Si los ordenadores Mac de Apple ya son bastante caros de por sí, cuando quieres ir a por un SSD de mayor capacidad de origen -algo que ahora es obligatorio, ya que vienen soldados- el precio se dispara todavía más, por lo que es importante tener claro qué capacidad de SSD necesitas antes de comprar un nuevo Mac. En este artículo vamos a tratar de ayudarte para que puedas comprar tu nuevo Mac con la capacidad de SSD adecuada para tus necesidades.
Antaño las opciones eran muy sencillas: comprabas el Mac más barato que hubiera y luego ya le ampliarías por tu cuenta el almacenamiento y la memoria RAM. Conscientes y para nada de acuerdo con ello, Apple ahora ha soldado tanto la RAM como el SSD en la mayoría de sus equipos, haciendo que sea prácticamente imposible ampliarlos por nuestra cuenta. Por este motivo, si pretendes comprar un Mac, es importante tener clara la capacidad del SSD del equipo antes de hacerlo.
El precio del almacenamiento al comprar un Mac
Pongamos un ejemplo con los últimos modelos de Mac Mini de la compañía. Inicialmente, tenemos dos opciones: con SSD PCIe de 256 GB por 929 euros o con SSD de 512 GB por 1279 euros (esta opción también cambia de procesador, pero veamos los incrementos). Si en el primer modelo quisiéramos un SSD de 512 GB de capacidad, tendríamos que sumar nada menos que 250 euros al precio. La versión de 1 TB incrementa el precio en 500 euros, y la de 2 TB en 1.000 euros.
Estos cambios de precio resultan extremadamente descabellados, y pueden suponer un problema para muchas personas por el hecho de elegir una capacidad que más tarde van a necesitar ampliar, o porque simplemente no van a utilizarla en caso de pasarse con la inversión.
En la segunda opción del Mac mini la cosa cambia, pero tampoco demasiado. Como decíamos, el equipo viene con un SSD PCIe de 512 GB en su configuración básica, y si queremos doblar esa capacidad a 1 TB deberemos pagar un suplemento de 250 euros, mientras que si queremos un SSD de 2 TB, el incremento es de 750 euros. Este incremento sustancial puede ser la diferencia entre poder comprar un dispositivo o no, por lo que al final se trata de una inversión que debemos hacer con cuidado teniendo en cuenta el uso que le vamos a dar.
Apple y los precios de sus componentes
Está muy claro que Apple abusa y mucho con estos incrementos de precio, ya que literalmente no hay ningún SSD PCIe NVMe de 2 TB en el mercado que cueste 1.000 euros, y de hecho esta práctica esta hecha a propósito al soldar el SSD a la placa del equipo y así impedir que el usuario pueda cambiarlo. Esto es una práctica habitual en los productos de la compañía, ya que como bien sabemos muchos de sus componentes están directamente incorporados para que sea prácticamente imposible reemplazarlos.
Estos mismos incrementos de precio los sufrirán los usuarios que quieran comprar un MacBook Pro o cualquier otro equipo de Apple, ya que en general los dispositivos de esta compañía suelen ser similares. Por ejemplo, el MacBook Pro de 16 pulgadas viene con un SSD de 1 TB de capacidad, pero si quieres que sea de 2 TB hay que sumar 500 euros a su precio, 1.250 euros más por un SSD de 4 TB y ya si quieres un SSD de 8 TB, agárrate porque tendrás que pagar un incremento de 2.750 euros.
En definitiva, lo que queremos deciros con esto es que hay que elegir muy bien la capacidad del SSD que quieres para tu nuevo Mac, ya que si estás dispuesto a pagar lo que Apple pide por estos equipos, como veis el incremento de precio a mayor capacidad de los SSD es estratosférica. Al final es la forma más sencilla que tiene la compañía de sacar el máximo dinero posible por algo tan necesario como es el almacenamiento que necesitamos en un ordenador, haciendo que las personas que no tengan demasiados conocimientos sobre qué elegir caigan en la trampa y escojan algo caro que no van a usar o algo más barato que van a llenar rápidamente.
¿Cuánta capacidad base necesitas?
Como siempre decimos, dependerá del tipo de equipo que vayas a comprar y del uso que vayas a darle, si bien al fin y al cabo le puedes dar casi el mismo uso a un MacBook que a un Mac Mini o a un iMac, simplemente cambia la situación en la que lo vas a utilizar. Al final uno de los puntos buenos que hay es que existe una gran cantidad de opciones para elegir, por lo que os vamos a guiar un poco para que sepáis exactamente qué es lo que podéis necesitar.
De entrada, las capacidades de 128 GB las descartaríamos, salvo para equipos que vayan a ser utilizados mayormente para trabajar en la nube, y aun así ten cuidado con servicios de almacenamiento en la nube como Dropbox porque guardan una copia en local (salvo que los configures para lo contrario) y se comen la capacidad del SSD casi sin que te des cuenta. Este tipo de capacidades pueden estar bien para dispositivos que no pueden tener mucho uso como pueden ser los teléfonos móviles, pero para ordenadores que necesitan gestionar una gran cantidad de datos ya sea por las aplicaciones o por los documentos que tengamos que guardar, es muy poco espacio.
