Cuando algún amigo o familiar quiere comprarse un ordenador, como es obvio, acude a mí. Obviamente, acuden más a menudo cuando tienen algún problema, sobre todo con el móvil, pero ese es otro cantar. Hace tiempo que, si no me piden algo para jugar, recomiendo varios Mini PC y para elegirlos siempre me fijo en tres aspectos: tipo de almacenamiento, sistema de refrigeración y conectividad.
Actualmente, la mayoría de estos ordenadores compactos cuentan con procesadores muy potentes y polivalentes. Lo bueno es que ocupan muy poco espacio e, incluso, puedes instalarlos directamente detrás del monitor, quedando la mesa más despejada.
Buscando opciones para amigos y familiares, y también para las ofertas que realizamos, he sacado tres puntos críticos para mí. Primero, me fijo en el tipo de unidad de almacenamiento y la capacidad de la misma. Seguidamente, presto bastante atención al sistema de refrigeración y el flujo del aire. Finalmente, me fijo mucho en la conectividad que nos ofrece el sistema.
Tipo y capacidad de unidad de almacenamiento
Este es el primer paso de mi cribado y os prometo que permite descargar casi la mitad de las soluciones del mercado. Siempre busco que la unidad principal sea un SSD M.2 PCIe 3.0, como mínimo. Lo ideal sería que fuera PCIe 4.0, pero aún no está tan extendido en los Mini PC. Además, la unidad de almacenamiento debe tener una capacidad mínima de 512 GB.
Muy importante revisar que el SSD se base en la interfaz PCIe, debemos estar seguros, ya que muchos oculta o esconden que realmente son SSD M.2 SATA. Además, me suelo fijar en la segunda ranura M.2 que incluyen muchos, ya que esta suele ser SATA en vez de PCIe. Desconozco el motivo, ya que la mayoría de procesadores de gama media soportan dos SSD M.2 PCIe sin problemas.
Características del sistema de refrigeración
Algo en lo que no mucha gente se fija y es un error es en la refrigeración. Hay muchos Mini PC que tienen pocas entradas de aire premiando la estética a la correcta refrigeración. Siempre es interesante que el procesador trabaje a la menor temperatura posible para que pueda dar el máximo rendimiento.
Presto atención a que disponga de buenas entradas de aire en los laterales y el aire caliente salga por la parte trasera. La mayoría de estos sistemas usan disipadores blower similares a los portátiles, algo que no es malo. Debo decir que me gustan más con ventilador de PC de 120 mm, pero estos suelen llevarlos aquellos con una APU AMD Ryzen que soporta juegos.
Fundamental, una buena conectividad
Debo decir que este punto es también conflictivo y termina por descargar muchos sistemas. Principalmente, me fijo en la cantidad de puertos USB y su versión, así como la versión de la conectividad Wi-Fi. No me parece tan relevante la versión de HDMI y DisplayPort, ya que la mayoría optara por resolución 1080p.
Busco siempre que en la parte frontal tenga al menos dos puertos USB-A y otros cuatro USB-A en la parte trasera. Si en el frontal tenemos un USB-C, mejor, pero tampoco me parece critico. Además, me fijo en que al menos los dos frontales sean USB 3.2 Gen 1, para obtener buenas velocidades de transferencia.
Otro aspecto en el que me fijo es en la conectividad Wi-Fi. Aquí sí que hay pelea, ya que en muchos casos no te aparece etiquetado como Wi-Fi 5, 6 o 6E, sino como b/g/n. Para mí esto ya es mala señal, ya que lo que nos dice que es la versión Wi-Fi 4 y no soporta la banda de los 5 GHz, que se introduce en el Wi-Fi 5 (ac). No compres ningún Mini PC que no sea Wi-Fi 5 (ac) o superior. Lo ideal sería que fuera Wi-Fi 6 (ax) pero aún hay pocos sistemas que soporte este estándar.
No me olvido de la RAM
Los tres puntos anteriores descargan a más de la mitad de los Mini PC del mercado. Entonces, los que cuadran dentro de estos parámetros ya suelen cumplir con la cantidad mínima de memoria RAM recomendada. Concretamente, hablamos que cualquier ordenador moderno debe tener al menos 16 GB de memoria RAM. No me ha pasado encontrar un sistema que cumpla con los tres puntos anteriores y tenga menos de esta cantidad.
Si hablamos del estándar, pues ya dependerá del procesador que use y del año de fabricación. Lo normal aún es ver ordenadores de este estilo con DDR4, pero ya están empezando a aparecer los primeros DDR5.