El gran problema de los SSD actuales en formato M.2 está en la capacidad de estas unidades. Pese a que existen unidades de 8 TB en este formato, son minoritarias y realmente caras. Se acaba de anunciar por parte de Kioxia que han desarrollado memorias HLC que vendrían a solucionar el problema de la capacidad de los SSD.
Las unidades de almacenamiento de formato M.2 presentan dos problemas. El primero, referente a los problemas térmicos que presentan estas unidades de almacenamiento. Además, encontramos un estancamiento de la capacidad por las limitaciones de espacio de este formato tan compacto.
¿Solución al problema de la capacidad?
Debemos tener en cuenta que los SSD M.2 son un conjunto de aspectos que deben estar en equilibrio. La capacidad de almacenamiento, las velocidades de funcionamiento, la vida útil y el precio deben convivir. Conseguir un equilibrio entre estos aspectos no es nada sencillo.
Para estas soluciones de almacenamiento se suelen usar memorias NAND Flash de tipo SLC, MLC y TLC. Pero, las memorias QLC no terminan de despegar en este mercado, aunque ofrecen mayor capacidad. Las memorias SLC almacenan 1 bit por celda, las MLC son de 2 bits por celda, las TLC de 3 bits por celda y las QLC de 4 bits por celda.
Kioxia, anteriormente Toshiba, habría desarrollado unas nuevas memorias denominadas HLC. Dichas memorias se caracterizan por almacenar 7 bits por celda, que es más del doble que las memorias TLC. Vendrían a ser la solución para aumentar notablemente la capacidad de los SSD en formato M.2.
La gran particularidad de las memorias HLC de Kioxia está en la fabricación. Aparentemente, hace uso de silicio monocristalino, en vez del silicio policristalino que se suele usar en la industria. Esto permite aumentar notablemente la capacidad.
Aumentar la cantidad de bits almacenados por celda supone reducir el coste del producto final. Esto se debe a que veríamos reducida la cantidad de memorias en la PCB, aumentando la capacidad al mismo tiempo. Supone una reducción en los costes de fabricación.
Podríamos ver en el futuro un gran aumento en la capacidad de los SSD M.2. Aumentaría notablemente la cantidad de unidades de 8 TB y deberíamos ver unidades de 16 TB, sin problemas.
Previsiblemente, veríamos SSD de hasta 16 TB
Gracias a este aumento de bits por celda, se debería conseguir un gran aumento en la capacidad. Una estimación, en unidades de formato M.2, podría ser entre los 16 TB y los 24 TB de capacidad. Se rompería con esto el techo actual de los 4 TB.
Al mismo tiempo que se aumenta brutalmente la capacidad, se reducirán los precios. Podríamos llegar a ver que las unidades de 4 TB pasan a costar unos 100 euros, sin lugar a dudas. Además, la capacidad mínima de un SSD M.2 pasaría de los 256 GB actuales al 1 TB.
Debemos decir que esto son estimaciones, ya que Kioxia ha dado muy pocos datos. No sabemos bajo qué proceso se fabrican estas memorias, cuando estarán disponibles o sus prestaciones.
El gran coste de aumentar la capacidad
Todos queremos mayor capacidad, pero esto tiene importantes costes secundarios. Los dos principales son: reducción en las velocidades de lectura/escritura y de la vida útil.
Cuanto más se aumenta la capacidad, más se reducen estos dos parámetros. Las memorias SLC de 1 bit por celda son las más rápidas y las que mayor vida útil ofrecen, pero han sido descontinuadas. Igual pasa con las MLC de 2 bits por celda, que pese a ser peores que las SLC, eran geniales.
Actualmente se utilizan las memorias TLC (3 bits) para los productos de mayor calidad. Las QLC (4 bits) se han visto relegadas a productos de bajo coste con velocidades «bajas». Pasa lo mismo con la vida útil de las unidades. Cuanto más crece la capacidad, más baja la durabilidad de las unidades.
HLC aún está muy verde y tardaremos bastante en verlos en el mercado. Es de suponer que se desarrollen nuevos algoritmos para evitar la pérdida de rendimiento y corrección de errores avanzados. También deberíamos ver un aumento en la capacidad de la caché. La perdida en velocidad, al final, es relativo si lo comparamos con los HDD.