TODO lo que tienes que saber de las consolas Nintendo Switch

La Nintendo Switch se conocía inicialmente como Nintendo NX, pues a pesar de la hermeticidad de la compañía nipona su nombre en código de desarrollo terminó filtrado. Se dio a conocer en octubre de 2016, y este hecho aceleró el trabajo de la compañía para lanzarla lo antes posible, hecho que tuvo lugar el 3 de marzo de 2017.

Características básicas de la Nintendo Switch

Según el fabricante, la Switch es una consola híbrida, lo cual significa que no es completamente una consola portátil ya que, inicialmente, se lanzó con un dock para conectarla a la TV. De esta forma, los dos mandos «Joy-con» se pueden quitar para utilizarlos de forma inalámbrica, y con la consola conectada al dock tendríamos también una consola de sobremesa. Luego, volvemos a ponerle los mandos en ambos laterales, sacamos la pantalla del dock y tenemos una consola portátil. Este concepto fue claramente innovador en el momento de su lanzamiento, y uno de los mayores motivos de su éxito.

Por supuesto, estamos hablando de Nintendo y eso significa que lanzaron al mercado multitud de accesorios para aprovechar esta facultad. Por ejemplo, y como podéis ver en la imagen de arriba, tenemos un soporte para mandos para que funcionen como un mando tradicional, pero cada Joy-con se puede usar también de forma individual para poder tener 2 mandos para 2 jugadores. De igual manera, tenemos otros accesorios como volantes.

A pesar de su pequeño tamaño, cada uno de los Joy-con es un mando individual que incluso tiene vibración. De hecho, el Joy-con derecho cuenta con una cámara infrarroja de movimiento capaz de detectar formas, movimientos y distancia de los objetos que detecta, para por ejemplo reconocer las manos de los jugadores cuando juegan a piedra, papel, tijera.

Se incluye también una correa (para que no se nos escape el Joy-con de las manos) anclada a un riel que añade botones SL y SR a cada uno de los mandos y que sean más cómodos de utilizar.

En cuanto al dock, accesorio incluido en la consola original, cuenta con una ranura de gran tamaño en la que insertar la consola y que se conecte directamente. En la parte trasera incluye el adaptador de corriente, un puerto USB y el puerto HDMI para conectar la consola a la televisión, mientras que en el frontal tiene un indicador de funcionamiento y dos puertos USB en el lateral (para conectar accesorios).

Por supuesto, nos queda ver la consola, que como vais a poder ver en los croquis que os vamos a poner a continuación viene «desnuda», es decir, sin los Joy-con puestos. Consta de una pantalla táctil capacitiva de 6,2 pulgadas, con altavoces integrados y los controles en la parte de arriba, mientras que en ambos laterales tiene obviamente los rieles para poder acoplar ambos Joy-con.

Además, algo muy interesante es que en la parte trasera se ha puesto un soporte para poder tener la consola «de pie» y jugar con los mandos a distancia. Incluye también una ranura para tarjetas de formato micro SD.

El diseño de la consola, a pesar de su modularidad, es bastante robusto y fácil de utilizar. Posteriormente, Nintendo lanzó la versión Switch OLED, con pantalla OLED un poco más grande (7 pulgadas) y más memoria de almacenamiento interno (64 GB frente a los 32 GB del modelo original). También lanzaron la Switch Lite, un modelo compacto con pantalla más pequeña y menos batería, con la particularidad de que los Joy-con no son tales sino que los mandos van integrados en la consola y no se pueden sacar.

Pero vamos a ver ahora sus características técnicas, que tienen miga.

Especificaciones técnicas

Como podéis apreciar viendo la tabla de especificaciones comparativa de los tres modelos básicos de Nintendo Switch, todos ellos hacen uso de un SoC NVIDIA Tegra personalizado, del cual no han dado (oficialmente) mayores detalles que su nombre: Tegra X1. Sin embargo, se sabe que este SoC está basado en la GPU GM20B de 20 nanómetros, que funciona a una velocidad base de 384 MHz y que alcanza los 768 MHz en modo Boost. Tiene 4 GB de memoria dedicados funcionando a 1.600 MHz (3,2 GHz efectivos) en un bus de 64 bits, y la GPU integra 256 Shader Processors, 16 TMUs, 16 ROPs y 2 SMM.

La Switch ofrece conectividad mediante WiFi con la particularidad de que hasta ocho consolas pueden conectarse a un mismo juego utilizando solo un cartucho (porque ya sabréis que los juegos funcionan con cartuchos) y para conectarse a Internet, si bien es cierto que no cuenta con navegador de Internet y esta conexión solo sirve para conectar a la Nintendo eShop para descargar juegos y para los juegos multi jugador.

Tiene una batería recargable de iones de litio de 4.310 mAh en los modelos normal y OLED, y de 3.570 mAh en el modelo Lite que dota a las consolas de una autonomía que obviamente depende del uso que le demos, pero que según el fabricante va desde las 4 hasta las 8 horas dependiendo de la consola y el juego. Ponen como ejemplo una Switch original con el Zelda: Breath of the Wild, que tendría una autonomía de unas 4 horas jugando sin parar.

La Switch original y el modelo Lite tienen 32 GB de almacenamiento interno, mientras que en el modelo OLED esta cantidad se duplicó a 64 GB, si bien parte de este almacenamiento viene ocupado por el sistema operativo. Por fortuna, se puede ampliar con una tarjeta de memoria microSD (microSDHC y microSDXC) de hasta 2 TB de capacidad, por lo que esto no debería suponer ningún problema. A este respecto, lógicamente Nintendo aprovechó la coyuntura para lanzar varios modelos «oficiales», aunque en este caso de menores capacidades.

En cuanto a los precios, la Switch original cuesta 299,99€, mientras que el modelo OLED sube hasta los 359,99€. Por su parte, el modelo Lite que es bastante más sencillo tiene un precio de venta recomendado de 229,99€.