Windows, a diferencia de otros sistemas operativos, ofrece un gran número de opciones de configuración y personalización, permitiendo a los usuarios adaptar su funcionamiento y estética. Cuando lo instalamos, este se configura automáticamente para ofrecer siempre el mejor rendimiento en base al hardware, por lo que, no siempre es recomendable modificarla.
Sin embargo, algunos usuarios creen saber más que los ingenieros de Microsoft y se lían al modificar el funcionamiento de determinas configuraciones sin tener en cuenta como puede afectar a su funcionamiento y únicamente basándose en un punto de vista, sin considerar todo el conjunto.
Si quieres conocer cuáles son las configuraciones de Windows que debes evitar modificar a toda costa si no quieres que el rendimiento de tu PC se vea seriamente afectado, os invitamos a seguir leyendo.
No actualizar Windows
Muchos son los usuarios que piensan que las actualizaciones de Windows empeoran el rendimiento del sistema. Cabe la posibilidad de que alguna que otra actualización, no le siente bien al sistema y que, si afecte al rendimiento, pero, en el 99% de los casos no es así.
Las actualizaciones de Windows se centran principalmente en mejorar el rendimiento del equipo y parchear los problemas de seguridad detectados. Si el equipo anda escaso de recursos, puede dar la sensación de que el equipo se ha ralentizado, pero lo más probable es que se deba precisamente a la falta recursos y a que ha llegado el momento de hacer una instalación limpia de cero.
No utilizar los puntos de restauración
Uno de los métodos más utilizados por los usuarios que siempre andan escasos de espacio en disco es desactivar los puntos de restauración. Estos permiten volver a estado original del sistema si, tras instalar una aplicación el sistema ha dejado de funcionar como al principio, por lo que realmente no merece la pena.
Si bien es cierto que puede llegar a ocupar mucho espacio en disco es un salvavidas que nos permitirá evitar formatear el equipo si no conseguimos dar con el origen del problema que afecta a su funcionamiento.
Utilizar solo el plan de Alto rendimiento
Windows ofrece de forma predeterminada 3 planes de energía: Economizador, Equilibrado y Alto rendimiento. Limitarse a utilizar el plan Alto rendimiento cuando realmente no necesitamos toda la potencia del equipo para lo único que sirve es para que consuma más energía y se caliente más.
Si vamos a navegar por Internet, crear un documento o simplemente descargar las fotos de nuestro móvil, el proceso no tardará menos tiempo si utilizamos este plan. Los planes de energía de Windows se encargan de modificar la velocidad a la que funciona el procesador. Si queremos que el equipo se encargue de gestionar su funcionamiento a demanda, debemos utilizar el plan Equilibrado.
Desactivar el archivo de paginación
Un error que comenten muchos usuarios es desactivar el archivo de paginación cuando consideran que tienen suficiente memoria RAM. La memoria RAM en un PC nunca es suficiente ya que, a diferencia de los sistemas operativos para móviles, las aplicaciones no se cierran automáticamente para liberar espacio, sino que se mantienen en segundo plano.
Cuando el equipo ya no tiene suficiente RAM física, hace uso del espacio en disco duro como memoria. Si desactivamos el archivo de paginación, el equipo puede llegar a colapsar ya que no sabe por dónde tirar. Si siempre andas escaso de espacio libre, deberías plantearse reemplazar la unidad de almacenamiento por una de mayor capacidad.
Desactivar el control de cuentas de usuario
El control de cuentas de usuario nos indica que el equipo va a realizar una acción que implica cambios en el sistema (se muestra siempre que queremos acceder a CMD con permisos de Administrador). Si bien es cierto que es una molestia, supone una barrera de seguridad para cualquier aplicación que hayamos instalado que tenga malas intenciones, como, por ejemplo, un malware o spyware.