El sistema operativo más usado en el mundo es el de Microsoft, por su simplicidad de uso. Detrás de esa «estandarización» por su usabilidad, se esconden ciertas prácticas, que vamos a decir, quizá son poco éticas. La más evidente son los problemas de rendimiento cuando hay una actualización pendiente ya descargada de Windows 10.
Las actualizaciones, ya sean de drivers o del sistema operativo son importantes. Ciertamente, realizar una actualización nada más está disponible no termina de ser buena idea. Hemos visto en innumerables ocasiones como tras una actualización aparecen ciertos problemas de rendimiento. Hemos visto como una actualización de Windows 10 hacía que el Bluetooth funcionara mal o dejara de funcionar.
Así es como Microsoft te obliga a actualizar Windows 10
Periódicamente, se lanzan actualizaciones para el sistema operativo de Microsoft que agregan diferentes elementos. Normalmente, lo que se transmiten son las mejoras de rendimiento o prestaciones, pero hay más detrás. La gran mayoría de actualizaciones (o todas) incluyen correcciones de vulnerabilidades. Actualizar es importante, pero no siempre es algo crítico.
Debemos saber, en primer lugar, que estas correcciones de vulnerabilidades no siempre afectan a todos los usuarios. Habitualmente, estas correcciones de seguridad suelen ser más relevantes para empresas que para usuarios. Pero, debemos tener las actualizaciones al día, que no instalarlas en el día.
Me ha pasado muchas veces que, cuando una actualización esta descargada y lista para instalar, el sistema me funciona mal. No es al principio, pero cuando lleva 3-4 días para instalar y no lo haces, pasan cosas raras. Sobre todo, se nota en el Bluetooth y en el internet, al principio. Luego aparecen otros problemas de rendimiento del sistema, que son además evidentes.
Esta es algo que, seguro que has observado, recientemente con la actualización Windows 22H2. Microsoft, dos veces al año lanza un gran paquete de actualizaciones que agrega mejoras. Pero, también suele generar problemas una vez se actualiza. Algo que se suele recomendar es esperar un tiempo antes de realizar una actualización, mientras Microsoft quiere que actualices cuanto antes.
Como herramienta de presión para que actualices, Microsoft solo tiene una opción: generar problemas de rendimiento. Al final, ante problemas de rendimiento terminaras actualizando, quieras o no. Una práctica bastante lamentable, ya que al final, deberías tener el derecho de decidir cuándo actualizar el equipo y estar seguro que no tendrás más perjuicios que beneficios.
Actualizaciones cada vez de peor calidad
Hace algún tiempo supimos los cambios realizados por parte de la compañía con las actualizaciones. Ahora se ha pasado a un sistema denominado Insiders, que permite verificar las actualizaciones a los usuarios. El problema está en que Microsoft no hace apenas caso al respecto de los reportes. Son innumerables los problemas reportados que han sido obviados constantemente por parte de la compañía.
Uno de los grandes problemas de todo esto es que Microsoft carece de competencia. La realidad es que Linux, en sus diferentes distribuciones, no supone una amenaza. Si bien hay distribuciones sencillas de usar, está lejos de ser algo mainstream. Haría falta algo similar a Android para PC, que, si bien existe bajo el nombre de Chrome OS, no supone un rival para el sistema operativo de Microsoft.