Por otra parte 256 GB es ya una capacidad razonable para una utilización normal del equipo, siempre y cuando no almacenes demasiado contenido multimedia en él. Un SSD de 512 GB o más es lo ideal para casi cualquier situación y usuario normal, ya que tendrás espacio más que de sobra para hacer prácticamente todo lo que necesites en tu día a día. 1 TB o más ya es recomendable solo para usuarios profesionales que tengan que lidiar con edición de audio y vídeo y necesiten almacenamiento extra de gran velocidad.
El almacenamiento externo puede ser tu aliado
Recuerda, no obstante, que siempre tienes la posibilidad de utilizar un disco duro externo para añadir almacenamiento al equipo, aunque Apple también parece que se ha empeñado en limitar esta posibilidad, reduciendo cada vez más las opciones de conectividad de sus equipos, especialmente los portátiles. En cualquier caso, esta siempre va a ser una opción mucho más económica que comprar un Mac con más capacidad de la cuenta.
Además, los equipos de la manzana cuentan con su servicio de iCloud, el cual nos da 5 GB de forma gratuita para almacenar todo lo que deseemos en la nube, y si necesitamos más, tienen unas tarifas muy económicas. Podremos contar con 200 GB por solo 2.99 € al mes. El almacenamiento en la nube es opción muy interesante sino queremos hacer un desembolso inicial mayor, además de contar con la garantía de tener nuestros datos protegidos, algo que se puede aplicar también a otros servicios, no solo al de Apple, pero en este caso está claro que es mucho mejor que pagar 250€ de más por el mismo tamaño incorporado directamente en el ordenador.
Es por ello que te recomendamos buscar discos duros SSD externos que sean compatibles con Mac y que te permitan almacenar tus archivos y programas en el mismo, la diferencia en el coste por GB entre los precios que propone Apple y las alternativas es demasiado alto como para plantearse un almacenamiento externo en vez de pedirle a Apple que te instale más memoria de serie en el Mac.
El problema de los SSD soldados en placa
En algunos modelos de sus ordenadores, Apple ha soldado por motivos de espacio el SSD al mismo PCB que el procesador y la RAM, es decir, en la placa base del sistema, por lo que si dicha unidad falla significa que debemos pedir el reemplazo de toda la placa base del ordenador al completo y si esto ocurre fuera de garantía se acaba traduciendo en tener que reemplazar todo el ordenador al completo.
Es más, esto hay que añadirle que Apple hace uso de un sistema de seguridad en el cual un ordenador solo funciona si mantiene los componentes originales, cualquier reemplazo de uno de ellos se traduce en que el nuevo componente no funciona. Esto en los Mac con procesadores Apple Silicon no ocurre, pero en los que utilizan procesadores Intel en combinación con un chip T2 sí, por lo que si tenéis un Mac un poco antiguo o queréis comprar uno, no solo tenéis que tener en cuenta si el almacenamiento está soldado, sino también que lo podáis reemplazar, ya que ha habido casos en que un SSD NVMe ha sido reemplazado por otro igual y ese no ha funcionado al no formar parte del hardware original, incluso mismo modelo y capacidad.
Es cierto que a día de hoy, el hecho de que este componente vaya soldado a la placa es bastante complicado, y su sustitución resulta mucho más sencilla que hace unos años. De todas formas, repetimos lo mismo, y es que, como recomendación personal, pagar en exceso por un almacenamiento interno que podemos reemplazar por mucho menos en la nube es absurdo. Tendremos que tener en cuenta el espacio necesario para la instalación de aplicaciones y el sistema operativo, pero a partir de ese momento, tendremos que tener en cuenta que nos compensa más.
El precio de los SoC cada vez va más allá
Hemos visto que uno de los mayores problemas que presentan los ordenadores de Apple es el precio del almacenamiento que tienen, y es que teniendo en cuenta que se trata de un chip soldado en el SoC es normal que ciertas especificaciones hagan que se vuelva más caro. Esto obviamente no se aplica únicamente al almacenamiento, sino también a la memoria y otros componentes que también pueden ir soldados, lo que termina encareciendo mucho el precio de ciertos productos, llevándolos a costar mucho más de lo que deberían ya que realmente las especificaciones que ofrecen tampoco son tan altas.
Pero este problema, lejos de ser algo que mejore con el tiempo, cada vez empeora más, y es que cada vez son más y más las cosas que se incluyen dentro de los SoC, haciendo que su precio termine encareciéndose en la mayoría de los saltos generacionales. Un claro ejemplo de esto es por ejemplo las nuevas incorporaciones que permiten un uso superior de la IA, y es que la NPU que tienen algunos productos obviamente también encarece cada vez más el coste total de producción, lo que termina traduciéndose en un precio mucho mayor para el consumidor.
Al final todo esto lo que causa es que sea incompatible en la mayoría de las ocasiones conseguir un producto que ofrezca unas características buenas junto con un precio que no sea realmente elevado, lo que puede llevar a las personas a tener que comprar un producto (caro) que incluye unas especificaciones más bajas. Este problema, hay que recordar que no se aplica únicamente a los dispositivos de Apple, y es que cada vez son más las compañías que se suman a utilizar SoC en sus dispositivos para lograr que sean más ligeros y portables.