La consola portátil Steam Deck ha pillado a casi todo el mundo de improviso, y está en boca de todos a partir de su anuncio oficial. No obstante, la pregunta que con mucho se ha convertido en la más importante desde su anuncio tiene relación con su almacenamiento, pues la versión más básica lleva memoria eMMC mientras que la más cara utiliza un SSD NVMe; le han preguntado a Valve si se puede actualizar la unidad SSD integrada, y la respuesta es que sí que se puede, pero no será ni barato ni estará recomendado.
Como es costumbre en el creador de Valve, Gabe Newell ha respondido por sí mismo a algunas de las preguntas lanzadas por la comunidad, y obviamente hay muchas preguntas en el aire acerca de la nueva consola portátil de la marca. En particular, la pregunta del millón es si tiene sentido adquirir la versión más cara de la consola que lleva un SSD M.2 NVMe o si bien es mejor comprar el modelo más barato e instalarle un SSD por nuestra cuenta.
Podremos ampliar el SSD de la consola Steam Deck
El CEO de Valve ha confirmado que la consola utiliza una unidad SSD en formato M.2 2230, un tipo de unidad que si bien está disponible en el mercado sin problemas no es la más estándar (2280) y por lo tanto no tiene una disponibilidad generalizada, ni podremos encontrar SSDs de gran capacidad en dicho formato (recordemos que el modelo más caro de Steam Deck lleva un SSD de 512 GB).
Este intercambio de correos electrónicos con los fans de Steam ha obligado a Valve a actualizar las especificaciones técnicas oficiales de la consola para especificar el tipo de SSD que utilizan, pero también han dejado claro en ellas que no está diseñada para que el usuario reemplace el SSD por su cuenta.
¿Por qué no recomiendan que el usuario cambie el SSD por su cuenta? Seguramente por tres motivos: el primero será porque no será sencillo instalar SteamOS de nuevo y hacer que funcione, el segundo porque como hemos comendado la disponibilidad de SSDs en formato M.2 2230 no es demasiado amplia, y en tercer lugar porque si quieres un SSD de mayor capacidad o más rápido para eso te venden la versión más cara (y a ellos les interesa que la compres porque ganarán más dinero). Aparte, la consola tiene ranura para instalar tarjetas de memoria, no lo olvidemos.
El factor de forma M.2 2230 es el más pequeño actualmente en el mercado, y por lo general no se suele vender de manera individual ya que la mayoría de los dispositivos están adaptados para el formato M.2 2280, que son bastante más grandes. Además, los SSD en formato M.2 2230 no suelen llevar ni tan siquiera controladora, algo que debería abaratar su coste, pero esto hace que la controladora tenga que estar obligatoriamente en el dispositivo al que se conecta y no en el propio SSD.
Esto nos lleva a que además de que es complicado encontrar estos dispositivos, suelen ser bastante caros si bien es cierto que los precios oscilan bastante y podemos encontrar desde unidades de 512 GB por 200 euros hasta otras de 1 TB por 150 euros, al mismo nivel que los M.2 2280 normales.
En otro orden de cosas, todavía faltan meses para que Steam Deck esté disponible, y en este punto todavía no hemos visto el interior del dispositivo para poder saber si es complicado o sencillo el instalar un SSD M.2, si bien es cierto que a buen seguro no será un zócalo accesible y tendremos que destripar la consola para poder acceder a él, algo que por otro lado anulará su garantía.