para aburrirse uno de Switch 2 a los cinco minutos de sacarla de la caja, pero solo con tener ya Steam Deck, que es más que suficiente, tenemos todo cubierto salvo, eso sí, los Mario, Zelda, Metroid y demás nombres que pueblan la fauna de Nintendo. Ese es, realmente, el único gran atractivo de una consola que, para haber sido diseñada desde cero por los japoneses, ofrece un tacto y una experiencia de uso completamente idéntica a la primera Switch.
Y es que Mario Kart World, del que pronto tendréis análisis aquí en HardZone, puede que le sirva a Nintendo para creer que así consigue a un tipo de usuario concreto, el más nintendero que aplaude con las orejas todo lo que hace, pero a los que tenemos otras inquietudes y tocamos más palos, esta máquina se nos queda muy, pero que muy corta. Tanto que, en mi caso, ni siquiera la llegada en julio de Donkey Kong puede arreglar un lanzamiento que parece cojo por la falta de grandes nombres. Al fin y al cabo, ese Mario Kart World es más de lo mismo y encima más caro.
¿Y sabéis a qué he jugado los dos ratos que he dedicado a Switch 2? Pues a The Legend of Zelda: Wind Waker en GameCube dentro de Nintendo Online, a Ridge Racer (la versión de Arcade Archives) y al Arkanoid Eternal Battle. ¿Creéis que uno se gasta casi 500 euros para jugar a estas cosas? Parece que no…