Las fuentes de alimentación modulares solucionan uno de los problemas más grandes que puede tener un usuario que busca tener un componente con la mayor durabilidad posible, y es que hay veces en las que puede que tengamos que reemplazar la PSU porque no tiene los mejores cables posibles. Es por ello que la capacidad de poder reemplazarlos nos ofrece una gran variedad de ventajas, entre las que podemos encontrar la personalización o directamente el hecho de permitirnos comprar unos que tengan una serie de refuerzos adicionales para aumentar su durabilidad.
Una de las mayores recomendaciones que se pueden hacer a la hora de comprar un ordenador es hacerse con una fuente modular, y es que ofrecen una serie de ventajas que terminan haciendo que sean muy superiores a las que podemos encontrar de normal, aunque obviamente también tienen precios bastante más altos. Está claro que poder organizar mejor los cables, la capacidad de reemplazarlos e incluso el hecho de que nos permite tener un flujo de aire mucho mejor al no tener que dejar todos los cables que no utilizamos dentro de la caja, son algunos de los puntos clave por los que optaríamos por comprar una.
Cuales son las características que debe tener un cable para ser de buena calidad
Al igual que con todos los componentes que puede tener un ordenador, los cables que tienen las fuentes de alimentación modulares deben pasar una serie de pruebas para ofrecer la mejor calidad posible, lo que implica que obviamente, los que vienen con la propia fuente sean de gran calidad. Las marcas más famosas de este campo como puede ser Corsair ofrece una serie de productos de gran calidad, y los cables no son la excepción, pero si que es cierto que puede haber momentos en los que incluso estos se rompan y tengamos que recurrir a comprar otros, o que simplemente queramos personalizar al máximo nuestro PC cambiando los colores de los mismos.
En este aspecto está claro que debemos mirar varias características clave antes de hacernos con un cable de este tipo, la primera está claro que es comprobar si son compatibles con nuestra fuente de alimentación, y es que hay algunas que cambian la forma de los conectores de la PSU dependiendo de la generación. Siguiendo con el ejemplo de Corsair, tenemos los cables Type-4 y los Type-5, con la diferencia de que los primeros son más anchos que los segundos, por lo que tendremos que mirar primero en el que queramos reemplazar qué tipo es, ya que va serigrafiado en el mismo.
Otro de los puntos clave está en el tipo de material que utiliza, así como la propia construcción del mismo, esto suele ser un estándar en prácticamente todos los de buena calidad ya que utilizan un diseño flexible de malla con varias capas. Por último tendríamos el tema de la personalización, ya que es lo menos importante debido a que tan solo cambia el color, pero para ciertas personas puede ser algo a tener en cuenta.
En general lo más recomendable es comprar los cables que ofrece la marca de la que tengamos nuestra fuente de alimentación ya que son los que ofrecen la mayor fiabilidad en estos casos y cuentan con diversas variantes para personalizar nuestra PSU.