Los malware tal y como los conocemos ahora son extremadamente peligrosos por las formas que tienen de transmitirse, el hecho de que puedan infectar a miles de ordenadores en cuestión de segundos hace que sea algo realmente preocupante a nivel de seguridad. Pero hubo una época en la que su distribución no era tan sencilla ya que no podían utilizar internet para ello, pero aun así hubo uno que logró infectar a una gran cantidad de equipos con un formato muy utilizado en el momento, el primer ransomware de la historia que logró colarse en más de 20.000 equipos de la época.
Un ransomware es un tipo de malware con el objetivo de encriptar los datos de un ordenador evitando que el usuario pueda acceder a ellos y a su vez ofreciendo al atacante la posibilidad de pedir un rescate para eliminar el encriptado. Este tipo de malwares son bastante comunes en el ámbito empresarial, con diversos objetivos como son los servidores, ya que pueden llegar a tener un sistema muy complicado de eliminar, haciendo que muchas empresas terminen pagando el precio del rescate para poder acceder de nuevo a sus datos que muchas veces son sumas de dinero realmente grandes.
El primer ransomware utilizó un método de distribución acorde a su época
Aunque ahora la gran mayoría de los malwares se distribuyen de forma digital, durante el auge de la informática no era una de las formas más comunes de hacerlo, el hecho de que internet llegase facilitó mucho las cosas para los atacantes que querían entrar en los ordenadores de otras personas para hacerse con sus datos. Pero esto no implica que no hubiese ataques mediante dispositivos físicos, ya que estos fueron los primeros en permitir a un ciberdelincuente infectar los ordenadores de usuarios y compañías por igual, lo que sucedió con el primer ransomware que llegó en un disquete llamado «AIDS Information – Introductory Diskette 2.0».
El desarrollador de este malware fue el biólogo norteamericano Dr. Joseph Lewis Andrew Popp Jr. quien creó una operación completa para lograr distribuir aproximadamente 20.000 unidades de este disquete infectado. Dicho ransomware tenía como objetivo pedir un rescate por encriptar los archivos de los ordenadores que infectaba, aunque realmente no conseguía tomar el control de los datos, sino que lo único que hacía era cifrar los nombres de los diversos documentos, por lo que rápidamente salieron dos programas llamados «AIDSOUT» y «AIDSCLEAR» para combatirlo.
La época en la que se lanzó el malware llegó en un momento estratégico en el que la preocupación por el SIDA era realmente grande, a finales de los años 80, por lo que fue la situación perfecta para que usuarios y grandes compañías utilizasen un disquete que simulaba informar sobre qué era esta enfermedad. Entre las instituciones más afectadas los datos indican que una organización sanitaria italiana fue la que mayores pérdidas tuvo, y es que al parecer perdió una década de valiosos datos de investigación a causa del programa malicioso.
Lo más curioso de esto es que la mente maestra detrás de este malware logró evitar entrar a prisión al ser declarado mentalmente incapacitado ya que comenzó a mostrar comportamientos extraños que le llevaron a entrar al Hospital Maudsley de Londres en lugar de a la cárcel.