Si hablamos de la Raspberry Pi hablamos de un dispositivo perfecto para llevar a cabo cualquier tipo de proyecto por muy poco dinero. Gestionar cámaras de seguridad, crear un servidor NAS, utilizarlo como consola retro, crear detector de música reguetón, hacer copias de seguridad automatizadas entre otros son algunos de los múltiples usos que tiene este dispositivo.
Sin embargo, si no estamos acostumbrados a trabajar con este miniordenador, podemos cometer errores que afectan a su funcionamiento, errores que, en la mayoría de los casos son muy fáciles de evitar. Si tiene pensado comenzar un proyecto utilizando una Raspberry Pi, a continuación, os mostramos algunos consejos que debes seguir para llevarlo a buen puerto sin desesperarte por el camino.
Cosas sencillas
El potencial de una Raspberry Pi es, como hemos comentado al inicio de este artículo, inmensa. Si nuestros conocimientos son limitados, lo primero que debemos hacer es optar por proyectos sencillos para ir poniendo a prueba nuestros conocimientos y de paso, familiarizándonos tanto con el sistema operativo, especialmente si nuestros conocimientos de Linux son limitados.
La tarjeta SD solo para la Raspberry Pi
Las tarjetas SD no están diseñadas para ser utilizadas de forma indistinta en múltiples dispositivos. Utilizarlas de forma indistinta en varios dispositivos solo sirve para acelerar su desgaste. Además, si no queremos perder el proyecto en el que estamos trabajando, debemos acostumbrarnos a hacer copias de seguridad.
No es recomendable utilizar tarjetas de memoria de fabricantes que no conocen ni en su país de origen, ya que estas, no solo son mucho más lentas que las de Samsung o Lexar, por citar los fabricantes más conocidos, sino que, además, corremos el riesgo de que los datos almacenados en su interior se corrompan y no podamos recuperarlos.
Problemas con la configuración HDMI
A diferencia de Windows quien ese encarga de adaptar automáticamente la resolución de la imagen del PC, a no ser que utilicemos una distribución Linux conocida, es probable que tengamos problemas a la hora de mostrar la imagen en un monitor. La solución a este problema es tan sencilla como modificar el archivo boot/config.txt añadiendo la línea
hdmi_force_hotplug=1
Esta línea invita a la Raspberry Pi a adaptar la resolución de pantalla a la que tenga el monitor donde la hemos conectado.
Abusar de los puertos USB
La entrega de energía que ofrecen los puertos USB de una Raspberry Pi es limitada. Si queremos utilizarlo para construir un NAS o dispositivo de almacenamiento en red con varios discos duros, es recomendable utilizarlos con su propio conector de alimentación o conectarlos a un HUB que se encargue de alimentarlos para así evitar que las Raspberry Pi no sea capaz de suministrar toda la energía que necesitan y no podamos llevar a cabo el proyecto.
Utiliza un disipador eficiente
No todos los usos que le podemos dar a una Raspberry Pi implican que el procesador tenga que rendir al máximo. Si queremos montar un servidor multimedia, durante la reproducción del contenido, la temperatura será más elevada de lo normal, por lo que no debemos olvidarnos de utilizar un sistema de refrigeración que mantenga la temperatura controlada en todo momento.
Además, si tenemos previsto montarlo dentro de una casa, esta debe estar bien ventilada para evitar la acumulación de calor. Si la Raspberry Pi se calienta por encima de lo normal, se reduce su rendimiento y, a la larga, puede dejar de funcionar para siempre.