Intel no repetirá los errores en las placas base Z890 de próxima generación
Lo sucedido con la generación de procesadores Raptor Lake de Intel es ya conocido como uno de los mayores problemas que ha tenido la compañía, y es que el hecho de haber tenido que arreglar, cambiar e incluso ofrecer reembolsos a los usuarios debido a los contratiempos que han sufrido sus procesadores ha sido algo bastante grave. Es por ello que desde la compañía no quieren cometer los mismos errores, o por lo menos que no se les pueda echar la culpa a ellos de que las CPU no ofrecen lo que deberían, por lo que quieren implementar una serie de cambios.
Desde Intel saben perfectamente que un error similar al sucedido con los Raptor Lake terminaría por acabar con la reputación de la empresa, y teniendo en cuenta que la próxima generación de procesadores que van a lanzar es una de las más importantes (debido a sus avances en IA), es algo que no se pueden permitir. Aunque la solución que han encontrado no tiene que ver con hacer una revisión de los procesadores, sino directamente con un tema que ya intentaron hacer cuando surgió por primera vez el problema de estas CPU, cambiar el perfil de alimentación para incorporar el predeterminado en todas las placas base.
Los problemas que han tenido los Raptor Lake han hecho que Intel busque la forma de evitar casos similares en sus próximas generaciones
Cada novedad que conocemos de Intel nos hace preguntarnos cada vez más cuales son sus prioridades, y es que durante un tiempo era bastante común saber que esta marca quería buscar la forma de tener el mayor rendimiento posible y por consecuente, de poder ofrecérselo a los usuarios. Pero tras los problemas que han causado los Raptor Lake, la compañía tiene muy claro que no pueden permitirse otro error similar, pero los cambios que quieren incorporar no son los que esperábamos, ya que como tal, no tienen que ver directamente con el procesador (donde se encontraba realmente el fallo).
La marca está consiguiendo que todos los fabricantes de placa base incorporen el perfil predeterminado de Intel como estándar en términos de perfil de alimentación de la placa base, y la diferencia de rendimiento tal y como podemos imaginar, es bastante grande en comparación con el resto de perfiles. Para entender esto, podemos mirar cómo eran los perfiles que ofrece el i9-14900K, que básicamente tiene un PL1 de 125 W, un PL2 de 188 W y una IccMax de 249 W.
Ahora si lo comparamos con los perfiles que incorporan las placas base (Potencia, Extremo e Insane) veremos la diferencia, el primero utiliza un PL1 de 125 W, un PL2 de 253 W y el IccMax de 307 W, aquí ya podemos notar que los cambios son bastante grandes, y es que este era el perfil predeterminado que utilizaban los fabricantes en las placas base para el procesador que hemos mencionado.
Luego ya si miramos los otros dos perfiles vemos que el cambio es incluso mayor, el segundo perfil tiene una configuración de PL1 y PL2 de 250 W mientras que cuenta con un IccMax de 400 W, y si ya nombramos el tercer perfil nos encontramos ante un PL1 y PL2 de «4096 W» (todo lo que el VRM de la placa base sea capaz de proporcionar» y un IccMax de 511 W.
Esto implicaría que en el caso de que el usuario terminase activando uno de los perfiles adicionales en vez de utilizar el básico que viene con la placa base, podría llegar a considerarse como overclock, que tal y como bien sabemos, no es un motivo para reemplazar, reparar o reembolsar el coste del procesador en caso de que haya algún problema.