Las empresas destruyen discos duros en perfecto estado y es un grave problema
La obsolescencia programada es algo especialmente extendido en el segmento de la informática. Solo tenemos que ver que cada año se lanzan nuevos procesadores y tarjetas gráficas que son totalmente innecesarios. Es especialmente grave lo que pasa en las grandes tecnológicas, que cada pocos años cambian sus sistemas y destruyen discos duros en perfecto estado.
Cuando una gran empresa tecnológica actualiza los ordenadores de sus trabajadores o sus servidores, siempre destruye los viejos sistemas. Especialmente destruyen físicamente con trituradoras industriales sus discos duros por miedo a fugas de datos. Muchos expertos claman contra esta práctica, ya que podrían borrar los datos de forma segura y que los discos duros, en perfecto estado, se puedan seguir usando.
Destruyendo discos duros sin motivo alguno
El prestigioso medio Financial Times ha publicado un informe sobre los procedimientos de las grandes tecnológicas. Lo normal es triturar los servidores y discos duros cada pocos años, cuando los consideran obsoletos. Dichos sistemas son perfectamente funcionales, pudiéndose limpiar y vender sin mayores problemas.
Gigantes del sector tecnológico como Amazon, Microsoft o Google, entre otros, actualizan el hardware para almacenamiento cada cuatro o cinco años. No son los únicos, los bancos, servicios policiales o agencias gubernamentales, entre otros, realizan estas prácticas.
Anualmente se destruyen millones de dispositivos de almacenamiento considerados obsoletos. Una fuga de datos confidenciales, por mínima que sea, puede tener enormes consecuencias legales. Para evitar problemas, simplemente destruyen los equipos.
Recientemente, en Estados Unidos se ha multado a Morgan Stanley por parte de la Comisión de Bolsa y Valores por subastar miles de discos duros antes de borrarlos. Se multo con 35 millones de dólares por la filtración de datos de los clientes.
La destrucción de este hardware funcional es un verdadero problema medioambiental. Estos desechos electrónicos son difíciles de tratar, además, que son componentes funcionales.
El cambio por parte de las empresas se realiza porque el nuevo hardware es mucho más eficiente energéticamente. Pero, esto es aparentemente, ya que la mayor parte de las emisiones de carbono procede de la fabricación, no de la operación. Hace algunas semanas ya se publicó que la fabricación de SSD genera el doble de emisiones que los HDD.
Un problema de origen, de fabricación
Debemos decir que del hardware triturado se recupera y recicla cerca del 70%, que es bastante. El mayor problema está en la generación de carbono y energía usados para la fabricación de los componentes. Cuanto mayor es el tiempo de uso, más se diluye el factor de la emisión.
Realizar una destrucción de estos componentes tiene una cosa negativa adicional. Todos los componentes informáticos requieren de tierras raras para su fabricación. El problema es que estas tierras raras se pierden en el proceso, no son recuperables y se tienen que volver a extraer. Para extraerlas se necesitan productos químicos contaminantes y carburantes, entre otros. Adicionalmente, algunos de estos materiales se obtienen en zonas en conflicto.
Cabe destacar que la creencia que la destrucción es la unica manera de garantizar la seguridad. Los expertos aseguran que no es necesario ese nivel de destrucción. Indican que es complicado que se puedan robar los datos si se hace una limpieza adecuada.
Los sistemas triturados se pueden seguir usando durante años o décadas, sin problemas. Es más, Google y Microsoft han indicado que han empezado a usar servidores reacondicionados. Son pocos, pero a ver si esta práctica aumenta y se estandariza.